Parte 131: Lazos y patadas

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A Liana le encantaba pasar tiempo con su maestra Irelia. No solo la idolatraba desde sus días como bailarina, sino como guerrera y ejemplo a seguir.

Quizás sin esa soberbia que la acompañaba. Pero aquella mañana Irelia le pidió que intentara entrenar de formas distintas...

Y cuando Akali le habló de una artista marcial que usaba patadas, decidió ir a buscarla.

"Y dices que te llamas Liana..."

"Sí, así es..."

"........"

"¿Puedes quitarme la pierna del pecho?"

Liana estaba en el suelo, tirada tras recibir una Patada Relámpago por parte de Minah.

"Pensé que serías una enemiga..."

"¿Enemiga?"

"Últimamente los Navori no me dejan en paz"

"Pero dudo mucho que los Navori usen cintas y lazos rosas, ¿no?"

"Nunca subestimes a un estúpido"

"........"

"Tengo que admitir que nunca he visto a esa tal Irelia... aunque sí he oído hablar de su estilo marcial, es curioso..."

"La maestra Irelia combina la danza con su compenetración con las cuchillas espada que porta, y su movimiento de cadera"

"Veo que eres observadora"

"Cla... claro que lo soy, es mi maestra..."

"Y de entre todos los guerreros jonios, ¿quieres practicar conmigo?"

"No... no se me ocurría a quién podía acudir... y la maestra Irelia siempre dice que tengo que hacer más amigos a parte de Lillia..."

Minah entrecerró los ojos ante esta declaración.

Lo que menos necesitaba ahora era a una extrovertida antisocial que le hablase del poder de la amistad y todas esas cosas...

Aunque para antisocial ella, que amistades no tenía ninguna.

"¿Y qué hay de tu amiga Akali?"

"No creo que ella me considere su amiga... espera, ¿tu no lo eres?"

"¿Amiga suya? ¿No?"

"........"

"Solo colaboramos una vez para darle una paliza a unos idiotas, no puedes basar una amistad en algo así... ¿verdad?"

"No sabría decirte..."

"........"

"La Maestra Irelia siempre habla de una amistad que hizo en el Instituto de Guerra, cuando lo frenó de matar a alguien"

"Qué agradable historia..."

"Siempre que la cuenta lo hace sonrientemente"

"Estaba siendo sarcás..."

Minah se volteó para ver un par de arbustos a unos cuantos metros... arbustos que juraría no estaban hasta hace un momento...

"Liana, ¿qué puedes hacer con esos lazos cortantes?"

"Muchas cosas... ¿por qué?"

"Con tus lazos desplaza una de tus cuchillas por detrás de ese arbusto, luego redirígelo al que está al lado..."

"Que la desplace..."

"Sí, no seas muy ruda"

Liana hizo lo que Minah le pidió, escuchando un par de gritos conforma procedió a hacerlo. De aquellos arbustos surgieron un par de hombres.

"Pues sí que eran ardillas"

"¡Oye! ¡Eso ha dolido!"

"Te fastidias"

"La próxima vez te vas a enterar, loca de las patadas"

"¿Queréis que vuelva a cascaros las nueces?"

Fernandes y David, los asaltadores Navori, se marcharon corriendo ante tal amenaza. Rezando porque su acompañante no usase sus cintas.

Liana estaba un poco confuso por lo sucedido.

"Esa Hermandad Navori... qué pesados..."

"No... no he entendido lo de las nueces..."

"Ya te contaré..."

"........"

"Oye, buen manejo de la cinta"

"Gra... gracias..."

"Pero sigue sin ser tan veloz como mis piernas"

"Eso... eso es porque me pillaste totalmente desprevenida..."

"Bien, en tal caso" - adoptó una posición de ataque - "¿Al mejor de tres?"

Este escenario fue visto en la distancia por una joven de ropas azules, pelo negro corto recogido en un moño y una leve sonrisa. 

Se encontraba sentada en la rama de un árbol, aunque no estuvo sola por demasiado tiempo, ya que Shen se presentó en una rama cercana.

"¿Buscando amenazas?"

"Viendo a las nuevas amistades de Akali..."

"........"

"Ha llovido mucho..."

"Y que lo digas... me alegro de tenerte de vuelta, Faey..."

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora