Tormenta III

752 92 29
                                    

Como agradecimiento por los recientes votos, aqui andamos dando capítulo doble hoy, mientras preparo la maratón😬.
Enjoy!⚜️

____________________________________________

La escena era por demás extraña, como salida de una obra de teatro conceptual.

Por un lado, Rebecca, apoyando parte de su cuerpo en la puerta, con la tormenta por fuera amenazando, y su cabeza girada hacia la camioneta.

Por otro lado, Freen arrodillada en el suelo, al lado de la puerta abierta del vehículo, con un líquido oscuro goteando de su mano, y ella mirando fijamente al piso, donde se veía el polvo grisáceo y la urna prácticamente vacía. La chica estaba al borde del llanto mirando las cenizas de su abuelo esparcidas.

Rebecca, pese a su lucha por escapar, no pudo evitar detenerse al escuchar la palabra "Abuelo" por parte de la pelinegra. La chica de ojos cafés se había esperado toda clase de improperios, insultos, exclamaciones, amenazas...pero nunca se había esperado esa palabra, y no pudo con su curiosidad. De repente, ya no se sentía en peligro. La pelinegra se veía totalmente abatida y derrotada.

-Qué demonios pasa contigo?!- le grita Freen, ya entrando en un estado de cólera, después de haber permanecido casi un minuto procesando la escena.

-Conmigo?! Tú eres la que tenía un cuchillo escondido en el baúl, y cosas sospechosas!- le replicó Rebecca con igual intensidad.

-Escondido no, GUARDADO! Qué carajo hacias con las cenizas de mi abuelo?! Entiendo que quisieras robarme, seguro era tu plan desde el principio, pero por qué tomaste la urna?!- reclamó Freen, poniéndose de pie.

-Tu abuelo? Las cenizas son de tu abuelo?- preguntó Rebecca, comenzando a sentir como la vergüenza crecía dentro de ella por haber malinterpretado la situación.

-SI, DE QUIEN CREÍSTE QUE ERAN?!- gritó Freen furiosa.

Ya no sabía qué pensar. Su cabeza estaba por explotar, el golpe en la cara se estaba inflamando y sentía que parte de su vida estaba desparramada por el suelo del granero.

El ruido de la tormenta llenaba el silencio sepulcral que las había invadido.

Rebecca miró hacia afuera, por la puerta parcialmente abierta: el clima estaba cada vez peor, el viento agitaba su cabello castaño con fuerza y la oscuridad era total. Giró a mirar a Freen, que seguía clavándole la mirada, buscando una explicación lógica, con la mano sangrando y los ojos al borde del llanto. Y entonces un pensamiento abrumador la sorprendió:

Y si la "mala" era ella misma?

Rebecca simplemente había asumido lo peor de Freen, y no sólo había tomado su dinero, y había temido por su vida como si la pelinegra fuera una asesina serial consumada, sino que se dió cuenta que en todos esos minutos que estaban discutiendo en penumbra, la aviadora no se le había acercado en ningún momento, ni la había amenazado, ni había intentado dañarla. Sólo estaba buscando explicaciones.

Rebecca cerró la puerta del granero, disminuyendo apenas el sonido del viento y la lluvia. Se acercó con cautela a Freen, mirando al piso, no pudiendo soportar los ojos miel que la miraban fijamente. Cuando estuvo en frente de la pelinegra, levantó la cabeza para mirarla.

-Por qué está sangrando tu mano?- preguntó ladeando la cabeza, colocándose muy cerca de su rostro y mirándola a los ojos, con la leve esperanza de que el súbito cambio de tema mermara la furia de la aviadora.

Freen la miró extrañada y comenzó a sentirse muy nerviosa por la cercanía de Rebecca, casi podía sentir el aliento de la castaña en su boca. Sus ojos se posaron inmediatamente en su mano para corroborar lo que le decía, con la mirada desenfocada.

Fuerzas naturales | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora