Como cuando éramos chicos

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(Parte 2)

 

Ya cerca del mediodía, cuando la lluvia parecía estar calmándose. Y como no había clientes, decidí ayudar a Gulf en el taller.

Mientras yo volteaba las prendas y las doblaba. Gulf se encargaba de arreglar los cortes de tela, que mi padre había dejado tirados por todos lados, haciendo espacio para la nueva mercadería.

De rato en rato, Gulf se acercaba a la estufa para calentar sus manos, y ya sabiendo que era hora del descanso, de entre sus ropas mojadas, saca una revista antigua, porno, envuelta en una bolsa, que según me contó la había encontrado en una de las gavetas de su padre, en el garaje. Material XXX, en nuestras manos después de mucho tiempo.

—Ven, mira —me dice.

Yo me acerco y me sorprendo de lo que veo, era una fotonovela pornográfica, casi una reliquia, por lo antigua, en la que iban contando una historia cuadro por cuadro, como si fuera un cómic, pero con fotos que iban llevando una situación sexual.

Nos acomodamos frente a la estufa, para mantenernos calientes (mala idea... o buena) y lentamente fuimos ojeando cada una de las páginas. Pasados unos minutos, tuve que apoyarme contra una mesa porque ya no podía disimular mi erección, en cambio Gulf cada tanto se acomodaba el paquete, dentro de los pantalones.

—Mew yo... voy... me acomodaré la polla porque me molesta, está muy dura. —me río.

—Me encuentro en las mismas —le digo— y ambos reímos y nos acomodamos, más relajados, las pollas en nuestros pantalones.

—¿Te acuerdas cuando teníamos doce y jugábamos? —me pregunta, y yo haciéndome el tonto le pregunto de vuelta.

—mmm ¿al futbol? —me mira como diciendo pendejo— pero en realidad me acordaba muy bien lo que hacíamos, ya habían pasado casi cinco años desde que dejamos de hacerlo.

—No... a que nos hacíamos la paja, o intentábamos —y me reí para relajar la situación.

—Si me acuerdo, y también de la paliza que nos dio Mike al descubrir que le robamos su película. ¿Te salieron pelitos ya? —baja un poco el chándal que le presté para mostrarme, dejando ver apenas la cabeza de su polla, eran unos vellos lacios, negros, que resaltaban aún más rodeados de la nívea piel. Yo imito su acción, pero al tener la piel más oscura y el cabello castaño, no se ven tanto como los de él, además que mi cuerpo era casi lampiño.

Gulf me sorprende de pronto, metiendo su mano dentro del pantalón. Comienza a hacer movimientos alrededor de su polla, y... por supuesto que yo no podía quedarme atrás en una situación como esa ¿no? a lo que también imité el acto.

—Veamos quien la tiene más grande —me dice.

—Está bien —le respondo, y ambos sacamos nuestras pollas y las acercamos para poder compararlas.

La polla de Gulf, medía 18cm, estando más erecta quizá podría llegar a crecer otro par de centímetros. Un glande tipo bala al que le seguía una longitud recta y delgada, de color blanca que dejaba entrever las venas azules que la recorrían. La mía media 23cm empalmada, sí la he medido, y era más gruesa, algo curva y con el glande más cabezón. Se notaba la diferencia de tamaño, pero él quiso compararla lado a lado y eso hicimos. Nos pusimos frente a frente y cual si fuesen espadas las cruzamos, él acercaba su glande hasta tocar mi pubis como para acortar el largo, cosa de hombres, y de repente me pide que nos las toquemos...

Correcto, realmente está por suceder, cuando éramos chicos cada cual se masturbaba a sí mismo. Nos sobábamos entre nosotros, con la ropa puesta, pero nada más... y en cinco años, a pesar de tenernos toda la confianza del mundo, no habíamos vuelto a hacer nada parecido. Es más, siempre estábamos tratando de ligar con alguna chica, para que fuera ella quien jugueteara con nuestra polla, bueno, al menos yo lo hacía, porque Gulf... él... pues él no.

Yo tomo la polla de Gulf y la aprieto, pensando que él podría hacer lo mismo con la mía, pero estaba equivocado. Al tomar mi polla con su mano, inmediatamente comenzó a masturbarme... suave y lentamente.

Con la revista abierta sobre la mesa y uno a lado del otro, empezamos a masturbar, al contrario, mientras lentamente íbamos cambiando las páginas.

Gulf se mordía el labio, y entrecerraba los ojos, a cada bombeada que hacia mi mano en su polla. Yo, estaba deleitándome con la imagen, cuando nuevamente, aun con los ojos cerrados, me propone jugar como cuando éramos más chicos —a las sobaditas, como le llamábamos en aquel tiempo— acepto de inmediato y sin decir quién iba primero, ya lo tenía detrás de mí.

—Bájate el pantalón —me dice— así podrás sentir mejor el calor de la piel. —y con las manos temblorosas es él quien me lo baja.

Luego, con una mano pone su polla entre mis nalgas y con la otra sigue masturbándome lentamente, la sensación que sentí en ese momento fue muy linda, pero a la vez me daba vergüenza, ¿Por qué? porque obviamente nunca ningún chico me había tocado —jamás— aparte de Gulf. Yo no sabía cómo debía estarme sintiendo, no sabía lo que pasaba conmigo, no entendía muchas cosas, como los conceptos de activo y pasivo, porque simplemente no me había parado a pensarlo, y en ese momento, empezaba a sentir que podría ser capaz de someterme a cualquier cosa, por extraña que pareciera, que Gulf quisiera hacer conmigo. Por un momento disfruté ser quien recibía toda la atención. Pasaron varios minutos sintiendo la delicadeza de su agarre en mi polla y su polla abriéndose paso entre la divisoria franja de mis nalgas, llegando cada vez más cerca de mi orificio... y sí, me gustaba ser un pasivo para él, porque estaba descubriendo que agarrar una polla se sentía rico, pero tener un hombre atrás de mí se sentía espectacular, porque ese hombre era Gulf.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Sweet pleasure - MewGulf 🔥 (+18) - HP7.1Where stories live. Discover now