HORROCRUX

78 8 0
                                    

"33"

Pov. Lyra

Llegamos a la mansión Malfoy, al pararnos en la sala exhalamos con cansancio. Mi padre, con una varita, la coloca en mi cuello mientras observo a dos mortífagos agarrando a Draco por los brazos.

— ¿Por qué fuiste con los muggles? —dijo mi padre encajándome más la varita.

— No fuimos con ellos —me quejé.

— ¡No mientas! —aprieta más.

— Lo juro —cierro mis ojos al sentir dolor.

— mientes, ¿crees que no te tengo vigilada? —dice muy cerca de mí.

— ¡Digo la verdad!

— Bien, ¡Crucio! —le lanza el conjuro a Draco, él cae retorciéndose de dolor.

— ¡No! tienes que creerme —le suplico.

¡Crucio! —él se vuelve a quejar de dolor.

— ¡Basta! Si fui al mundo Muggle, fui a ver a mi mamá —dije mientras lloraba— quería saber quién era.

— ¿Dónde está? Cru... —lo detengo antes de que le lance otro.

— A las afueras de Londres —dije entre lágrimas.

— Vez lo fácil que es —él voltea a donde están los Mortifagos— vayan por ella, la quiero viva, si tiene familia, mátenla.

Los dos Mortifagos se van dejándonos con mi papá.

— Un padre no lastima a sus hijos —dije susurrando.

— Yo no sé como es ser un... padre —él se acerca agarrándome del brazo— espero no estés haciendo nada estúpido, no queremos llegar a nada grave ¿verdad?

— No puedes matarme, me necesitas —alzo la mirada— sin mí no eres nada. Sentí un ardor en mi mejilla.

— No te puedo matar, pero si matar a la gente que quieres —sale de la habitación desapareciendo.

Voy hacia Draco para ayudarlo a levantarse.

— Perdón, es mi culpa —lo acuesto en uno de los sillones.

— Yo me quise meter en esto —me agarra la mejilla— ¿te duele?

— Yo debería preguntarte eso, me duele más lo que te hicieron —dije agarrándole la cara.

— Me preocupas más tu —dijo mirándome— estoy bien, tranquila bonita.

Me acerque a él besándolo, él se separa acariciando mi mejilla para después volverme a besar.

— Te amo Draco, Draco Mlafoy —dije con una sonrisa volviéndolo besar.

— Yo también —cierra sus ojos sonriendo.

(•••)

Pov. Alice

Al estar en la ciudad Muggle Hermione nos guía a un callejón oscuro y vacío, pidiéndonos que nos cambiemos, saca ropa de una bolsa.

— ¿Cómo diablos...? —Ron pregunta confundido al ver qué Hermione mete casi toda la mano adentro de la bolsa.

— Encantamiento de extensión indetectable —aclara.

— Eres asombrosa —le dice Ron.

— Siempre te sorprendes —me entrega mi ropa.

Al terminar de cambiarnos fuimos a una cafetería que se encontraba cerca.

LAS HERMANAS BLACKWhere stories live. Discover now