Rosas Y Espinas

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Inicios de Primavera

Topkapi Palace

Jardín imperial

Ayse Hafsa Sultán caminaba por aquel bello jardín, admiraba cada una de las rosas que su hijo había mandado a plantar para ella, mientras escuchaba a la señora Daye la administradora del harén.

Tenía algunos pendientes de firmas para las fundaciones que estaba atendiendo y una de ellas era una fundación que había abierto en nombre de su hija Sha con quien trabajaba arduamente para que esa fundación fuera una de las más grandes.

—Sultana el más importante de sus pendientes es la visita de esta noche, una de las princesas de Polonia viene a verla el día de hoy para pedirle apoyo— dijo con calma la mujer mientras seguía a su ama.

—¿Cómo se llama la princesa? — pregunto Hafsa sin perder pendiente en las flores.

—No lo sé sultana, en la carta no viene el nombre, podría ser cualquiera de las princesas, debe ser por el reciente cambio de administración de su reino, el rey murió hace un tiempo y declararon a su esposa como regente en lo que se decide como tal quien tomara el trono ya que el mayor de los príncipes murió antes que su padre y los príncipes que siguen son gemelos— dijo con calma.

—Es interesante, aunque no sé qué ayuda podría brindarles— dijo con calma.

—Quizás la princesa que venga es una de las hermanas menores y viene a pedir ayuda para que su influencia y la de su majestad empujen a uno de los hermanos al trono— dijo con calma.

Hafsa no la miro, pero respondió a sus palabras —Quizás— dijo y siguió viendo las flores.

Detrás de ellas una voz se escuchó corrigiendo sus palabras —Error mi sultana, primeramente, si son gemelos sin embargo una es mujer y el otro hombre— dijo aquella voz de mujer.

Hafsa volteo para mirarla asombrada pues nadie se atrevería a protestar a menos que no fuera una de las criadas.

—Madre sultana Ayse Hafsa, es un placer conocerla— dijo la mujer frente a ellas e hizo una reverencia.

—¿Quién eres niña?, evidentemente no eres una de mis odaliscas— dijo Hafsa mientras la examinaba, su vestimenta era discreta, era difícil saber con exactitud quien era pues su ropa era común, como la de una simple joven proveniente del pueblo, aunque por la capa parecía también que estaba escondiéndose del alguien y una simple joven del pueblo ¿De quién se escondería?, y más importante aún ¿Cómo había entrado?

—Sultana, lamento mi presentación sin embargo estoy en ciertos apuros, No soy una de las princesas de menor edad, no quiero influencia de su parte ni la de su majestad, necesito ayuda, en mi pueblo se sabe quién fue elegido por mi padre, fui yo la princesa Aleksandra La Rossa la elegida para ser reina que por diversas razones esta ante usted pidiendo su ayuda desesperadamente— dijo seria.

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Palacio de Polonia

Sala de reuniones

—Tienen que encontrarla y tráemela con vida— dijo Jarek mientras daba vueltas de un lado al otro evidentemente nervioso.

—Majestad, hacemos lo que podemos, pero su hermana fue lo suficientemente inteligente para irse sin dejar rastro— dijo el presidente del consejo.