Día a día

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Luego de un rato de haber hablado con Jungkook me levanté y decidí ir a ayudarle a mi prima en lo que sea que estuviera haciendo.

Hicimos la comida y una vez estuvo todo listo debido a la hora nos sentamos a comer entre platicas de todo un poco, ella contándome cómo había sido su vida en Estados Unidos y yo actualizando un poco de lo que sucedió en Corea mientras ella no estaba.

— Si quieres puedes tomar un baño y cambiarte de ropa, o al regresar, como gustes. — comentó mientras guardábamos los platos luego de lavarlos y secarlos.

— Creo que al regresar, así me relajo con la ducha y podré dormir de acuerdo al horario.

— De acuerdo, entonces nos vamos. Pasaremos por Hana en la guardería, y luego iremos al centro de la ciudad, te encantará.

Hana tenía poco más de dos años, la conocía por fotografías únicamente ya que había nacido en Estados Unidos y luego de tenerla mi prima no había vuelto a Corea.

— ¡Si! Muero por verla.

Tomé mi teléfono y seguí a mi prima de camino a la salida.


**


Tomó solo 20 minutos llegar a la guardería en el autobús, la ciudad era muy diferente a la ciudad que estaba acostumbrado en Corea.

Una vez llegamos esperé afuera mientras Jiyeon recogía a Hana. Frente a la guardería había un parque por lo que me dirigí hacia este y me senté en una banca mientras esperaba a que mi prima saliera junto a su hija.

Moría de ganas de conocer a Hana y también conocer la ciudad, pero debía de admitir que me sentía un poco cansado, y el hecho de no tener cobertura lo hacía todo más aburrido. Moría por enviarle todas las fotos que había tomado a Jungkook, aunque seguramente estaba durmiendo.

Estaba inmerso en mis pensamientos que la humedad en mi mano me tomó por sorpresa causándome un susto enorme, el cual fue peor cuando vi a un perro que media casi lo mismo que yo olisqueándome y lamiendo los dedos de mi mano. Quise retirar mi mano inmediatamente pero sabía que eso podría asustar al perro lo que causaría que perdiera mi mano, seguramente.

Moví ligeramente mis dedos a lo cual el perro comenzó a lamer aún más mis dedos al tiempo que movía su cola.

— Por mucho que mis dedos sepan bien, creo que hay mejor comida que ellos. — murmuré llamando su atención inmediatamente, desvió su atención de mis dedos poniéndose en dos patas intentando subirse sobre mi. Joder.

— Hey, tranquilo. — mi voz nerviosa delataba enormemente el miedo que sentía.

Me puse de pie tomando distancia del perro pero al parecer este lo interpreto como un juego ya que comenzó a menear su cola con más rapidez e intentó colocarse a mi altura con sus dos patas queriendo apoyarlas en mi.

Mierda.

— ¡Hey! ¡Thor, basta! 

Dirigí mi mirada hacia la persona que se acercaba corriendo mientras gritaba y sostenía una correa en sus manos por lo que deduje era el dueño del perro.

Llego rápidamente y tomó al perro del torso a lo que el perro aun creyendo que todo era un juego se le lanzó derribándolo por completo. El instinto de cualquier persona seria ayudarle pero yo no era una persona con deseo de morir comido por un perro de tres metros por lo que me hice a un lado pero sin sentirme capaz de darme la vuelta y dejar al chico morir aplastado por su perro.

Rápidamente el chico coloco la correa en el cuello del can y se puso de pie.

— Lamento mucho si te asustó. Es un poco bruto cuando quiere jugar.

My Story | KookVWhere stories live. Discover now