Capítulo 6

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Una emoción diferente recorrió su cuerpo a medida que el Sol se elevaba en el firmamento. Había decidido ver el amanecer desde su balcón y luego, ir al gimnasio. A medida que pasaban los días fue recuperando a medias la rutina que tenía en Paris con algunos arreglos. Ya podía dormir por largas horas y despertarse completamente descansado y listo para trabajar. Debido a que eran 9 horas de diferencia, se levantaba bien temprano y revisaba un par de correos e incluso hubo una vez que tuvo una reunión por Zoom. Como a él le encantaba su trabajo, no encontraba ninguna dificultad en ello.

Escogió ropa deportiva y sus inseparables audífonos. Una camiseta blanca y un short siempre fueron suficientes para él pero, California a las 7 de la mañana era un poco más fresca de lo habitual así que optó por una camiseta negra y un leggins del mismo color.

Bajó hasta la primera planta y observó a Jimin eligiendo decoraciones festivas.

Caminó hasta la puerta e hizo su caminata disfrutando del paisaje que lo llevaría a uno de los parques de la zona. Se podían escuchar las aves cantar un poco y el sonido de los grillos era un poco más fuerte debido a que a esa hora no había casi nada. Incluso el aire era un poco más fresco y menos contaminado que en París. Las diferencias eran inmesurables. El gym a esa hora estaba prácticamente vacío lo que le daba tiempo en hacer sus ejercicios sin interrupciones y disfrutar de la paz sin cámaras grabando.

A las 9 hizo el mismo camino de regreso a casa mucho más sudado y relajado. Sentía su mente limpia y preparada para los dos días siguientes. La fiesta de Jiyeon era al día siguiente por lo que toda la familia vendría. Wonwoo no preguntó si él también se incluía pero supuso que sí. Se preguntaba si él también querría verlo o si ya había dejado esa página en el pasado. No era que se habían separado en malos términos, solo que, ninguno de los dos estuvo listo para lidiar con las cicatrices del otro. Especialmente Wonwoo.

Negó entrando a casa yendo directamente a ducharse. El hecho de hacer ejercicio era una muy buena manera de manejar su mente y mantenerla clara a la vez que cuidaba su cuerpo y le daba la dosis de dolor que necesitaba. Aprovechó de lavar su cabello y afeitarse el rastrojo de barba que comenzaba a salirle. Abrió la ventana del balcón al salir y tomando su micrófono y audifonos los acomodó en el escritorio. Abrió el programa que utilizaba para grabarse y la cámara a partir del cuello para no revelar su rostro. Le dió a grabar y comenzó la etapa de grabación del nuevo capítulo del guión que ya había preparado. Comenzó conversando acerca de su mudanza y mostró un poco de dónde estaba tanto como la cámara le permitió. Habló de lo bien que se sentía estar en California de nuevo con su familia y compartió sus planes de pasar el año entero aquí, beneficios del trabajo remoto le llamó.

Media hora más tarde se despidió amable y cordialmente como hacia siempre y detuvo la grabación y el video simultáneamente. Debía pasar gran parte del día editando las partes que le gustaban y las que no, luego subirlo a la nube y programarlo para que se publicara en el horario establecido. Una vez que él empezaba a editar no podía detenerse pues luego no habría alma en la tierra que lo hiciera volver a coger el ritmo. Perdía la noción del tiempo y aunque no era algo que la gente viera saludable, él veía factible hacerlo todo el mismo día pacientemente que vivir con la deadline en su cuello constantemente.

Almorzó un trozo de pizza que su madre le había subido junto a una soda y siguió enfocado en los detalles. Supervisó varias veces que su rostro no se mostrase en ningún momento y satisfecho, suspiró haciendo los últimos ajustes, para poder bajar a ver a los invitados.

Bajó luego de subir el archivo y programarlo todo para que se publicara a la hora indicada dos días después. Puso la notificación en su calendario y dos recordatorios para leer los comentarios en la premier del capítulo. Las risas le congelaron a medio paso en la escalera y se apresuró a bajar.

Jiyeon ayudaba a su madre a mover las cazuelas de la cocina a la mesa en el patio y jadeó al verle. Seguía siendo una de las mujeres más hermosas que él había visto con la sonrisa más brillante y perfecta. La mujer abrió los brazos y, tal cual como la última vez que se habían visto, corrió levantandola en su propio abrazo. El tiempo no había pasado por ella aunque se esforzaba por dejar algunos cabellos plateados en su melena oscura que siempre olía a fresas silvestres.

- ¡Oh Dios Mío! - susrró en su pecho - ¡Estás tan grande! Dejame verte un poco mocoso.

Tomó su rostro en las manos y sonrió con lágrimas en los ojos, orgullosa de ver a uno de sus hijos tan crecido y maduro.

- Te ves hermosa tu también – susurró volviendo a abrazarla – Me alegra verte.

- Yo siempre he sido hermosa, mocoso – resopló la mujer sepárandose del abrazo – Ven a ayudar aquí y saluda al resto.

La familia Kim constaba de 6 miembros. Sin embargo, el año pasado la enfermedad del cáncer arrancó a la abuela de todos dejando a Wonwoo con el corazón roto por no poder decir adiós. Hyunggu, Hyejin y Yunah le abrazaron fuerte felices de verle. Hyejin y Yunha eran las hijas gemelas de la familia que acababan de cumplir 17 años. Se veían hermosas y le sonrieron sin soltarle. Wonwoo recuerda, que Yunha era la más traviesa de las dos y siempre arrastraba a su pobre hermana a sus aventuras. Ambas tomaron sus brazos y lo sentaron entre ellas, listas para contarles todo lo que se había perdido hasta que su madre ordenó que se callaran y comieran.

Era un ambiente genuino. Jimin eligió la decoración acorde al resto de la familia y atinó a todo mientras su madre había cocinado la comida favorita de su mejor amiga. Seulgi y Jiyeon fueron compañeras de escuela en Korea y se habían reencontrado en California, puesto que ella fue la diseñadora de la casa Kim. No volvieron a perder el contacto luego de eso, y cuando Seulgi necesitó de los Kim para contactar con sus hijos y verlos, ella estuvo ahí sin negarse. Quizás por eso no se había perdido tantas cosas.

Conversaron de todo. Wonwoo habló de su experiencia en París y de lo bien que se sentía estar de vuelta en casa, mientras Hyejin le confirmaba que todos en la familia lo seguían tanto en redes sociales como en los dos libros que había autopublicado. Eso le hizo sonrojarse y cubrirse el rostro incómodo. Esperaron hasta la medianoche para cantarle felicidades a la cumpleañera y compartir fotografías y más recuerdos.

Wonwoo se quedó en el piso de abajo conversando con Jiyeon hasta que ella subió a dormir. Por suerte la casa era lo suficientemente grande para abergarlos a todos y no incomodar a nadie. Sin embargo, él no tenía sueño. Decidió entonces sentarse un rato en la piscina disfrutando que no hubiera nadie alrededor. Metió los pies en el agua fría y los movió hasta entrar en calor. La noche era de las perfectas e ideales para admirar el cielo. El aire frío lo acompañaba y sonrió rememorando lo bien que lo pasó. Estar en familia era un sentimiento indescriptible que muchas veces añoraba en París y ahora que finalmente lo tenía de vuelta, le tranquilizaba y le subía el ánimo.

Unos golpes en la puerta le hicieron girarse y fruncir el ceño. Era de madrugada y estaba seguro que no esperaban a nadie. Esperó cinco minutos más y se levantó extrañado al volverlos a sentir. Tomó uno de las sombrillas del mini closet de su madre y prendió la luz del recibidor, abrió la puerta con algo de miedo.

Wonwoo tragó saliva cuando sus ojos se encontraron. El paraguas cayó al suelo de madera haciendo un sonido sordo. Los ojos dorados le devolvieron la mirada y, poco a poco, pasó de la seriedad a una brillante sonrisa que le partió el rostro en dos. La emoción en su cuerpo volvió y una lágrima fugitiva se deslizó por su rostro.

- Hola pequeño.

Kim Mingyu estaba en su puerta viéndose tan hermosamente perfecto y aún más irresistible que la primera vez.





















¡Hola por acá! ¿Que les ha parecido este capítulo? Espero que hayan tenido un feliz inicio de semana y, si no lo ha sido como el mío, mejorará a medida que pase la semana. Hoy es el aniversario de mis princesas hermosas, 9 años dónde he compartido 7, las Red Velvet ❤️.

Besos a todes.

❤️

Summertime (Meanie) [Terminada]Where stories live. Discover now