Capítulo 15

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PETER

La veo dormir y no doy crédito que es la misma persona que es tan hiperactiva, intensa y exasperante, parece tan distinta... ahora mismo está con la energía baja, baja del agotamiento físico y psicológico, seguro el no atacarme fue un agotamiento psicológico importante.
Aproveché para acariciar con cuidado su pelo, lo tenía enredado, se lo desenredé y abrió sus ojos, me evaluó en absoluto silencio, y su mirada me intimidó.
-¿Qué estas haciendo?-elevó sus cejas.
-Na... nada..
Aparté mi mano de su pelo.
Lali se rió.
-¡¿Andas tímido Lanzani?! ¡No lo puedo creer! ¡Te gusto un poquito!-me imitó y comenzaron sus sutiles burlas, jugó con mi pelo despeinándolo, y no dejó de tirar chistes de los cuales se reía sola-¿qué?
-¡Qué no te la bancas eh! No soportas el hecho de que a una persona le llames la atención.. y menos que esa persona pueda ser yo-la desafié y ella se comenzó a inquietar, sonreí ampliamente y besé su mejilla-¡necesitas hacerte la graciosa por tu nerviosismo! ¡Para disimularlo!
-¡No necesito hacerme la graciosa, SOY graciosa! ¡Y por naturaleza!-se auto defendió.
Su ceño se quedó fruncido y supe que estaba preocupada, se lo acaricié delicadamente y se relajó.
-Sos muy pero muy graciosa, pero te gusto un poquito mucho, ¡que valioso descubrimiento!-elevé mis cejas haciéndome el lindo y ella suspiró fastidiada.
-¡YA QUISIERAS!-se hizo la indiferente y me reí, agarré sus manos con las mías y le estiré sus brazos, nos quedamos mirándonos otra vez en silencio- ¡¿QUÉ HACES?!
-Intento que la fiera se quede tranquila y prevengo que me ataque por la espalda-le hablé al oído y su respiración se aceleró- igual, mepa que queres atacarme igual
-¿Qué te hace creer eso?-se mordió los labios y se los relamió-¿no me ves tranquila?
-Demasiado, algo debes estar tramando-seguí hablándole al oído, mordí el lóbulo de una de sus orejas siempre con cuidado y ella hizo un sonido similar al del gruñido de un animalito, me reí-sí que sos un felino
-¡Soy madre de gatos! ¡Tiene lógica que sea un felino!-me sonrió orgullosa y rocé mi nariz con la suya sin dejar de mirarla- puedo atacarte igual-me lo advirtió.
-Pero ya no me das miedo Mariana... No te tengo miedo
-Deberías-siguió con sus brazos estirados y sin soltarse de su mano, hizo un movimiento rápido y quedó arriba mío- ¡quién es la que maneja la situación ahora mismo!
-¡Por ahora!-no dejé de sonreírle y ella jugó conmigo al juego de quién es más histérico- estas jugando con fuego, ¡y después vas a tener que bacartela solita!
-¡Siempre me banqué todo! ¡Y siempre te soporté a vos! ¡Así que no sería nada nuevo!
-Es algo nuevo el estar comodísima el cómo estamos ahora-elevé mis cejas provocándola, las ganas de saltar y seguir discutiéndome era TAN notorio en los ojos de Lali que sólo lograba que siguiera sonriéndole- por cierto, buenos días La
-No me digas La-intentó soltarse de mi agarre y negó con la cabeza-¡no me hagas esto! ¡No estoy cien por ciento despierta y por lo tanto sigo idiota! ¡Y cuando estoy en modo idiota hago idioteces!-me miró profundo- no quiero seguir cometiendo idioteces
-¿Lo de anoche fue una idiotez?-me hice el ofendido y ella asintió con la cabeza-¿esto te parece una idiotez?-llevé mis labios a una de sus mejillas y le dejé un besito lento, toda la respiración de Lali en cierta manera cambió y eso me hizo reír- ¡que idiota! ¡Mejor me levanto y arranco con el día!
-¡Pero es Sábado tarado! ¡¿Qué otra mejor cosa tenes que hacer un Sábado por la mañana?!-me respondió desafiante-¡¿leer informes?! ¡¿Hacer observaciones para ver ver cómo despedirme al no ser profesional?!
Sorprendido me quedé quieto, ¡¿qué?!
-Seguís siendo profesional... esto...-¡¿qué carajo es esto?!- esto no es no ser profesional, estamos fuera de horario laboral, y tenes razón es Sábado, por lo tanto hay mejores cosas que discutir con vos
-¡Entonces me voy!-Lali quiso salir de la cama pero la tomé del brazo-¡no me hagas esto Peter! ¡Podría lograr perfectamente el que me sueltes pero no estoy con ganas!
-¡¿No queres que te suelte?!-me reí y ella se quedó congelada, se dio cuenta de que hablo demasiado- que linda boquita, ¡y que sincera! ¡No puedo creerlo!
Lali agarró mi cara entre sus manos y desafiante me sonrió.
-¡Dejá de hacerte el lindo y al mismo tiempo de ser tan boludo! ¡Haceme despertar bien y me voy! ¡Que yo sí tengo cosas que hacer!
No me dio la oportunidad de responderle que me besó, rápidamente deslicé mis manos desde su cintura a su espalda, y nos aferramos al otro cómo koalas.

Vos no mandas, mando yoWhere stories live. Discover now