La primera vez con mi chico

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(Parte 2) 


Ya había cenado cuando el timbre sonó. Tenía una toalla envuelta en mi cintura cuando me dirigí a la puerta y al abrirla, allí estaba él... Gulf.

—¿Siempre abres la puerta, solo envuelto en esa toalla? —dijo a manera de saludo.

—Buenas noches señor Kanawut —respondí y sonreí.

—¿Me dejarás pasar? —Preguntó y yo di un paso al costado para permitirle ingresar.

—Un poco tarde para seguir con esa ropa dando informaciones por los apartamentos, Sr. Kanawut ¿No?

—Así es —Me dijo, mientras entraba— Y solo para que lo sepas, no me corresponde a mí, dar ningún aviso o información a nadie— sonrió. Me tomó por la cintura y... me besó.

Aunque hubiera querido, no podría haber evitado responder a aquel beso. Mi pene había tomado total control de mi cuerpo, lo besé, mientras gotas de presemen comenzaban a salir de la punta semierecta. Su boca era dulce. Me quitó la toalla con las manos, eran rasposas, pero a la vez, la cosa más morbosa y excitante que nunca antes había sentido. Me dejó completamente desnudo. Mientras yo comencé a abrirle la camisa. Tomó su casco y me lo puso. Dejé la camisa junto con el chaleco caer al suelo y seguía besándolo, ya no solo los labios, sino toda la cara, los ojos, la frente, las orejas, el cuello. Mordí la punta de su nariz. Quería sentir el sabor de cada centímetro de su piel.

Mis manos le quitaron el cinturón cargado de herramientas que traía, di un salto, con el sonido que hizo al caer, y el respondió apretándome contra sí, me sentí más seguro que nunca en sus manos. Desabroché su pantalón y al bajar, dejaron a mi vista unos calzoncillos blancos, que ocultaban un impresionante pene, tan erecto que el elástico estaba separado de su cintura. Metí mis manos dentro de su calzoncillo y me permití tocar sus nalgas. Las abrí y comencé a jugar con su ano. Mientras él me mordía suavemente por todos lados y sonreía mordiéndose los labios, completamente sonrojado.

Me separé de él un instante, en lo que jalaba una silla para hacer que se sentara. Me acuclillé frente a él y retiré sus pesadas botas.

¿Acaso era cierto? ¿Esto realmente estaba sucediendo?, Pensaba entonces. Tenía frente a mí a Gulf, el chico de la construcción.

—¿Cómo supiste? —pregunté.

—Departamento limpio, decorado, azul, siempre tan pulcro y viviendo solo. —dijo

—Eso es un estereotipo —respondí

—Además tienes un Mini Cooper —añadió.

—Ese es otro estereotipo —yo había empezado a besar sus musculosos y fibrosos muslos— de vez en cuando salgo a acampar.

—Usas pantalones muy apretados —agregó como buscando opciones...

Me reí, le quité los calcetines y los dejé en el piso, junto a su casco y tiré un poco de los vellos de su pierna.

—Está bien, está bien —chilló— solo me aventuré.

Hizo un gesto con la cara como preguntándome si ya estaba satisfecho. Volví a reírme y me puse de pie. Compartimos una profunda miranda y luego terminé sentado a horcajadas sobre sus piernas, y volví a besarlo.

Comencé a mover mis caderas de manera sugerente, rosando mi culo contra su pene, que parecía estar a punto de estallar.

—Te voy a coger como nunca lo han hecho, Gulf —Le susurré al oído.

Sweet pleasure - MewGulf 🔥 (+18) - HP7.1Where stories live. Discover now