Capítulo 25

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El agua se detuvo y Chay hizo silencio, intentando saber si Kim seguía allí o se había ido. Había hecho todo lo que había podido.

En el momento en el que votó en su contra supo que Kim probablemente no le iba a hablar por un tiempo, que volvería a ser un ermitaño, pero no esperó que se fuera por completo a otro país immediatamente.

Deseó verlo tantas veces arrodillado a sus pies. Todas esas veces se imaginó que Kim le pedía perdón y le rogaba que fueran novios. Al final Kim resultó de rodillas rogándole que le diera un poco más de poder. Siempre un poco más de poder. Más, para poder ganarle a su hermano. Más, para complacer a su papá, así estuviera muerto. Más, para probarse a sí mismo que era mejor. Más, para resultar solo rodeado de todas esas cosas que no valían nada.

No había podido votar que sí, porque el poder se lo habría tragado y Kim nunca habría sido feliz.

Chay escuchó el sonido de las puertas de los armarios. Se sentó en el suelo de la ducha y se abrazó las piernas. Kim probablemente se estaba alistando para irse de nuevo. Escondió su rostro, no quería llorar de nuevo. No quería esperarlo de nuevo, pero sabía que iba a seguir esperándolo, quizá por el resto de su vida esta vez.

La puerta del baño se abrió y Chay miró la puerta. Kim venía con una toalla, ropa y champú.

— Aquí solo hay jabón y... ¿Qué haces en el suelo? ¿Te sientes mal? — Kim dejó las cosas a un lado y se arrodilló a su lado en la ducha.

— ¿Por qué no te has ido? — preguntó Chay —. ¿Quieres usar el baño primero?

Kim negó con la cabeza. Acarició el cabello húmedo de Porchay.

— No me puedo ir — dijo Kim —. Si me voy, va a aumentar mi deuda. Aunque los intereses te los voy a pagar en la siguiente vida, ¿mmm? No creo que alcance a pagarlos en esta.

— No digas cosas cursis, no te va — Chay abrazó a Kim.

— Ven, voy a lavarte el cabello.

Kim fue por el champú y se quitó la pantaloneta que se había puesto. El agua volvió a caer y Kim también se limpió. Después puso algo de champú en sus manos.

— Eres muy alto — dijo Kim, alzando sus brazos para frotar el cabello del otro.

— Crecí un poco.

Sí, Kim no lo había visto mientras crecía, pero ahora lo notaba. Había cambiado. Había amado a Chay en su adolescencia. Y con todos los cambios, por fuera y por dentro, él seguía sintiendo lo mismo. Quizá no era el mismo joven inocente, pero había crecido lo mejor que había podido teniendo en cuenta las circunstancias.

— ¿Me estás manipulando? — preguntó Kim, mientras seguía frotando con paciencia —. Le escuché a Macau alguna vez que soy fácil de manipular.

— Sí eres fácil de manipular, pero solo por mí. Tranquilo, no lo hago seguido.

— Mocoso — susurró Kim y enjuagó el cabello de ese mocoso.

— Déjame lavar también tu cabello.

Era una experiencia tan nueva, ya se habían bañado juntos una vez, pero esa vez habían tenido prisa, ahora tenían todo el tiempo del mundo. Porchay frotaba con lentitud, masajeaba el cuero cabelludo de Kim, quien estaba de espaldas, simplemente disfrutando de esas caricias. Chay le dio un beso en el hombro. En su mente siempre imaginaba a Kim siendo más alto que él, como en su adolescencia, pero al tenerlo en frente la realidad era otra.

Chay le quitó la espuma y dejó su cabello limpio. Abrazó a Kim por detrás.

— ¿Quieres más? — preguntó Kim, sintiendo que el pequeño Chay parecía estar despierto de nuevo.

Clue [KimChay] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora