Capítulo 60

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Al volver a casa con la bebé en brazos, tal como Bruce había predicho, Alfred y Robín murieron de amor por la pequeña. 

Robín pidió enseguida tomar a su hermana en brazos y, aunque Bruce era un poco reacio al respecto de dejar que cualquiera tomara a su hija, John lo regañó para que lo dejara conocer a la niña. Al verla, con los ojos verdes y el cabello negro, supo que era muy parecida a Bruce. Aquello dolía, en cierta manera, ya que él no era un hijo legítimo del millonario. Era un chico al que había adoptado y criado, pero no era su hijo de sangre como sí lo era ella. 

Aún así, con todo aquello, en cuanto la beba hizo un gesto gracioso con la boca, Robín no pude evitar reírse y darle un beso en la frente. La quería y la cuidaría con su vida, porque era su hermanita. Le ayudaría, si ella lo deseaba, a entrenar, le mostraría todo su conocimiento en acrobacias. Quería que lo admirara como el hermano mayor ejemplar. 

— La voy a proteger siempre, father —le murmuró al murciélago con los ojos llenos de brillo abrazando a la pequeña. John, al verlo, sintió su instinto paterno crecer aún más. Ahora que ya era padre, aquellos instintos protectores estaban siendo enfocados de igual forma en el hijo adoptivo de su pareja. Ahora era, de igual forma, su cachorro.

Cuando se acercó Alfred tomó con bastante delicadeza y con un claro conocimiento sobre bebés a la niña, esta enseguida quedó embelesada por el hombre, estirando sus manitas para tratar de agarrarlo. 

— Es tu nieta... —dijo Bruce, ligeramente nervioso. No solía tratar a Alfred de la manera en la que siempre lo había considerado, como a su padre. Pero había sido él quien lo había criado y cuidado cuando era un niño, además de seguirlo apoyando incondicionalmente en la actualidad. 

— Mi nieta... —el hombre quedó embobado con la niña. Era la primera mujer que habría en la casa de forma permanente. Estaba seguro de que le daría un toque maravilloso a la casa, un toque agradable, tierno y femenino—. Han pasado años desde que no cuido a un bebé. 

Diciendo aquello, miró a su hijo, a quien había visto nacer y crecer, para luego quedar huérfano por al asesinato de aquellos a los que consideraba más que sus empleadores. Al ver a la bebé, con el cabello idéntico al de Bruce, le recordó a cuando este era un infante. Su corazón se llenó de calor al momento y sus instintos se activaron de igual forma; cuidaría a aquella cachorra de todo mal que pudiese ocurrir. 

— Cariño, ¿tienes hambre? ¿Te gustaría algo para comer? —preguntó el murciélago a John mientras este miraba loco de amor a su pequeña. Este se volteó con el brillo en los ojos. 

— ¡Estoy hambriento! —hizo gestos de que se desmayaría en cualquier momento—. ¡En cualquier momento moriré de hambre si no me alimentas! 

Bruce sonrió al ver lo dramático que era su novio. Le revolvió el cabello en gesto de cariño y se decidió por pedir comida para todos, un buen banquete en celebración a la llegada de su hija. 

El tiempo comenzó a pasar. Los llantos, los pañales, la falta de sueño y muchas mamaderas eran constantes del día a día para los Wayne, para todos. Bruce, Joker y Robín debían tomar turnos para hacer las rondas por la ciudad mientras que otros se quedaban con la pequeña. Al principio, siempre era Joker quien deseaba quedarse con su cachorra para cuidarla y alimentarla, pero luego, mientras la bebé crecía, sus ganas de volver a salir a las calles para luchar incrementaban. 

Mientras la pequeña dormía en sus brazos, luego de haber comido y saciado todas sus necesidades, la llegada de Bruce a la habitación fue maravillosa. 

— Sabía que llegabas —la marca en el cuello comenzaba a avisarle las cosas en las que estaba Bruce, que era lo que estaba sintiendo y como se encontraba—. ¿Cómo estuvieron las rondas? 

— Bastante tranquilas, hace días que ningún villano grande se aparece a generar destrozos... de lo cual me alegro, estoy destrozado —dijo quitándose la capa y la máscara antes de quitarse a la cama junto a su omega para abrazarlo a él y la chiquilla—. ¿Cómo está mi pequeña? 

— Violeta está dormida, asique no hables tan alto —el nombre había sido decidido por el omega, era su color favorito desde siempre, su color representativo. Además, le quedaba muy bonito—. Darling, mañana iré a hacer yo las rondas. 

— ¿Dejarás a la cachorra conmigo? —preguntó Bruce. John se había portado muy posesivo con la chiquilla esas semanas, aunque Bruce no era diferente—. ¿Por qué ahora quieres hacerlo? 

— Ya es momento... llevo mucho tiempo sin poder ir salir y pelear, pegarle a algunos imbéciles —la adrenalina que había vuelto a sentir en el momento en que se convirtió en el compañero de Batman la había olvidado por completo cuando se enteró de la llegada de Violeta, ahora quería volver a sentirla—. La bebé quiere estar con su padre, estarán bien. 

— Pero... tú... puede ser peligroso, iré contigo —respondió rápidamente el mayor, no quería que su omega fuese solo a enfrentarse con quien sabe qué situación—. Saben que eres omega... 

— ¿Y qué? —al instante vino la respuesta del payaso, ligeramente ofendido—. Ya los encerré alguna vez, que sea omega y padre no quita que soy un justiciero. 

Esa palabra derritió a Bruce, quien impulsado por sus instintos se acercó al menor para parale la nariz por su mejilla, lo llenaba de sus feromonas. Cada día estaba más loco por él. 

— Está bien... ve, me quedaré con Violeta. 

Joker se acercó para plantarle un beso en los labios. Era por fin, el momento que había esperado desde hace mucho. Nada más de cuidado excesivo, nada más de precauciones. Ahora podría subirse a la bat - moto y vigilar las calles de Gotham, patear culos y romper un par de mandíbulas. Estaba listo. 



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Hola gente bonita. 

El siguiente será, después de tanto, el epílogo de esta linda historia. Espérenla, como siempre, primeramente en mi Kofi, estará el sábado 12, a las 7:30 subida aquí. Además, he de informarles que continuaré con varios capítulos más en esta misma plataforma, recuerden que con solo un dólar tendrán acceso a todos estos capítulos cada semana. 

Muchas gracias por todo su apoyo, no saben lo agradecida que estoy. 

La broma que salió mal |Omegaverse| BatjokesOnde histórias criam vida. Descubra agora