Una agradable excitación

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(Parte 2) 


Sentí como la mano de la persona me rozó la nalga, y me retiró la sábana suavemente, exponiendo toda la extensión de mi culo al aire, y pareciera cómico, pero eso hizo que me diera frío, sentía como se me enchinaba la piel. Los dedos de la persona pasaban rozando mi piel, la polla me palpitaba y mis fosas nasales, se llenaban con el olor a colonia de hombre.

La persona se había quitado los zapatos, y de reojo fui capaz de observar mientras se alejaba, la forma de un hombre, en ropa deportiva, con gorro, aparentemente un deportista. Se comenzó a despojar de su ropa y la puso en el sillón, pensaba que, si bien me sentía extasiado por el evento de exhibicionismo, si el tipo quería cogerme, sería una experiencia desagradable para él cuando le metiera un par de puños. Vi que el tipo literalmente se quedó solo en calzoncillos, y regresó a sentarse en la cama. Seguro se acostaría a dormir.

Se acomodó junto a mí, sentía su mirada observándome, no me tocaba, solo me veía, y mi cuerpo estaba a mil, mi calor era evidente, algunas gotas de sudor se debían estar formando en mi rostro, y en mi entrepierna el líquido pre seminal salía en grandes cantidades; parecía que estaba orinando en la cama. Sentí el colchón hundirse por el peso de mi compañero, mi cuerpo, sin ordenárselo, se acomodó a las nuevas circunstancias y un costado de mi muslo y nalga rozaban el cuerpo de mi compañero. Sentía como ocasionalmente lo movía para sentirme y yo hacía lo posible para sentirlo, también. La temperatura estaba aumentando para ambos. No quería voltear a verlo directamente, por lo que hacía ligeros movimientos para tener una mejor postura para ver. Mi compañero, se estiró, apagó la luz y la habitación quedó en tinieblas, pero como había dejado la ventana abierta, la iluminación exterior entraba y le daba una visión de resplandor a la parte baja de la cama, que permitía distinguir perfectamente bien lo que pasaba dentro, junto a mí, aunque era incapaz de ver el rostro de la persona a mi lado. Él se volvió a mover, se puso de pie y se quitó los calzoncillos, aproveché el momento para girar mi cabeza, quería seguir exhibiéndome, y quería que viera los músculos de mi espalda, mis brazos, bíceps... Yo lo podía ver de espaldas y su cuerpo era hermoso y muy parecido al mío, debía tener la misma edad que yo o por lo menos estar cerca, aunque no podría saberlo, al menos así lo parecía, sus glúteos eran cuadrados, debía dedicar muchas horas al ejercicio. Se recostó casi a la misma altura que yo, y aunque de inicio no sentía su cuerpo, mientras se acomodaba en el colchón, su pierna tocaba mi muslo, y mi codo conforme lo iba bajando logró dar con su brazo, pensaba que podría ser incómodo, y no creía que pudiera golpearlo, porque yo mismo era el que estaba haciendo los acercamientos y tomando la iniciativa. Estiré lentamente mi brazo, y sentí como lo sujetaba suavemente y lo pasaba por encima de su pectoral, dejándolo reposar ahí. Estando en contacto nuestros cuerpos, percibía como dirigía su mano a su entrepierna, sentía como con movimientos suaves, estiraba su polla, y me imaginaba que con sus dedos distribuía el lubricante alrededor del glande. El olor que ahora percibía era de un macho en excitación, de líquidos y desparpajo que lejos de disgustarme me estaba encantando. Como si quisiera ayudarle moví mi mano a su entrepierna... el cuerpo de mi acompañante se tensó, y escuchaba como gemía de placer, gemidos leves pero llenos de intensidad, de emoción, y un grito ahogado de un Ahh... mientras su cuerpo se estremecía, y entraba en estado de orgasmo, no sabía que tan cerca estaba mi mano de su pene, hasta que sentí como el semen resbalaba y caía encima de mi mano. Él, usó mi mano, la tomó y limpió los rastros de semen, y luego la puso encima de su miembro; podía sentir como disminuía en tamaño, mientras mis dedos descansaban sobre sus huevos, en una mezcla húmeda de sudor y semen.

Él no quería terminarlo, y yo estaba saboreando ricos orgasmos descargando semen, sin tocarme, sin verlo, sin saber quién era, pero sintiendo una terriblemente agradable excitación. Ya había eyaculado en dos ocasiones, la tercera vez que lo hice, fue cuando sentí como unas gotas de semen caían en la comisura de mi boca, mi lengua sentía el líquido, lo saboreaba, una nueva sorpresa para mí, porque creía que vomitaría si probaba semen. Muchas de mis amigas comentaban que no les gustaba el sabor, y a mí, me gustó. Fue tal la sensación que, sin pensarlo, en un movimiento lento, y después de mucho rato de aguantarme, llevé la mano que descansaba sobre su polla, a mi boca, no tuve ningún tipo de pudor cuando con la lengua recogí todo rastro de semen.

Entonces él, se acercó a decirme al oído:

—Supe que estabas despierto desde que entré en la habitación. No hay habitaciones disponibles. Estaba en la recepción cuando llegaste pidiendo una. No fue un error que nos diera la misma, yo quise que ocuparas la mía, Gulf.

—¿Ehh? 

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Sweet pleasure - MewGulf 🔥 (+18) - HP7.1Where stories live. Discover now