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Mis manos temblaban mientras observaba a baji irse.

Esa realidad que tanto me abrumaba el estar en este lugar tomaba poder sobre mis miedos.

-baji..-susurre para voltear atrás y observar a mikey quien se mantenía en seriedad observando cómo el pelinegro tomaba aquella decisión.

Mientras poco a poco se acercaba para posicionarse a un lado mío.

-y bien tendremos nuestra cita- sonreía inocente como si de un niño se tratase.

Pero observe su mirada...

Aquellas que daba cuando quería aparentar que todo estaba bien.

Solo asentí con la mirada baja.

Mientras él caminaba hacia su motocicleta.

No me quedo mas que seguirlo.

...

Lo observaba comer pacíficamente, mientras comía aquel menú infantil, me irritaba.

Demasiado.

Dejaría simplemente ir a baji? Uno de sus mejores amigos para incluir esa escoria?

Eran mis pensamientos en ese momento.

- tsk-chasquee la lengua llamando su atención.

-todo bien darin?-me observo algo confuso, era claro, desde el momento en el que no había comenzado a rechazarlo rompía todas nuestras conversaciones.

-de hecho no... Manjiro- me observo algo sorprendido- realmente te gusto o solo soy una más de tus perras?-lo mire interrogante.

Días antes lo había escuchado.

Tenías que llamar la atención de sano para que fueras una de sus perras eso era lo que todos decían.

-de que demonios hablas darin? Realmente me gustas- sonrió con esa mirada...

Vacía que solía dar.

-mientes...-susurre lentamente haciendo que el me observara un tanto dolido.

-dai...-pauso.

- no puedes simplemente dejar que baji se vaya Manjiro- mis manos temblaban esperando su respuesta.

- la respuesta es no, que acaso de gusta ?- bramo molesto.

Tragué fuerte, tal vez esto rompería algo en ambos.

Claro que lo haría, pero no podía dejar las cosas así.

- keisuku baji? Que si me gusta si sano keisuki baji me gusta- su mirada se entristeció para salir por aquella puerta.

Era lo mejor...

Más Allá De Todo [Mikey Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora