PETER
La veo dormir y no doy crédito que es la misma persona que es tan hiperactiva, intensa y exasperante, parece tan distinta... ahora mismo está con la energía baja, baja del agotamiento físico y psicológico, seguro el no atacarme fue un agotamiento psicológico importante.
Aproveché para acariciar con cuidado su pelo, lo tenía enredado, se lo desenredé y abrió sus ojos, me evaluó en absoluto silencio, y su mirada me intimidó.
-¿Qué estas haciendo?-elevó sus cejas.
-Na... nada..
Aparté mi mano de su pelo.
Lali se rió.
-¡¿Andas tímido Lanzani?! ¡No lo puedo creer! ¡Te gusto un poquito!-me imitó y comenzaron sus sutiles burlas, jugó con mi pelo despeinándolo, y no dejó de tirar chistes de los cuales se reía sola-¿qué?
-¡Qué no te la bancas eh! No soportas el hecho de que a una persona le llames la atención.. y menos que esa persona pueda ser yo-la desafié y ella se comenzó a inquietar, sonreí ampliamente y besé su mejilla-¡necesitas hacerte la graciosa por tu nerviosismo! ¡Para disimularlo!
-¡No necesito hacerme la graciosa, SOY graciosa! ¡Y por naturaleza!-se auto defendió.
Su ceño se quedó fruncido y supe que estaba preocupada, se lo acaricié delicadamente y se relajó.
-Sos muy pero muy graciosa, pero te gusto un poquito mucho, ¡que valioso descubrimiento!-elevé mis cejas haciéndome el lindo y ella suspiró fastidiada.
-¡YA QUISIERAS!-se hizo la indiferente y me reí, agarré sus manos con las mías y le estiré sus brazos, nos quedamos mirándonos otra vez en silencio- ¡¿QUÉ HACES?!
-Intento que la fiera se quede tranquila y prevengo que me ataque por la espalda-le hablé al oído y su respiración se aceleró- igual, mepa que queres atacarme igual
-¿Qué te hace creer eso?-se mordió los labios y se los relamió-¿no me ves tranquila?
-Demasiado, algo debes estar tramando-seguí hablándole al oído, mordí el lóbulo de una de sus orejas siempre con cuidado y ella hizo un sonido similar al del gruñido de un animalito, me reí-sí que sos un felino
-¡Soy madre de gatos! ¡Tiene lógica que sea un felino!-me sonrió orgullosa y rocé mi nariz con la suya sin dejar de mirarla- puedo atacarte igual-me lo advirtió.
-Pero ya no me das miedo Mariana... No te tengo miedo
-Deberías-siguió con sus brazos estirados y sin soltarse de su mano, hizo un movimiento rápido y quedó arriba mío- ¡quién es la que maneja la situación ahora mismo!
-¡Por ahora!-no dejé de sonreírle y ella jugó conmigo al juego de quién es más histérico- estas jugando con fuego, ¡y después vas a tener que bacartela solita!
-¡Siempre me banqué todo! ¡Y siempre te soporté a vos! ¡Así que no sería nada nuevo!
-Es algo nuevo el estar comodísima el cómo estamos ahora-elevé mis cejas provocándola, las ganas de saltar y seguir discutiéndome era TAN notorio en los ojos de Lali que sólo lograba que siguiera sonriéndole- por cierto, buenos días La
-No me digas La-intentó soltarse de mi agarre y negó con la cabeza-¡no me hagas esto! ¡No estoy cien por ciento despierta y por lo tanto sigo idiota! ¡Y cuando estoy en modo idiota hago idioteces!-me miró profundo- no quiero seguir cometiendo idioteces
-¿Lo de anoche fue una idiotez?-me hice el ofendido y ella asintió con la cabeza-¿esto te parece una idiotez?-llevé mis labios a una de sus mejillas y le dejé un besito lento, toda la respiración de Lali en cierta manera cambió y eso me hizo reír- ¡que idiota! ¡Mejor me levanto y arranco con el día!
-¡Pero es Sábado tarado! ¡¿Qué otra mejor cosa tenes que hacer un Sábado por la mañana?!-me respondió desafiante-¡¿leer informes?! ¡¿Hacer observaciones para ver ver cómo despedirme al no ser profesional?!
Sorprendido me quedé quieto, ¡¿qué?!
-Seguís siendo profesional... esto...-¡¿qué carajo es esto?!- esto no es no ser profesional, estamos fuera de horario laboral, y tenes razón es Sábado, por lo tanto hay mejores cosas que discutir con vos
-¡Entonces me voy!-Lali quiso salir de la cama pero la tomé del brazo-¡no me hagas esto Peter! ¡Podría lograr perfectamente el que me sueltes pero no estoy con ganas!
-¡¿No queres que te suelte?!-me reí y ella se quedó congelada, se dio cuenta de que hablo demasiado- que linda boquita, ¡y que sincera! ¡No puedo creerlo!
Lali agarró mi cara entre sus manos y desafiante me sonrió.
-¡Dejá de hacerte el lindo y al mismo tiempo de ser tan boludo! ¡Haceme despertar bien y me voy! ¡Que yo sí tengo cosas que hacer!
No me dio la oportunidad de responderle que me besó, rápidamente deslicé mis manos desde su cintura a su espalda, y nos aferramos al otro cómo koalas.
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Vos no mandas, mando yo
FanfictionJuan Pedro Lanzani se recibió de maestro de primaria y fue elegido cómo el nuevo director del colegio en el que se crió, lejos de ser la persona responsable que es ahora, en el pasado su mala fama le trajo problemas, enemistándolo de por vida con l...