CAPÍTULO 37 🔱

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Percy Jackson

La magia del vellocino funciona demasiado bien

Aquella tarde fue una de las más felices que había pasado en el campamento, lo cual quizá sirva para demostrar que nunca puedes saber cuándo todo tu mundo se va a desmoronar en pedazos

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Aquella tarde fue una de las más felices que había pasado en el campamento, lo cual quizá sirva para demostrar que nunca puedes saber cuándo todo tu mundo se va a desmoronar en pedazos.

Grover anunció que pasaría el resto del verano con nosotros antes de reanudar la búsqueda de Pan. Tan impresionados tenía a sus jefes del Consejo de los Sabios Ungulados, por no haberse dejado matar y por haber allanado el camino de los futuros buscadores, que le concedieron un permiso de dos meses y un juego nuevo de flautas de junco. La única mala noticia era que Grover insistía en pasar las tardes tocando con aquellas flautas, porque sus dotes musicales no es que hubieran mejorado mucho, la verdad. Interpretaba una vieja canción de Village People titulada YMCA junto a los campos de fresas, y las plantas parecían enloquecer y se nos enredaban en los pies como si quisieran estrangularnos. Supongo que no podía culparlas por ello.

Grover me dijo que, ahora que estábamos frente a frente, podía disolver la conexión por empatía que había establecido entre nosotros, pero yo le contesté que, por mí, podía mantenerla. Él dejó su flauta y me miró fijamente a los ojos.

—¡Si me meto otra vez en un aprieto correrás peligro, Percy! ¡Podrías morir!

—Si te metes en un aprieto otra vez, prefiero saberlo. Y saldré de nuevo en tu ayuda, hombre cabra. No podría hacer otra cosa.

Al final, accedió a no romper el vínculo. Y volvió a la carga con YMCA. No me hacía falta una conexión por empatía con las plantas para saber cómo se sentían.

* * *

Más tarde, durante la clase de tiro con arco, Quirón me llevó aparte y me dijo que había arreglado mis problemas con la Escuela Preparatoria Meriwether. Ahora ya no me acusaban de destruir el gimnasio y la policía no seguía buscándome.

—¿Cómo lo has conseguido? —pregunté.

Sus ojos se iluminaron.

—Me limité a sugerirles que lo que habían visto aquel día era otra cosa, la explosión de un horno, en realidad, y que tú no habías tenido ninguna culpa.

—¿Y ellos se lo tragaron?

—Manipulé un poco la niebla. Algún día, cuando estés preparado, te enseñaré cómo se hace.

—¿Me estás diciendo que puedo volver a Meriwether el año que viene?

Quirón arqueó las cejas.

—Oh, no. Estás expulsado igualmente. Tu director, el señor Bonsái, dijo que tienes... ¿cómo era?, un karma, sí, un karma poco moderno que perturba la atmósfera educativa de la escuela. Pero bueno, al menos ya no tienes problemas legales, lo cual ha sido un alivio para tu madre. Ah, y hablando de tu madre...

Ojos Azules ~Percy Jackson~Where stories live. Discover now