Capítulo 13: Shay & Chris

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Me despierto de un sobresalto por un ruido proveniente de la cocina. En cuanto me puedo sentar en la cama, ignorando completamente el terrible dolor de cabeza que siento, noto que a mi lado la cama se mantiene lisa. Camino hacia la cocina, y en el camino me encuentro con una manta gruesa y una almohada en el sofá. Tom definitivamente había dormido ahí. 

─¿Te encuentras bien? ─ pregunto al notar varias cosas en el suelo.

─No quise despertarte, lo siento ─ menciona con un par de sartenes en la mano ─ Se ha caido una gran pila de ollas. ─ sonríe mientras se asoma detrás de la mesada.

─Y yo me disculpo por el desastre de ayer, no tendrías que haberte visto enredado en todo eso... sobre todo por Shay, no sé que hacía, lo siento Tom.

─No te preocupes. Estaba haciendo desayuno, ¿te quedas? 

─Creo que es mejor que me vaya a mi casa... he sido un problema ya lo suficiente.

─No digas eso ─ dice mirandome fijamente, en un tono suave ─ Además.. deja que alguien cuide de tí. 

─¿Y tú serás esa persona? 

─Claro que seré esa persona, preciosa. 

─¿Entonces no te molestó que te haya llamado anoche? ─ pregunto, mientras me acerco y rodeo su cuello con mis brazos.

─Me molestó que me llamaras sabiendo que tu amiga, mi alumna, estaba allí. No me molestó pasar por tí.

─¿Por qué dormiste en el sillón? 

─Porque te recuerdo que ayer estabas un poco... hormonal, y no quería tener que rechazarte de nuevo. 

─¿Eso? ¿O que no podrías rechazarme de nuevo? 

─Tengo cierto autocontrol, pero también soy humano, cariño. 

─Me gustaba más cuando me decías amor. 

─Así que lo recuerdas. 

─Soñé con eso toda la noche ─ sonrío. 

En ese mismo momento, el timbre del apartamento de Tom suena, y nos deja besándonos en medio de una multitud de ollas desparramadas en el suelo. Él ve hacia la puerta y luego me ve con los ojos bien abiertos. El timbre vuelve a sonar. 

─¿Quieres que me esconda? ─ pregunto, como broma. Él frunce el ceño. 

─Solo es Christopher ─ responde mientras ve por la mirilla de la puerta. Da la bienvenida a un hombre alto y musculoso, y sus ojos claros me observan como si fuera un nuevo mueble en casa de Tom. Alza las cejas en mi dirección y Tom prácticamente lo mete dentro del apartamento antes de volver a cerrar la puerta. 

─¿Quién es y por qué me mira como si tuvieras un perro en un edificio donde tener perros está prohibido? ─ pregunto, y tener que pensar toda esa oración hace que mi cabeza duela. 

─Creo que no nos conocemos, jovencita. Soy Christopher Hemsworth ─ dice mientas toma mi mano y lleva mis nudillos a sus labios. Alzo las cejas en sorpresa y mi mirada se va hacia Tom, que rueda los ojos como si eso fuera completamente normal en su amigo. 

─Un gusto. ─ menciono. 

─¿Me darás de comer, Hiddleston? ─ pregunta el hombre, y mi chico ríe como si hubiera sido el comentario más gracioso del mundo. ─ ¿Otra vez peleando con las ollas? 

─Algo así ─ dice mientras vuelve a la cocina, pero antes, voltea a verme ─ Recuerda que tienes un-

─Si, lo recuerdo ─ digo, porque sé perfectamente que he dejado un outfit completo en uno de los cajones de su armario. Me meto a su habitación y cierro la puerta. Mientras me visto, escucho al hombre hablar con su amigo. 

Bad idea, right? | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora