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Hoseok solo miro como YoonGi se iba, dejándolo solo, Hoseok se puso de pié y empezo a llorar, no quería ser testigo de más violaciones.

...

Se encontraba sentado en su cama, los cuatro chicos restantes, no decían nada, solo estaban en silencio, hoseok se sentía deprimido, solo quería irse al parque, a mirar a los patos, a las mamás patas, llevando a sus patitos.

— Hoseok, Yoongi te espera en la misma habitación. — dijo Namjoon, desde la puerta de la habitación, hoseok se puso de pié y camino hacía Namjoon y ambos empezaron a caminar hacía en dirección a Yoongi.

— ¿Para que me necesita? — pregunto con temor, Namjoon lo miro por un segundo, y suspiro.

— No lo sé, solo me mandó por ti. Supongo que te tiene tú primer trabajo. — dijo con su mirada baja, haciéndole a entender a hoseok que a Namjoon no le gustaba este trabajo.

— ¿Te gusta lo que haces? — pregunto hoseok con miedo a que Namjoon le llegase a golpear por meterse en temas que no son de su incumbencia.

— No exactamente, pero lo hago por lealtad. — fue lo último que dijo, antes de que llegaran a la habitación, al entrar, pudo ver a Yoongi sentado, fumando un cigarro.

HoSeok se acercó a Yoongi y le hizo una reverencia, a lo que yoongi sonrió ladinamente y tiro el cigarro, casi quemando a hoseok, pero los reflejos de hoseok fueron más rápidos, y pudo evitar quemarse.

— Namjoon, ve a preparar las camionetas, traslademos a los cuatro a el lugar. — Namjoon asintió y salió de la habitación y Yoongi miro con atención a hoseok. —... ¿No tienes curiosidad a dónde los llevaré?

Sonrió, a lo que hoseok asintió, tenía curiosidad y miedo a la vez, no quería saber, pero a la vez si, quería saber a donde sería aquel lugar que lo llevarían.

— Iremos a su nuevo hogar, es un lugar dónde suelo hacer subastas, y dónde también suelo vender a mis chicos. — sonrió y se puso de pié.—... pero contigo haré una excepción, a ti te dejare encargado de preparar a los demás.

— ¿Que es lo que exactamente tengo que hacer? — pregunto con su mirada baja, Yoongi se acercó a él y le señaló la puerta, y ambos empezaron a caminar.

— Cada que terminen de satisfacer a un cliente, tú serás el encargado de subirles el ánimo, para que no se terminen suicidando, no tengo el tiempo como para estarme deshaciendo de algún cuerpo. — sonrió, algo que hizo estremecer a hoseok.

...

Ya se encontraban en una enorme casa, donde al parecer parecía un salón de eventos, pero por la explicación de YoonGi, era la casa dónde se hacían las subastas.

Yoongi se bajo junto con hoseok y camino hacía la puerta de la casa, acompañados de sus escoltas.

— Tú te haras cargo de los chicos y chicas que se encuentran aquí, y mucho cuidado con que pongas a todos en mi contra... Si eso sucede, tú serás el primero en morir. — dicho eso, entraron a la casa, y hoseok se sorprendió por lo lujoso que se veía todo.

Estaría asustado, por las amenazas de YoonGi, y lo estaba, solo que su impresión era mucho más grande que el miedo. Caminaron un par de pasillos más y llegaron a una habitación grande, que parecía ser una sala de práctica, al momento que se adentraron, hoseok pudo notar que ahí se encontraban los cuatro chicos con los que había compartido habitación.

— ¡Todos ustedes! Desde ahora, Hoseok será el encargado de ustedes, les dará las órdenes que yo le daré a ustedes, y me tendrá al tanto de lo que hagan... — mientras Yoongi daba las órdenes, hoseok noto que entre las treinta personas que había en esa sala, habían niñas y niños incluidos, no mayores de quince años.

Algo que lo hizo estremecer, no tenía ni idea de lo que han tenido que sufrir esos niños, para que ahora estén ahí, y seguramente, ya han sido tocados por pedófilos. HoSeok solo hizo una reverencia con temor y miro a Yoongi.

— Bueno, ya claras las cosas... Vamos. — yoongi empujo a hoseok fuera de la habitación, y ambos salieron de aquella sala, y empezaron a caminar al segundo piso de la casa. —... cómo vas a ser alguien con poder aquí, te daré una habitación para ti solo, ya que aquí todos duermen en una habitación compartida.

— ¿Por qué hay niños entre esas personas? — miro a Yoongi, y este solo lo miro con seriedad.

— Ese no es asunto tuyo, yo solo vendo a las personas, no me importa si son niños, niñas, abuelas... No me importan los fetiches de las personas pervertidas. Me interesa el dinero. — dicho eso, Yoongi empujo a hoseok a una habitación linda.

Hoseok cayó de rodillas dentro de la habitación, se sentó en el piso y miro a Yoongi, con temor.

— Bienvenido a tú nuevo hogar. — dijo con una sonrisa de malicia, haciendo que Hoseok se sintiera intranquilo, ya que sabía que se estaba metiendo en algo que lo irá acabando poco a poco, posiblemente, acabará con su corazón.

- ¿En qué me acabo de meter? - pensó para el, mientras se ponía de pié y miraba como YoonGi lo dejaba solo, se puso de pié, y comenzó a recorrer aquella habitación grande, dónde había una pequeña oficina, en la esquina de la habitación.

Hoseok fue a revisar el armario, dónde había ropa, tanto de hombre, como de mujer, había todo lo necesario para su higiene personal, se sentó en aquella silla de aquella mini oficina, y se llevó las manos a su rostro, y lo masajeó en busca de liberarse de aquel estrés.

Estaba apunto de volverse cómplice de una venta de personas, prostitución de menores, estaba siendo cómplice de pedófilos, algo que lo hacía sentirse de mierda. Jamás en su vida imagino caer tan bajo, al punto de llegar a hacer algo como esto.

No podia evitar sentirse mal, aún no se recuperaba de la escena tan perturbadora que había visto, en toda su vida, todo esto hacía más estresante las cosas para el.

...

𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑 {•𝚂𝙾𝙿𝙴•}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora