Victoria Prince

5K 307 100
                                    

Espere pacientemente que Lili se durmiera. Me tomo por sorpresa todo lo que hizo y todo lo que paso, tuve que tomar toda la fuerza necesaria para poder hacer que parara, casi comenta el error de ceder ante sus ganas y deseos, pero no lo quería de esa manera, quería hacerle sentir que no la quería solo por su cuerpo, había demasiadas cosas que quería hacer antes de dar ese paso.

No me considero que sea alguien que le importe los demás, siempre pensé solo en mí. Pero ella hacía que pensara primero en ella y luego todo lo demás, no sabía qué estaba haciendo conmigo, pero el hecho era que no tenía vuelta atrás. Debia cancelar el compromiso, pero estando encerrada y sin mi movil se me iba a complicar demasiado.

Cuando por fin se durmió completamente, muy despacio salí de la cama, era una tortura tenerla cerca y no poder tocarla, al menos no como yo quería. Fui al baño y tomé una ducha superhelada, ni siquiera me importaba mi herida, a ese nivel de adrenalina y excitación era lo menos que podía importarme.

- Esto será más difícil de lo que creí - me queje frente al espejo.

Regrese a la cama con mis hormonas más calmadas, trate de acomodarme bien, pero en cuanto sintió mi peso en la cama ella solo se abrazó a mí como un coala, sonreí para mis adentros, jamás imagine sentir como todo mi cuerpo anhelaba tener a alguien tan cerca, pero es que así era con ella, tan espontáneo. Aunque por muchos momentos sentia que lo nuestro sería tan efímero con una estrella fugas, no sabía si era por ella o por mí.

********

- Buenos días - una voz tan dulce y melodiosa llego a mí.

- Buenos días, cariño - dijo con un ojo abierto y otro cerrado.

Ella sonrió tan dulce que podía sentir como mi corazón de piedra se quebraba y daba paso a un corazón casi enamorado.

- Hace mucho tiempo que no duermo muy bien - expreso - no tuve pesadillas.

- ¿Cada cuanto? - atreví a hurgar.

- Diario - bajo su cabeza - es como si eso jamás se alejará de mi vida.

Al escucharla hablar así mi corazón se estaba encogiendo, como alguien tan dulce e inocente puede pasar, por tanto. La atraje a mi pecho queriendo borrar cada recuerdo doloroso que ella tuvo, quería darle todo lo que merecía, pero en ese instante lo único que deseaba era que ese dolor que ella estaba sintiendo se pasara a mí, yo lucharía sus batallas, yo sería su verdugo que haría pagar a las personas que se atrevieron a marcarle su vida.

- Lo poco o mucho que sé dé lo que te paso - me aclare la garganta - déjame decirte que eres tan valiente, lograras superar todo eso, olvidarlo no va a estar fácil, pero superar cada momento y dejar de hacer que duela, eso sí lo lograras - la apretuje en mis brazos - voy a ayudarte en todo tu proceso.

- Gracias - me miro con esos ojos verdes cristalizados - no sabía qué habría hecho sin ti.

Trague grueso, era uno de los temores que rodeaban la relación que aún no empezaba con ella, que se sintiera de esa manera solo por agradecimiento y que después se diera cuenta de que solo tenía algún tipo de trastorno de agradecimiento hacia mi persona.

- No des las gracias - hable - solo quiero que estés mejor.

- Me siento mejor - admitió - tú haces que me sienta mejor.

Tenía que cambiar de tema, cada segundo que ella hablaba de esa manera el miedo y la incertidumbre me carcomía la cabeza.

- Quiero hablar con el agente López - le informé - quiero ver si hay una posibilidad de regresar a casa, necesito regresar a mi empresa también.

Justicia (proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora