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Lauren suspiró mientras dejaba que un chofer la llevase a una de las galas de la empresa, odiaba este tipo de eventos, pero eran parte del trabajo.

Hace dos semanas habría estado nerviosa por ver a Camila con un vestido de noche, pero ahora mismo no le apetecía siquiera encontrarse con la otra mujer. Aquella tarde habían tenido otro momento incómodo cuando ambas coincidieron en el ascensor y bajaron las cuarenta plantas en silencio.

Camila había dejado de llamarla Lo, ya no hacía chistes malos ni gritaba a través de la pared, parecía incluso que evitaba a Lauren para no cruzarse con ella a la hora de la comida o la hora de la salida del trabajo. Pero Lauren no tenía nada que hacer, porque Camila no era nada de ella, ni siquiera podía considerarla una amiga, pero tras su cumpleaños pensó que todo sería diferente, pero para su disgusto las cosas habían cambiado para mal.

Lauren llegó al evento y se puso su disfraz de Directora Ejecutiva y comenzó a hablar con los distintos invitados y a poner un show cuando en realidad solo tenía una cosa en la mente, pero por suerte se le daba bien disimular. Lo primero que hizo fue tomar una copa de champagne y empezar a tomar pequeños sorbos para tratar de calmar sus pensamientos.

Cuando llevaba por lo menos media hora en la fiesta la vio por primera vez. En cuanto Camila apareció por su visión periférica Lauren no pudo separar sus ojos de ella. Su intención había sido ignorar su presencia, pero su mente la estaba traicionando porque no podía separar la vista de la otra latina.

Haciendo un esfuerzo titánico consiguió girarse para que la visión de Camila dejase de grabarse en sus pupilas y continuó hablando con uno de los empresarios invitados, pero apenas tres minutos después sintió a alguien tomar su brazo ligeramente a la altura del codo para llamar su atención.

Lauren sabía que era ella antes de girarse, pero incluso estando preparada para tener a Camila tan cerca su pulso se aceleró ante la imagen, Camila estaba absolutamente preciosa con un vestido rojo que estaba haciendo estragos en la imaginación de Lauren.

"Señorita Jauregui" Dijo Camila con aquella sonrisa radiante que deslumbraba toda una habitación.

"Señorita Cabello" Contestó Lauren a modo de saludo y se felicitó internamente por haber mantenido la voz firme pese a que por dentro era un manojo de nervios.

"La veo luego, Señorita Jauregui" Dijo el empresario con el que había estado hablando hasta hace unos minutos y que se había empezado a incomodar por la intensidad con la que ambas mujeres se estaban mirando.

Lauren se despidió del hombre con la mano y se centró en Camila.

"Estás preciosa Lauren"

La mujer de ojos verdes no había esperado aquella frase y clavó sus ojos en los de Camila.

"Gracias" Dijo mirando a Camila con algo de confusión y con una voz inexpresiva "Tú también"

Lauren no sabía que pensar, Camila había estado cada vez más distante y ahora le decía que estaba preciosa y su corazón comenzaba a hacer volteretas en su pecho. Aquella mujer era un enigma y Lauren sabía que la iba a terminar volviendo loca.

Un joven con una bandeja pasó a su lado y Lauren alzó la mano para tomar una de las copas de champagne que llevaba y bebió la mitad de un solo trago.

"¿Tienes sed?" Dijo Camila alzando las cejas.

Lauren miró la copa y vio que con el segundo sorbo se la había terminado casi por completo.

"No me gustan estos eventos" Dijo Lauren, pero lo que en realidad quería decirle a Camila era que ella misma la estaba haciendo perder la cabeza.

"A mí tampoco" Dijo Camila suspirando "Preferiría estar en mi casa"

Secretos [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora