Capítulo 05 🕉

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5. Tazas de café:

Mientras tanto Max se encontraba en la florería con su madre a punto de cerrar.

—¿Era el último cliente de hoy cierto? —pregunta Oma quitándose unos guantes.

—¡Lo era!.

De pronto, el teléfono de Max comienza a vibrar, pero no contesta la llamada al observar la pantalla. Era Leo quien la había llamado unas 10 veces en todo el día.

—¡Contesta el teléfono!, se va a dañar de tanto vibrar metido ahí en tu delantal.

—Es Leo, no he podido darle la cara desde que pasó lo de mi rechazo.

—No eres la primera ni la última que rechazan de un trabajo no te sientas avergonzada —consuela.

—Realmente, no es por lo del trabajo, es que ya él había hecho esto antes lo de recomendarme y de nuevo lo echo a perder. ¡No sirvo para nada!.

—¡Mira esto!, ¿crees que alguien que no sirve para nada como dices arreglaría este adorno floral tan bonito?, tus arreglos se venden más que los míos ¿sabes por qué? —Max la señala con el dedo.

—¡Eso lo sé!... ¿Yo coloco las rosas alrededor y no en medio?.

—¡Eres buena en algo!, el hecho de que no tuvieras suerte como escritora no quieres decir que no tengas otras habilidades.

La campana del local suena y Leo entra después, Max al darse cuenta se esconde bajo el mostrador aferrándose a Oma. Rogándole después que no le diga que se encuentra ahí:

—¡Por favor!... —susurra implorándole que no la delate.

—Oma —se inclina— disculpa que venga a molestarte al trabajo, ¿Max está contigo?.

—¡No!, la deje en casa, no se sentía bien —miente.

Max le hace señas mímicas agradeciéndole, esta la patea con su pie.

—Es muy grave, me gustaría ir contigo a visitarla y llevarle algo de sopa —Max le señala a Oma que no lo deje ir.

—¡No!, ¡no puedes ir! —se apresura a decir.

—¿Cómo?... ¿Por qué?.

—Es que no quiero que te contagie de lo que tiene, pero puedes acompañarme a mí a la parada del bus. ¿Quieres?.

—¡Claro!... ¡Claro que si!... ve por tus cosas.

Oma va atrás y luego regresa con su bolso, camina hacia donde está Max y saca su teléfono junto a las llaves. Esta última hace simular que se le han resbalado de las manos para que Max pueda atraparlas en el aire.

—Mis manos son un poco torpes, cariño, déjame recogerlas y nos vamos —Dice y luego le susurra a Max:

—Hablarás con él jovencita, es como un hermano para ti, debes agradecerle lo que hizo por ti ahora espera unos minutos y yo me iré primero. Cierra muy bien antes de salir —Se levanta después de dejarle las llaves a Max.

—¿Estás listo?, ¿hace mucho frío afuera?... no traje mi chaqueta.

Leo se quita el abrigo y se lo coloca... Ella le sonríe agradecida mientras él le abre la puerta. Ya en la calle camina junto a Leo.

Érase Una Vez Un Kdrama (Version Completa) Disponible En Físico Por AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora