Parte 169: Consecuencias

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Ophelia había perseguido a Gwen por mitad del bosque, encontrando un escenario bastante particular. Quien encontró a la princesa no fue su maestro, sino dos campeones.

Si hubiese sido solo uno quizás hubiese intentado atacarle...

Quizás solo tenía que salir a decir que esa chica iba con ella, no le reconocerían, pero... quería ver cómo su maestro salía de este lío...

Eso equilibraría un poco el hecho de que le faltase al respeto con tanta regularidad.

"¡¿Cómo pudiste perderle?!"

"Fue usted quien estaba a cargo, no yo"

"Grgrrr..."

"Y quien tuvo problemas con una lechuza, no yo"

"No era una lechuza, sino un ser parecido a una lechuza"

"Creí que era el mejor hemomante"

"Hay algo raro en esa niña... no es del todo un espectro, así que creí que sería medio humana, pero no tiene sangre..."

"........"

"¿No hay ninguna pista que tengas de ella?"

"No..."

"La inútil de mi aprendiz... querida Ophelia, me decepcionas..."

"Por mucho que mejorase, no dejaría de decepcionarle" - afirmó con total calma - "En eso se parece bastante a mi madre"

"Tu madre fue mejor aprendiz que tú"

"........"

"¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?"

"Solo estaba pensando... en cómo reaccionaría el Rey Arruinado a su fracaso... son familia, pero parecía no guardarte aprecio..."

"Chsst... todo por una boda..."

A Ophelia le costaba entender cómo Vladimir, al cual le encantaba ser todo un dramático, y sin embargo rechazó ir a la boda de su sobrino.

Mientras tanto, en la mente del vampiro aún quedaba una alternativa.

Y fue ese mismo pensamiento el que le llevó al templo de la Orden de las Sombras.

"Vladimir... ¿qué haces aquí?"

"¿Y quién es la chica albina?" - preguntó Yusari - "¿Maga?"

"Acércate, vastaya, y coagulo tu sangre hasta el punto en que te duela respirar"

"Tomo nota..."

"Vladimir, necesito tu ayuda... o la de Kayn, tu Orden en general..."

"........"

"Y no me vengas con ese silencio, sabes que me debes un favor"

"¿Por qué debería deberte yo algo?"

"Te ayudé las dos veces que tu aprendiz me pidió ayuda, ¿o lo has olvidado?"

"Vladimir, relájate un poco, ¿no?"

Quien habló fue Kayn, que descendió del tejado del templo de un salto. Intercambió una mala mirada con Ophelia, a quien parecía caerle mal.

Ambos se conocieron una vez, y ambos se transmitieron palabras despectivas.

"Te noto muy tenso, ¿dónde está tu calma habitual?"

"Bajo tierra"

"¿Eh?"

"Se trata de la familia de Camavor" - explicó Ophelia - "Le han involucrado de alguna manera en un asunto familiar..."

"¿La familia de Camavor?"

"Habla del Rey Arruinado"

"No serás tú la causa de que hayan llegado a Jonia..."

"No me des tanto mérito, yo solo me encontré con ellos en terreno Jonio una vez llegué... y ojalá que eso no hubiese pasado..."

"¿Para qué viniste?"

"Vine a buscar un objeto maldito o algo, petición de la Rosa Negra"

Zed supo en seguida que se refería a la misma caja que utilizó Jhin para contener al Engullealmas. Y que ahora ellos tenían.

Pero esa información se la reservaría por un tiempo...

"¿Y qué necesitas de mi Orden?"

"Encontrar a una muchacha... pelo azul, vestido blanco, de nombre Gwendoline..."

"¿Buscas a una cría?"

"No es solo una cría... es una larga historia..."

"........"

"Pero si me ayudas a encontrarla, quizás podrías sacar más tajada de la que llegases a imaginar"

"¿Cómo?"

"Eres aliado de Thresh, el espectro más pérfido, temido por casi todas las Islas de las Sombras... ¿pero y ser aliado directo del Rey Arruinado?"

"........"

"Podrías tener esa chance en la palma de tu mano"

"Bien... veremos qué podemos hacer..."

"La necesito viva, de una pieza"

"¿Viva? ¿Por qué una niña viva se juntaría con el Rey Arruinado?"

"Es solo medio viva... o algo así, es confuso..."

"Pues empieza por el principio"

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora