Fuerzas naturales | FreenBecky

Memoria

Este cap tiene un pequeño homenaje a otro gran fic que algunos seguro reconoceran😉

Enjoy! ⚜️

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-Freen, debes decir algo. Estás callada hace más de un minuto. Abre la boca y di algo, cualquier cosa- pensó la aviadora mientras miles de escenarios subidos de tono pasaban por su cabeza.

Rebecca permanecía atenta a la otra chica, intentando descubrir si había sufrido un colapso o que. Aunque para la menor también era una petición que despertaba algunas sensaciones, lo único que quería era estar acompañada durante la noche. La pesadilla la había dejado muy asustada, y tenía miedo de no poder dormir.

-Freen? Me escuchaste?- preguntó Rebecca pasando una mano frente a los ojos de la pelinegra, quien sacudió levemente su cabeza, y por fin pudo elaborar una respuesta.

-Uhm, si, si, te escuché, lo siento. Me distraje por un momento. Ehh, no estoy segura de que sea buena idea. La cama no es muy grande, creo que vas a dormir muy incómoda- explicó Freen tratando de sonar convincente.

-No somos tan grandes, podemos entrar bien las dos. No creo poder volver a dormir sola, quedé muy asustada con ese sueño. Por favor Freen, sólo esta noche...- suplicó Rebecca, haciendo gala de su más tierno puchero.

-Mierda, otra vez ese puchero. No puede ser que se vea tan sexy y tierna a la vez, no puedo negarme- pensó Freen ligeramente avergonzada.

-De acuerdo, pero traeré mi libro para seguir leyendo. Por algún motivo no puedo dormirme- respondió finalmente Freen, y acto seguido fue a buscar el libro al sofá, trayendo consigo la manta y la almohada, mientras Rebecca volvía a acomodarse en la cama, dejando un espacio libre para la otra chica.

Ya acomodadas, Rebecca le dió la espalda a Freen, mientras la aviadora estaba apoyada en el cabezal de la cama con el escrito. Sin poder apagar su cerebro, la menor se giró para mirar a Freen.

-Qué lees?- preguntó curiosa.

-Es un cuento de un autor de mi país- indicó Freen, sin despegar la vista del libro.

-Me lees? Quizás así pueda dormirme- pidió dulcemente con los ojitos brillantes.

-Mmm, está en español...pero puedo intentar traducirlo mientras leo- propuso la pelinegra mirándola a los ojos, y sintiendo como de a poco se derretía ante la mirada de Rebecca.

-"Babilonia, Londres, New York han abrumado con feroz esplendor la imaginación de los hombres; nadie, en sus torres populosas o en sus avenidas urgentes, ha sentido el calor y la presión de una realidad tan infatigable como la que día y noche convergía sobre el infeliz Ireneo, en su pobre arrabal sudamericano. Le era muy difícil dormir. Dormir es distraerse del mundo. El menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra percepción de un goce o tormento físico. Había aprendido sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín. Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer."- relató Freen mientras iba traduciendo al inglés lo mejor que podía, terminando en un profundo bostezo.

-De qué se trata el cuento?- preguntó la castaña, después de escucharla.

-De un hombre memorioso. Tenía tan buena memoria que podía recordar la forma de las nubes de dos semanas atrás, y compararlas con las formas de los montículos de tierra formados por las hormigas, según el autor, claro...- explicó Freen.

-Qué lindo debe ser poder recordar tanto- susurró Rebecca con un dejo anhelante en la voz.

Freen giró su cabeza para mirarla. Claramente el tema de la memoria era un punto sensible para la chica, siendo que aún no recordaba quien era.