Stay With Me (Leon Kennedy x lectora) RE2 | 1 Libro COMPLETO

8. Porque me importas

— ¡t/n! — escuché mi nombre mientras hacía lo posible por hacer presión en mi abdomen. 

El cuerpo de alguién más se puso a mi lado, sentí las manos de alguién abrazarme y el calor de esa persona me hizo sentir mejor. El frio que comenzaba a sentir se hacía cada vez más insoportable, tenía que curarme de una vez por todas. 

— t/n, tranquila. 

Traté de alzar la cabeza para de menos poder tener un poco de luz y no irme pronto, el dolor pasaría, lo sé, tendría que... este no era el final. Al voltear a ver hacía arriba, mi mirada se fijo en la persona que estaba sosteniéndome, era Leon. Después de todo lo que había descubierto hace apenas unos minutos, estaba sosteniéndome como si realmente estuviese preocupado, como si realmente sintiese mi dolor. 

 A veces veía borroso su rostro, pero me las arreglé para aguantar el dolor y las ganas de cerrar los ojos de una vez. 

— Leon, quédate con ella, yo me haré cargo de Annette —  escuché los tacones de Ada empezar a retirarse. 

—  No... — susurre —. Ve, ve con ella. 

— No voy a dejarte aquí, no con esas heridas. 

Negué mientras respiraba con dificultad. 

— Déjame de una vez por todas, demonios — respiré con dificultad —. ¿Por qué te importo tanto? Solo vete con Ada. 

—  No, tú eres de mi importancia ahora.

Sentí como él me ayudaba acomodarme contra una de las paredes del pasillo. El dolor cada vez se hacía más insoportable y esperaba a que las balas no hubiesen perforado algún órgano vital o estaría realmente jodida si era ese el caso. 

— Espera, voy a vendar la herida — giré la cabeza para verlo sacar de una bolsa una clase de venda blanca para curarse. 

No comprendía por qué estaba haciendo esto por mi, después de lo que le revelaron frente a sus ojos, después de decirle que esto no le importaba en absoluto, después de saber que realmente estaba mintiendo, estaba aquí, ayudándome a curarme, mientras que a la que realmente debería ayudar, estaba persiguiendo a la mujer que ocasionó todo esto. 

¿Era enserio tan importante? ¿Solo estaba haciendo su trabajo como policía? Quería preguntarle sus razones, pero el dolor me hacía imposible sacar más allá de monosílabos. 

 — Leon, por favor... — susurre, deteniendo su mano, que estaba apunto de acercarse a mi herida —. Vete, no valgo la pena en absoluto. 

— No digas tonterías, vales la pena y lo sabes. 

— ¿Por qué... — solté una pequeña tos —, por qué me ayudas? Sabes que te mentí, no fui sincera... y aun así, ¿me vas a ayuda?

— Si... — susurró de manera preocupada. 

— ¿Por qué? — me acomodé en mi lugar, mientras seguía apretando su mano. 

— Porque me importas. 

Miré de una manera triste su rostro preocupado, finalmente aparté mi mano y dejé que se hiciera cargo de mi herida. Levanto de manera lenta mi playera, la sangre ya se había hecho uno con mi camiseta, sería dificil quitarle la gran mancha que ahora la adornaría, pero en general, a el no le importó llenarse de sangre las manos, se hizo cargo de la herida, vendándome el abdomen con delicadeza, teniendo sumo cuidado en no hacerme daño.