El choque de Todo

Capítulo 56 : El fin de Voldy

Punto de vista desconocido

Un hombre con una capa sombreada caminó por el atrio del Ministerio como si fuera el dueño del lugar. Le habían ordenado que no llamara la atención, pero no conocía otra manera de caminar. No había gente alrededor, ya que era la mitad de la noche. Marchó hacia el guardia durmiente, en el escritorio de visitas, y lo mató. Sin advertencia, sin amenaza, simplemente disparó un AK y pasó caminando. Fue al ascensor y golpeó el piso del Departamento de Misterios. Su Maestro le dijo que encontrara la profecía, o sería castigado. Sabía a dónde ir, había estado allí muchas veces. Lo que importaba era conseguir la puerta correcta.

Dejó el ascensor y se detuvo en medio del círculo de puertas. Tomaría un tiempo encontrar la puerta correcta, pero tenía toda la noche, así que no estaba preocupado.

En su cabeza escuchó a su maestro diciéndole que se diera prisa. Necesitaban hacer esto ahora, para que el Señor Oscuro pudiera resucitar. La profecía les diría si su maestro necesitaba preocuparse por el niño insolente que había frustrado su último intento. El hombre aún no identificado se preguntó cómo el chico hizo eso, pero su maestro no estaba dispuesto a compartir en este momento.

Una por una, abrió las puertas hasta que encontró la correcta. Estaba tan ocupado que no vio a la doxy en las vigas. No es que le importara un bicho insignificante.

POV de Amelia

Amelia estaba profundamente dormida, habían sido unas semanas largas, y cada día estaba más cerca de encontrar los últimos horrocruxes. Su equipo había averiguado tanto sobre Ya-Sabes-Quién que podría escribir un libro y sería un éxito de ventas. Y ella estaba pensando seriamente en hacer precisamente eso. Su familia estaría preparada para toda la vida. Ella comparte los dividendos con los novatos, ya que ellos hicieron el trabajo de piernas. Incluso pusieron sus nombres como coautores. Tendría que hablar con ellos sobre eso. Solo se preguntaba por qué el departamento no había hecho esto durante la primera guerra. La información estaba allí si uno miraba lo suficiente. Montón de burócratas perezosos.

Sus sueños de ser una escritora famosa fueron interrumpidos por un elfo doméstico que le dijo que había alguien en la Red Flu. Se apresuró a ponerse una bata, porque cualquiera que llamara a esta hora de la noche no tenía buenas noticias. Bajó las escaleras volando para ver quién la necesitaba ahora. Cuando llegó allí, había la cabeza de un hombre envuelto en su chimenea. Reconoció el uniforme rojo de uno de los Inefables.

"¿Qué diablos necesita a esta hora de la noche, señor?", Preguntó ella, cerrando su bata para protegerse del frío.

“Atrapamos a un visitante y necesitamos contactar a Harry Potter. Sabemos que sabes cómo hacerlo. Ven al Ministerio y ayúdanos a cerrar el caso de Voldemort”, dijo el hombre sin rodeos.

"¿Vo... Voldemort?" cuestionó ella, muy preocupada de que el famoso Señor Oscuro estuviera retenido en el Ministerio. “¿Tienes a Ya-Sabes-Quién ahí? ¿Cómo lo estás sujetando?”

“No discutiré esto por la red flu. Ven de inmediato”, dijo el hombre y desapareció.

"Malditos Inefables", murmuró mientras iba a vestirse. "Peor que Moody, son".

Cuando llegó al Ministerio, una doxy la llamó. Fue a la pared donde estaba él y escuchó lo que tenía que decir sobre un hombre sombrío que acechaba en los Salones. Cómo fue al Salón de las Profecías y cómo fue atrapado por los Inefables. Cómo los Inefables lo habían interrogado y le dijeron al Señor Oscuro que tenían uno de sus contenedores de almas y que lo estaban amenazando con destruirlo si no se corporaba. Estaban tratando de que el hombre les dijera si había más, y ella se preguntó cómo la destrucción de uno haría eso. Por otra parte, ella nunca profundizó en la mente de un Inefable. Ahí yacía el caos y los dolores de cabeza. Sin embargo, siempre parecían hacer el trabajo, si se lo proponían. Lo cual no era frecuente.