07) Quirinos Quirrell

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-¡Mierda!, ¿Cuatro clases con Gryffindor?- se quejo Theo, leyendo el horario en el tablero de anuncios con sus compañeros, muchos igual de impactados que el.
-Es simple, Dumbledore lo ve como un modo de unir a los estudiantes de ambas casas- llamo Daphne, parada como estaba a un lado de Black.
-Bien, eso tiene sentido, pero una vez más, ¿Qué haces tú con tu amiga aquí?- cuestionó Blaise, levantando la ceja.
-Esta es la sala común de la casa a la que pertenecemos- le sonrió, una sonrisa que le hizo saber que pensaba que era idiota.
A un lado Izar soltó un bufido divertido, memorizando el horario.
-¡Oye!, Sabemos, ¿Que haces exactamente parada al lado de nosotros?-
-Tambien nos seguiste a la hora del desyuno-
En numeraron ambos chicos, la mueca desdeñosa de Daphne aumentaba a medida que las pablas salían.
-Bien, estoy viendo el horario, ustedes están parados justo al lado del tablero de anuncios, no estoy a su lado, tal vez son ustedes los que están a mi lado. Y por si lo olvidaron, fuimos conducidos todos al comedor por Farley, no los estaba siguiendo-
Ambos niños gruñeron por lo bajo, la sonrisa de Izar aumentó un poco de ser posible.
-Y si estamos siguiendo a alguien es a Black, porque Daphne quería estar con el- solto Tracey, asintiendo con sabiduría.
La pequeña sonrisa desdeñosa de Daphne desapareció rápidamente, perdiendo el impulso mientras veía a su sonriente amiga.
Era el turno de ambos niños para sonreír, al igual que la gran sonrisa de Black.
-Oye, no te pongas tímida de repente, pueden estar con nosotros- les llamo Black, una sonrisa humilde que no convenció a nadie.
-Idiota- Murmuró Daphne, comenzando una diatriba en voz baja.

La primera clase que tuvieron fue a la una de la tarde, la clase de herbologia con los Hufflepuff, impartida por Pomona Sprout, una bruja rubia y regordeta, que también era jefa de la casa de los tejones, por lo mismo, los niños de dicha casa estaban atentos a todo lo que la mujer decía, no era lo mismo con los Slytherin, que se aburrían con cada momento, cada uno de ellos había sido criado en una casa mágica, donde habían recibido capacitación, algunos más que otros, sin embargo ya todos conocían las plantas y semillas de las que la mujer hablaba tan apasionadamente, lo único divertido parecía ser la reacción de los pequeños niños ante "los mini mortifagos" como amablemente los llamaban algunos, las reacciones fue algo que sus amigos aprovecharon para atormentarlos y divertirse mientras la mujer regordeta no veía.
-¡Cierra la boca, Nott!- chillo por fin una rubia Susan Bones, haciendo retroceder un poco a su miedosa amiga.
Nott retrocedió, golpeado.
-¡Señorita Bones! Esos serían 5 puntos de Hufflepuff, por interrumpir la clase y gritarle a un compañero-
Algunos Slytherin rieron en voz baja, mientras los tejones chillaban, indignados.
-Parece que no puedes ser más que un payaso- se burló Blaise, a un lado de Theo.
-¿Qué dijiste?- cuestionó, su varita presionando se en su costilla.
-¿Entonces aparte de idiota sordo?- la sonrisa de Blaise aumentó.
Su pelea se reanudó nuevamente, con Black a un lado nada interesado, escribiendo en un pergamino y notas en un libro, ya que al parecer el primer año sería inútil para el, solo sé molestaría en autoaprendizaje y realizar tareas que le dejarán.

