Tiempo juntos

6 0 0
                                    


Han pasado unos meses desde que iniciamos a salir, diría nuestra relación, pero ninguno le ha pedido como tal oficialmente ser novios, pero seguimos en nuestro mejor momento, hemos tenido una que otra discusión tonta, pero siempre uno llega a ceder con tal de que las cosas no se acaben, en su mayoría de veces es Mingi, ya que, yo suelo ser un poco más orgulloso que él, pero igual en algunas ocasiones lo intentó.
Ya volvimos de vacaciones, es decir pasamos unas semanas separados y hoy nos vamos a reencontrar, me siento demasiado emocionado, nunca me había sentido así, aunque por ratos me siento como típico adolecesnte de novela romántica que termina sufriendo, a pesar de tener más de 21 años, pero es espero que no termine sufriendo, me dirijo a mi aula hablando con Yeo sobre lo que hicimos en nuestras vacaciones que en mi caso fueron más que todo videollamadas con Mingi mientras me mostraba los increíbles lugares que visitaba mientras yo estaba en mis descanso del trabajo, para mi desgracia siempre trabajo en mis vacaciones en el restaurante de mi familia.
Justo antes de entrar nos topamos con Jongho, -Ve, nos vemos adentro- digo y sigo caminando mientras Yeo se va a saludar a su novio, o llegué muy temprano o nadie va a venir a clases hoy, me senté y me puse mis audífonos para escuchar algo de música mientras esperaba a que alguien más llegaba, me sorprendía que San no hubiese llegado, siempre somos Yeo y yo los que llegamos tarde porque nos retrasamos el uno al otro.
Estuve solo por al menos unos 10 minutos hasta que alguien se puso a mi lado y empezó a acariciar mi pelo, me sorprendí y de inmediato me incorporé, ahí estaban todos ya y la profesora iniciando la clase, pero por la música yo no había escuchado y al parecer me había quedado dormido, abrí mi bolso para sacar mi libreta y lapiceros, pero me tope con una invitación.
Fiesta en honor a la celebración
de los 50 años de la señora Song
Día: xx/xx
Hora:xx:xx
Lugar: xxxxxxx

Me quedé sorprendido, pero en el sobre había un nombre "Mingi", dirigí mi mirada a buscar a Mingi, hasta topar que estaba al lado mío, -¿qué es esto?- le pregunto en todo bajo.
-Una invitación, cuando salgamos te explico- me responde y me deja un pequeño beso en la mejilla para luego poner atención a lo que dice la profesora. No sé qué pasa, pero solo puedo poner atención los primero 40 minutos de la clase, ya después paso metido en mi celular o viendo hacia afuera, logro escuchar un poco lo que dice la profesora, pero dejo de tomar apuntes, por suerte Yeo me conoce y me deja copiar su apuntes. Cuando la clase terminó iba a ir a la cafetería por un café, moría de sueño, sentí como alguien me abrazaba por atrás, me daba la vuelta y me besaba.
-Te extrañe mucho- dije entre cada beso
-Yo igual, estas dos semanas fueron eternas- me contestó, entrelazamos nuestras manos y seguimos caminando, -Por cierto lo de la invitación, mi madre cumple años esta semana que viene, pero le estamos organizando una celebración pequeña con toda la familia y amigos cercanos de la familia, me gustaría que me acompañaras, es de las pocas ocasiones que mi hermano vuelve del extranjero y de verdad, me gustaría que te conociera, le he hablado mucho de tí y de igual le interesa conocer por quien es que su hermano está loco.
-Así que te traigo loco- digo mientras paso mis brazos por su cuello.
-Solo un poco- me besa. -Pero de verdad, es importante que me digas si me vas a acompañar para reservar nuestros campos.
-Aunque me muera de los nervios, si tu me quieres ahí claro que sí, solo dime que tanto tengo que arreglarme.- le conteste
-Es algo formal, pero tampoco es la gran cosa, es algo íntimo.

La semana se fue muy rápido, ahora nos dirigimos hacia la casa de Mingi para arreglarnos ahí, por suerte Yeo y San me acompañaron a comprarme ropa porque no tenía algo que me fuese a funcionar para algo tan importante, es mi primer encuentro con la familiar de Mingi, estoy demasiado nervioso, al llegar a la casa, por suerte no había nadie, todos estaban en el lugar de la fiesta arreglando los últimos preparativos, o viendo como otras personas lo hacía por ellos, al entrar nos recibieron dos personas que nos ayudaron con nuestro equipaje, la casa era enorme, pero de verdad enorme, o consigo un mapa de esta mansión o mientras camine me voy a perder, subimos al segundo piso, mientras Mingi me daba un tour, nos topamos con una repisa llena de fotos en donde se podía ver varias fotos de Mingi de pequeño, que no pude evitar burlarme de lo tierno y bonito que se veía. -Y esta es tu habitación- dice mientras abre la puerta, me quedé viendo asombrados. -Sí obvio que vamos a dormir en habitaciones separadas-
-No me referia a eso, esta habitación es más grande que mi casa- digo bromeando -Pero creo que me voy a sentir solo en esta habitación tan grande- digo abrazando su cuello
-¿Qué me estás proponiendo señor Yunho?- le doy un pequeño beso y me dirijo a su oreja
-Que duermas conmigo- lo vuelvo a besar, nos seguimos besando hasta caer en la cama, cada vez un poco más intenso en donde la camisa de Mingi estaba a punto de salir volando pero
-Está mi pequeño hermano por acá- se abrió la puerta, de inmediato nos separamos y nos incorporamos. - Bueno no tan pequeño dice riendo. - Ven dame un abrazo.
-Creí que no habías llegado- contesta mingi y corre a abrazarlo. - Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te ví.
-No exageres, solo unos meses, así que este es quien tiene a mi hermano de cabeza, un gusto mi nombre es Song Min.-
-Igual, es un placer conocerte, estoy muy apenado por lo que acabas de ver, te pido una disculpa- digo mientras trato de no tartamudear de los nervios.
-No te preocupes, no sabes cuanto quería conocer, pero no me has dicho tu nombre- me contesta.
-Tienes razón, disculpame,  mi nombre es Jeong Yunho- le contesto mientras me coloco a la par de Mingi.
-¿No les gustaría bajar a tomar algo así sirve que te conozco mejor- bajamos a la enorme sala de la casa y empezamos a conversar, contestaba lo más rápido que podía lo que me contestaba y molestabamos un poco a Mingi con sus historias de infancia y me juraba venganza cuando conociera a mi familia. Uno poco después, cuando ya faltaba un poco para las 19:00 horas subimos cada uno a las habitaciones para empezar a alistarnos, mientras me alistaba llamaba a los chicos para que me dijeran que ponerme, recibí un mensaje de Mingi por lo que pensaba que era una mensaje para apresurarme, por lo que lo ignore y termine de alistarme, escogí un pantalón de a cuadros azul, zapatos de vestir, una camiseta blanca por dentro y un traje a juego con el pantalón, arregle mi cabello con gel, algo que nunca hago y use mis lentes ya que los de contacto me tenían bastante lastimados mis ojos y agarré mi celular, "posiblemente vas a querer matarme, pero tuve que irme antes, mamá ocupaba que fuera por unas cosas y no me daba tiempo a esperar, el chofer te llevará a penas estés listo, te está esperando abajo, nos vemos mi amor", no puedo creer que Mingi me haga esto hoy, me hubiera dicho que lo acompañe, no puedo creer que voy a llegar solo. Baje a la recepción de la casa, ahí estaba un coche con un señor esperando a que saliera, abrió la puerta por mi para luego empezar a conducir, no puedo creer esto, sabía que Mingi venía de una familia con dinero, pero no sabia que tanto.

Llegamos a un lugar a un más enorme que la casa, parecía un palacio,  no puedo creer lo que mis ojos están viendo, el carro frena justo en el la entrada e igual alguien abre la puerta por mí, bajé del coche, y observe todo por unos momentos para luego entrar, mis piernas temblaban, juro por Dios que temblaban, decidí entrar y había un pasillo antes lleno de camarógrafos que inundaron mi entrada con flash, trate de sonreír o de no parecer el ser más patético, de pronto alguien rodeo mis hombros con su brazo lo volví a ver y era Mingi, le sonreí y él me dio un pequeño beso que en algunas de las cientos de cámaras tuvo que quedar captado, para luego hacerme sonreir. Seguimos caminando hasta la entrada oficial, en donde no había solo familia y algunos amigos, habían cientos y cientos de personas que jamás en mi vida había visto.

Pasamos un rato mientras él saludaba a sus familiares y me los presentaba, pero aún sus padres no habían llegado, sonó una canción lenta. -¿Quieres bailar conmigo?- me dijo mostrando su mano sobre mi frente.
-¿Estás seguro? ¿Frente a todos?-
-Sí, ven- tomé su mano y nos dirigimos a la pista de baile.

Lo tomé por sus hombros y él por mi cintura, nos movíamos al  ritmo de la música, tenía un poco de pena, tengo dos pies izquierdos, baje mi mirada, pero él con su mano la sube para que nos viéramos a los ojos, -¿Sabes? Luces demasiado bien, hoy me recordaste porque caí rendido a tus pies desde el primer día-. me dijo con una sonrisa. Mis ojos brillaban, por las lágrimas que estaban a punto de salir de ellos, nunca me habían dicho algo tan lindo, nunca había vivido algo como esto.- ¿Por qué llorar? me pregunta en medio baile.
-Nunca pensé vivir algo tan lindo como esto, de verdad gracias por estar en mi vida- le contesto y me recuesto sobre pecho para seguir bailando, por unos momentos seguimos igual, hasta que él intenta que dé un vuelta, pero por mi poca capacidad de baile no hago más que tropezar hasta caer al suelo, mi cuerpo se paraliza por completo, no puedo creer que he caído en medio de un evento tan importante como este, no puedo moverme hasta que logro ver una mano frente a mi que a lo que logro entender quiere ayudarme a levantarme, en mi mente pensé que era Mingi, la tomó para levantarme, pero me doy cuenta que no es Mingi, se parece mucho a él, pero un poco más mayor, sigo congelado y solo puedo verlo a la cara, tenía un semblante un poco molesto.
-¿Yunho estás bien? Perdón, fue mi error- dijo Mingi acercándose a nosotros. -¡Papá, llegaron! dice viendo al señor frente a mi que ahora sé que es su papá juro por Dios que al escuchar Papá, me imaginé en un escena de cualquier drama en donde los padres del chico adinerado conocen a al persona con la que sale su hijo y hacen de todo para humillarle y echarle del lugar y no los dejan estar solo, había un silencio y una tensión que podía ser cortada en cualquier momento por las palabras hirientes del papá de Mingi, pero para mi suerte no fue así una voz femenina habló desde él fondo. - ¿Estás bien? ¿Te golpeaste? dice una señora que se acerca
-Sí, estoy bien, lo siento mucho de verdad- digo muy apenado
-No te preocupes, lo importante es que estés bien y que nadie salió lastimado, tu debes de ser Yunho, es un gusto yo soy la mamá de Mingi y él el señor Song, de verdad tenía muchas ganas de conocerte.
-De verdad estoy muy apenado, es un placer poder conocer a ambos y espero que tenga un muy feliz cumpleaños-. Le contestó.
-De igual manera, es un gusto conocerte Yunho, espero que mi hijo esté siendo muy bueno contigo- dice el señor, lo que me ayudó demasiado a calmar mis nervios.











Un viaje a las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora