Victoria Prince

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Desde que salí del hospital con Lili a mi lado, no dejaba de estar molesta, no supe en qué momento decidí llevármela a la casa, casi nunca pasaba ahí, la mayor parte de tiempo pasaba en la oficina o el departamento de Rodrigo, sabía que debía cambiar eso, tampoco quería que pensara que la había sacado de ese lugar para dejarla sola en mi casa, y bueno, también pensar que diría si alguien más la ve.

Me pasé parte de la madrugada con la policía, uno de los hombres que intentaba llevársela logro ser herido, pero el otro escapo, lo han mantenido vigilado y esposado a su cama. Me informaron que según las cámaras de seguridad, ellos llegaron antes de que yo me fuera, estaban en una camioneta blanca y vidrios blindados, lucían muy profesionales. Ella había hecho bien al presionar el botón de seguridad, eso alarmo a las enfermeras y cuando la vieron salir de la habitación sujeta por esos hombres dieron aviso a la policía, gracias al cielo no estaban lejos y llegaron antes de llevársela.

Antes de llegar llamé al un sitio donde venden instrumentos médicos, pedí todo lo que la enfermera me recomendó, pedí a mi nana que los recibiera e indicara donde debían ponerlos, al llegar Lili no se había despertado, la dejamos dormir y sí que durmió mucho, casi una hora completa ni siquiera le hizo la bulla de las personas que metían el equipo.

Salí de mi casa despidiéndome de ambas, ya iba tarde a mi reunión y eso que la había aplazado para dos horas después.

- Buenos días - corrió mi asistente.

- Buenos días, Tobías - dije caminando rápido a mi oficina.

- Victoria, llegas tarde - ya lo sé - todos te esperan.

- Bien, vamos - le dije mientras corría a la sala de juntas.

Dure casi tres horas en esa reunión, muchos estaban de acuerdo en los porcentajes y otros solo querían estarme viendo el culo, firmamos todo lo que se debía firmar y al fin esa empresa estaba completamente vendida, ellos se dedicaban a la ganadería de animales, pude haberme quedado con esa empresa, era muy buen negocio, pero justo ahora no podía seguir a este ritmo, debía empezar con los trámites de la boda, aunque solo sea por el civil eran muchos requisitos que cumplir y después de la boda nos iríamos al menos 2 meses más de luna de miel, yo no lo quería, pero Rodrigo insistió y argumento que así como firmo el papel donde decía que a los 2 años sería el divorcio debía darle esto.

Ya eran pasadas de las 3 de la tarde y yo solo había ingerido como 10 cafés, estaba cansada y mi cabeza me estaba martillando.

- Victoria - asomo la cabeza mi asistente.

- ¿Qué pasa?

- Es tu padre - rodé los ojos.

- Dile que no estoy y que yo le regresaré la llamada.

- No hace falta, ya estoy aquí - su voz llego a mis tímpanos y casi se revientan.

Paso casi empujando a Tobías y sentándose frente a mí, cruzo sus brazos, dándome a entender que no se iría hasta que hablemos. Le hice señas a mi asistente y él salió.

- ¿Qué quieres padre?

- Ayer fui a tu casa - asentí - era tarde, ¿dónde estabas? Rodrigo me dijo que no con él.

- Lo que yo haga no debería importarte, si no mal recuerdo tú elegiste a esa mujer - me miro con enojo - así que no te debo nada para que me esté pidiendo explicaciones.

- Maldita sea contigo - gruño - nunca se puede hablar bien sin que estés a la defensiva.

- Padre, no me interesa lo que tengas que decir - lo mire igual que él a mí - sea lo que sea, nunca será prioridad para mí.

Justicia (proceso)Where stories live. Discover now