Apenas la clase acabo todos los niños comenzaron a salir, era la hora del té y una hora más que relajante para Izar, en sus años anteriores, era un pequeño momento de descanso después de sus arduos entrenamientos.
Su decepción fue clara cuando comprendió que lo que sería una hora relajante en su casa, no era más que un mar de chillidos y gritos en el gran comedor.
Principalmente eran Hufflepuff y Gyrffindor alardeando y jugando en sus mesas, las garras estaban nada interesadas en más que sus pergaminos y los Slytherin eran sangre puras, educados como nobles, no se comportarían como los otros idiotas.
Enfrente de ellos, los niños de amarillo y negro se quejaban con los tejones mayores sobre las injusticias en sus primeras clases, los niños mayores escuchaban atentamente, aconsejando y consolando al mismo tiempo, un agraciado chico rubio en el medio, sonriendo cálidamente a los niños.
-Ese es Cédric Diggory, su padre es un funcionario de alto rango en el ministerio de magia, ya que es director del departamento de regulación y control de criaturas mágicos - comento Blaise, sentado a su lado.
-¿Eres una especie de acosador?- cuestionó Theodore.
Black lo entendió de inmediato, la condesa Zabini era una asesina, era una verdad que nadie se atrevió a decir en voz alta, debido principalmente al prestigio y poder que tuvieron los Zabini en Italia, no los querías como enemigos ya que podían matarte sin que te dieras cuenta hasta que estuvieras en el paraíso cortando el jardín, no solo eso, Melissandra también se había hecho cargo de escoria de alto poder y prestigio en Italia y todo el mundo, el que se casara con ella era un idiota y carne muerta, al menos era lo que se decía.
A Izar no le sorprendía que Blaise conociera a cualquier persona con un alto perfil en el castillo, su futuro ofició lo obligó a tal y eso fue algo que Theo comprendió muy bien, por eso su broma era tanto un chiste, como un golpe a Blaise.
Izar no se molestó cuando sus dos amigos estuvieron a punto de iniciar una nueva pelea.
Su vista continuo con su camino, viendo a los pequeños leones, Centrándose específicamente en el niño que vivió y sus aparentes amigos.
-Harry Potter, no es nada de lo que esperaba- hablo Daphne a su lado.
Sus ojos voltearon hacia ella, analizando la, un pequeño sonrojo subia a su cara antes de borrarlo con rapidez, no tenía dudas de que en un futuro cercano la chica sería una belleza total, su gracia y postura digna solo reafirmó su belleza a ojos de Black.
-¿Oh?, ¿Interesada en el-niño-que-vivio?-
-¿Por qué?, ¿Estás celoso?- devolvió sin perder el ritmo, los ojos de Black se entrecerraron.
-No importa, consigo lo que quiero, Greengrass- su vista volviendo al frente, con su pose digna y su taza elevándose a sus labios con una sonrisa burlona.
-Parece que no será el caso, el niño que vivió tiene y tendrá mucha más influencia que tu en el futuro- se burló Daphne, inclinándose.
Los ojos de Tracey pasaron de lado, como quién ve un partido de tenis.
Su pequeña pelea continuaría, de no ser por un pomposo rubio que se acercó al pequeño grupo.
-¡Greengrass!- chillo, atrayendo gran parte de la atención en la mesa.
-Idiota- llamo Izar, lanzando un hechizo silenciador que rodeo toda la mesa, solo los maestros presentes lo notaron, quienes se voltearon hacia el jefe de casa, el mismo que no estaba interesado.
-Mantenlo bajo, idiota, ¿Quieres atraer la atención de todas las casas hacia la nuestra?, ¿Que clase de broma seriamos?, Una pequeña Serpientes queriendo llamar la atención de todos en el comedor- se burló Black, una mueca desdeñosa en su rostro, las serpientes de años superiores, quienes habían sentido que algo había cambiado a su alrededor asintieron de acuerdo, era muy estupido de la parte de Malfoy querer llamar así la atención, una de las razones por las que Slytherin nunca perdió puntos por peleas entre miembros de la casa fue simple, los problemas del nido se quedaron en el nido, no armaban un espectáculo para intentar ridiculizar a uno de los suyo, a menos de que estuvieran seguros que no perderían puntos por ello o no te meterías en problemas, debían mantener un frente unido, después de todo.
Aún con todo, los ojos calculadores veían a Izar, interesados en como podía colocar un amuleto de silencio tan poderoso que cubriera toda la mesa, aún siendo un primer año.
Malfoy se puso rojo, molesto por la forma en que todos lo veían, como si fuera un idiota, incluso imbéciles que solo eran miembros de una familia Noble, por debajo de el, le daban miradas de asco.
-Mi padre se enterará de esto- gruño, viendo al niño Black. -Es jefe de la junta escolar, ten por seguro que se enterará de esto. En cuanto a ti, mi padre está cuadrando un contrato de matrimonio con Lord Greengrass, se consciente que serás mi esposa, así que exijo que te alejes de Black y el resto de idiotas y vengas conmigo y mis amigos- gruño el pomposo rubio, viendo directamente a Daphne.
La sangre de Izar hirvió, ¿Este idiota lo estaba amenazado?.
-Vaya, ¿El heredero Malfoy insultando a herederos de nobles casas y antiguas? Frente a toda la casa no menos, me preguntó que dirían los Zabini, los Nott, los Greengrass y los Davis al respeto, sus herederos siendo insultados por un solo niño, estoy seguro de que estarán interesados en este pequeño conflicto, si es así como los Malfoy tratan a algunos aliados, no me gustaría seguir haciendo negocios con ellos- suspiro Black dramáticamente.
Muchos reconocieron su movimiento astuto, complicando las cosas tanto a Draco en su casa, tanto como a Malfoy Sr.
-¡No fue lo que quise...!- se apresuró el niño a corregir, pero antes de terminar Black lo interrumpió.
-¿Y después se arrepiente de su palabra?, Pensé que los Malfoy tenían algo de cara-
-Tu...- gruño, viéndolo con odio.
-Ve a tu lugar Malfoy, ¿Que puede hacer un simple squib contra un mago? Tu y tu padre no tienen ni podrán tener nunca, algún poder sobre mi, sea política o mágicamente- su tono helado congelo a todos en su lugar, viéndolo en silencio.
Un pequeño hechizo de compulsion fue el truco, cuando Draco dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso a su asiento, el chico era demasiado tonto para entender que estaba en peligro, al menos si solo se usarán palabras.
Todos veían en silencio, algunos divertidos, otros más cautelosos, pero no había duda en que Black tenía la lengua plateada que cualquier Slytherin apreció.
El hechizo de silencio se rompió y la mesa lentamente reanudo sus pláticas, Izar como un gran punto de conversación.
-¿Esa influencia te parece suficiente, mi lady?- cuestionó, viendo la cara fría de Daphne y por más que lucho con las ganas, está no pudo evitar la pequeña sonrisa que se formó en sus labios.
-Sabes armar un espectáculo- asintió Theo, serio por una vez, al parecer apreciando el movimiento de Black, cada uno había comprendido lo que había hecho, había ridiculizado no solo a Draco, si no que a su familia entera, estaban seguros que Malfoy Sr. Perdería muchos socios está noche, junto con mucho prestigio, los hijos eran un reflejo del padre después de todo.
Black sonrió levemente, la taza viajando nuevamente a sus labios, era una apuesta simple para el, el dinero de los Malfoy algún día sería para el, hacerlos perder prestigio fue beneficioso a la vez que perjudicial.
Los Malfoy perderían dinero con negocios cancelados, a la vez generando le perdidas a el mismo, porque como ya había mencionado, la fortuna Malfoy sería suya, por otro lado, le benefició al saber que menos personas estarían enojadas cuando Malfoy cayera en manos de Black, no es que pudieran hacer algo, pero al igual cerraría algunos tratos, trayendo perdidas a largo plazo, si Malfoy cayera desde antes, nadie sé molestaría cuando reactivará antiguos contratos, está vez con los Black.
Un plan muy bien sencillo pero eficaz si lo decía el mismo.

Defensa contra las Artes oscuras era impartida por el profesor Quirinos Quirrel, era flacucho, de piel morena y con un turbante morado en la cabeza, tenía un tartamudeo molesto y nadie le entendía lo que decía.
No solo eso, su salón entero apestaba a ajo, según los rumores, para mantener alejado a un vampiro que Quirrell habia conocido en Rumanía, por el cual estaba tan asustado que a eso se debía su actitud nerviosa,y nadie estaba particularmente entusiasmado con la clase, los pequeños Cuervos parecían apunto de matar al tartamudo profesor, querian aprender cosas nuevas, no tener esta clase que era un chiste para todos.

-Hay algo raro aquí- Murmuró Izar por lo bajo, el profesor tratando de explicar cómo su turbante había sido un regalo tras haber salvado a un rey de un zombie en Egipto.
Sus cuatro nuevos amigos voltearon hacia el, una ceja levantada.
-¿Por qué Dumbledore traería a alguien tan inútil a enseñar?, ¿Por qué le daría una clase tan importante?, ¿Por qué alguien que con anterioridad enseñaba clases de estudios Muggle estaría ahora enseñando defensa contra las Artes oscuras, cuando es claramente incompetente en ellas?, ¿Por qué alguien tan asustado enseñaría a defendernos de algo?, ¿Por qué tiene un tartamudeo tan extrañó?, ¡Mierda!, ¿¡Por qué si acaso tendría un tartamudeo!?,
Un tartamudeo se puede curar fácilmente, no eso es lo importante, lo importante es que un tartamudeo puede ser fatal, el tartamudeo puede afectar tu lanzamiento de magia y obstruir te, no solo eso, su fuerza mágica es patética, dudo que si acaso pueda saber encantamientos básicos con el casting no verbal-
Las palabras de Izar lentamente se hundieron en las cabezas de sus amigos, ahora todos viendo al profesor tartamudo con una pizca de cautela y duda.
-Tienes razón, se que Quirrell tomó un año sabático a Rumanía, de ahí vienen los distintos rumores que lo persiguen- proporcionó Blaise, la biografía andante.
-¿Y por qué razón tendría tanto ajo?- cuestionó Theo, con un brillo emocionado en sus ojos.
-Hay un rumor... Habla sobre el encuentro de Quirrell con un vampiro, a eso se debe tanto ajo, se dice que proviene de su turbante, trata de protegerse del vampiro- Murmuró Tracey, queriendo cooperar.
-Eso sería tonto, ¿Por qué tendría que preocuparse si acaso con Dumbledore aquí?, No solo eso, si tiene tanto miedo de un vampiro, ¿Como podría enseñarnos o años superiores para el caso?-
Lentamente las dudas comenzaban a asentarse y todos veían más extrañados a la incógnita de profesor, preguntándose que clase de mierda comenzaba a pasar aquí.

The Black House Donde viven las historias. Descúbrelo ahora