Mil veces sí

266 32 5
                                    


(Parte 4)


El camino a la habitación fue rápido, usamos el ascensor y en ningún momento dejamos de devorarnos la boca. Íbamos besándonos y nos tocábamos mucho, al nada más entrar dejamos las cosas en el tocador junto a la puerta y nos despojamos de las toallas, que era lo único que nos privaba de una completa desnudez. Mew se arrodilló y capturó mi polla en su boca. Vaya que lo necesitaba. Un fuerte gemido abandonó mi boca, en cuanto empezó a mamarla y se sentía exquisito. En ningún momento Mew dejó de decirme lo delicioso que era y definitivamente lo delicioso para mí, era sentirlo a él. Terminé en su boca y él como de costumbre se bebió hasta la última gota de mi semen.

Aun no me recuperaba del orgasmo, pero Mew también necesitaba atención, me guió hasta el sofá y me hizo arrodillar sobre él, con cuidado.

—Necesito estar dentro de ti, ahora.

Empezó a acariciar mis nalgas y abrirlas, para degustarse visualmente, antes de masajear su polla. Luego hizo que chupara sus dedos y los dirigió a mi entrada. Poco a poco, empezó a introducir uno de ellos —normalmente, no necesito preparación, pero llevamos varios días sin hacerlo, así que Mew, está siendo cuidadoso—. Cuando sabe que puede introducir un dedo más, lo hace y juguetea con ellos dentro de mi esfínter. Me arranca algunos gemidos y de inmediato mi polla empieza a cobrar vida, una vez más. Mew se acomoda entre mis nalgas y comienza a rozar la entrada de mi necesitado culo, empuja con cuidado la cabeza de su pene y decido que voy a ayudarlo separando mis nalgas para su fácil acceso. Primero lo hice con una mano, pero apoyé mi pecho contra el espaldar del mueble y usé mis dos manos. Eso lo calentaba siempre.

Entonces él estuvo listo para embestirme por completo. Soltó mis manos y las dirigió hacia adelante y empezó a cogerme; inició con movimientos algo lentos, hasta que toda su virilidad estuvo dentro de mí, lo sentía caliente, eso me excitaba, me dolió un poco al principio —porque sí, la polla de Mew es grande y gruesa, no tengo ninguna queja de ella— pero se fue convirtiendo en placer, ese placer que me gusta sentir. Llegaba muy profundo, me estaba destrozando las entrañas, tanto así que, entre gemidos roncos, una vez más me corrí. El salió de mi interior tras algunas embestidas más, y me llevó en brazos hasta la cama. Allí me cogió de lado, con la pierna levantada, haciendo presión contra mis glúteos. En un rápido movimiento, se acostó sobre su espalda, dejándome a mí, encima, dándole la espalda, y cabalgándolo hasta que los gruñidos y gemidos de su boca, llenaron la habitación. Supe que se había corrido, cuando sus uñas se clavaron en mis caderas.

Liberé su polla, lentamente y me acomodé junto a él en la cama.

—¿Cuántas horas faltan para que amanezca? —Pregunta él, aun tratando de recuperar el aliento.

—Al menos tres. —Respondo.

—Bien. Aún tenemos dos horas más, antes de tomar un baño y descansar.

La sorpresa me hace fruncir las cejas, pero no tengo tiempo de cuestionar nada, porque mi mano ha sido capturada por la de Mew y llevada directamente a su erección. ¡Dios mi futuro esposo, nunca deja de estar empalado!

Nos besamos con pasión. Mi lengua recorrió su cuerpo, mientras sus manos me acariciaban la espalda y un instante después, ya me encontraba saboreando el líquido preseminal que emanaba de su polla. Seguí lamiendo, chupando y mamando esa exquisita polla hasta que la mía también volvió a estar dura.

Ahora Mew está detrás de mí, dispuesto a continuar con la faena en la ducha, y yo no hago más que disfrutar, lleno de placer, mientras su boca recorre mi espalda, dejando besos por todos lados. —En dos horas tuvimos sexo en cada rincón de la habitación, fuimos a la parte de la cocina y me cogió contra la encimera. Sobre una de las sillas, de pie, y contra la pared, con mis manos sujetas a mi espalda. Dios, esa sensación era indescriptible, casi me desmayaba de la locura y a él no se le ocurrió mejor idea que recostarme contra la alfombra y seguir follándome el culo ahí, mientras mordisqueaba mis labios, cada vez que jadeaba, por su causa. Me levantó, después de un momento y tomó mi lugar. Nuevamente estaba sobre él, dispuesto a cabalgarlo, sé que él disfruta mucho esa posición. Sentía más placer. Durante un tiempo mantuvimos esa posición, hasta que no sé porque vez, terminé corriéndome, con su mano envuelta en mi polla. Nos levantamos y nos dirigimos a la ducha, donde llevamos unos minutos—. Le pido que me cargue y él me gira y me levanta. Tengo las piernas en el aire mientras me coge. Sus huevos chocan con mucha fuerza, me encanta el sonido que hacen nuestros cuerpos húmedos. Me siento en la gloria, Mew me hace inmensamente feliz. Lo que hacemos no es solo sexo, hacemos el amor con inmensa pasión y lujuria en partes iguales y sobre todo es entrega total de un sentimiento que no tiene fin. Siento el orgasmo construirse en mi interior y tras escuchar el sonoro gemido de mi amado termino corriéndome entre nuestros abdómenes.

Miro por la pequeña ventana del baño y noto que ya está claro.

—Creo que hemos despertado al sol —le digo sonriendo.

—Lo siento mucho —me dice y eso me sorprende—. No te he dejado descansar, como deberías. Ahora tendrás ojeras.

—¿Que dices? Podemos dormir todo el día, o bueno hasta que nos de hambre. No tienes que cocinar, pediremos algo.

—No, no podemos hacer eso.

—¿Por qué no?

—Porque antes del mediodía estaremos diciendo Si acepto, frente al altar.

Mis ojos se abren como platos ante tremenda confesión, pero luego río como un desquiciado, causando que Mew ría también.

—Estas bromeando ¿cierto?

Miro el anillo de compromiso, que llevo usando apenas unas horas, en mi dedo y mi quijada cae hasta el piso, cuando veo que Mew está totalmente serio.

—Se suponía que hoy te pediría matrimonio, y que nos quedáramos una semana más, pero mi asistente olvidó colocar el anillo en mi saco y lo dejé en la oficina. Por eso... bueno, ya sabes... y como estabas muy enojado, decidí cambiar todo. Convencí al gerente de que preparara todo para una boda, no dentro de cinco sino un día. Y esta noche tuve que encerrarme en el baño a llamar a nuestras familias y amigos cercanos, para que vinieran. Sabía que bajarías a la piscina, por eso fingí dormir, para poder pasar por la administración y entregar el anillo, para comenzar con mi sorpresa. Por cierto, gracias, por no usar el ascensor, me regalaste unos minutos, pero no me esperaba que estuvieras desnudo ahí abajo, así que me conformé solo con el champagne. Y pues... Así que a las once de la mañana todos estarán aquí.

—Y si mi respuesta hubiera sido NO.

—Pues te hubiera convencido. Aunque estaba seguro de que sería un rotundo sí.

—A decir verdad...

—Me lo ibas a pedir tú, de no pedírtelo este fin de semana.

—¿Como-?

—Eso no importa. Lo que importa ahora es ¿Te casarás conmigo?

—Sí. Mil veces sí, mi amor.

—Pues bien, terminemos aquí y déjame llevarte a la cama. Necesitas descansar al menos un momento.

» Mew y yo, nos conocemos muy bien, sabemos lo que nos gusta y lo que nuestro cuerpo demanda al otro. El aroma que desprendía, embriagaba mis sentidos. La luz del día que bañaba su cuerpo, lo hacía tremendamente sexy.

Sus ojos emanaban fuego, con ellos recorría mi cuerpo y podía sentir su calor. De sus manos salía pasión cada vez que me acariciaba. Y dejándonos llevar por el amor que sentimos, una vez más nos fundimos en uno solo. Haciendo nuestro el momento, antes de bajar al jardín y decir Sí acepto.


𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

-----------------

Y este fue nuestro primer relato.

Cuéntenme si les gusto (quienes por primera vez lo leen) y quienes lo leyeron antes, lo recordaban?

Cuéntenme si les gusto (quienes por primera vez lo leen) y quienes lo leyeron antes, lo recordaban?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sweet pleasure - MewGulf 🔥 (+18) - HP7.1Where stories live. Discover now