Capítulo 20

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HuxLey

Aprieto mis labios contra la curva de su cuello mientras su mano se desliza por mi pelo―. Sí, ―susurra, quedándose callada por una vez.
Mi mano se desliza por su vientre y le agarro el pecho mientras continúo entrando y saliendo de ella.
Esta mañana me he despertado necesitando a mi chica. No porque la haya echado de menos -no se ha perdido de vista a menos que esté en el trabajo-, sino porque me apetecía. Me despierto todas las mañanas con ganas de ella y, por suerte, ella también tiene ganas de mí.
Duro como una piedra cuando me desperté, me acerqué a ella y aún recuerdo el sonido de su gemido cuando levantó una pierna y me dejó entrar.
Esta tiene que ser una de mis posiciones favoritas: tumbado, follándola por detrás mientras descansa en su almohada.
―Tan bien, tan cerca, ―digo.
―Yo también, ―exhala con fuerza.
No hay nada salvaje en lo que estamos haciendo ahora, es más bien comodidad. Es perezoso, pero se siente tan jodidamente bien.
Le doy unos cuantos golpes más mientras siento que se aprieta a mi alrededor, y cuando sé que está a punto de caerse, le pellizco el pezón, y eso es todo lo que hace falta con mi chica. Ella grita mi nombre, se aprieta, y entonces me manda al límite también.


  Juntos, aguantamos la ola de euforia hasta que ambos estamos saciados y respiramos con dificultad.
No me muevo y ella tampoco mientras recuperamos el aliento. Jugueteo despreocupadamente con su pecho y la acerco más.
―La manera perfecta de despertarse, ―dice ella, con su voz soñadora.
―Sí, soy un afortunado hijo de puta.
Se ríe y apoya su mano sobre la mía―. Tengo suerte de que puedas seguir el ritmo de mi libido.
―¿Estás diciendo que eres más... necesitada ... que yo? ―No recuerdas lo que pasó en medio de la noche? ¿Cómo podría olvidarlo?
Me desperté con ella cabalgándome. No tenía ni idea de que estaba empalmado, pero aparentemente lo estaba, porque en una nebulosa de ensueño, abrí los ojos para encontrar a Lottie flotando sobre mí, con sus tetas rebotando maravillosamente mientras usaba mi polla para correrse.
Lo más caliente que he experimentado.
―Lo recuerdo. ―le doy un beso en el cuello―. No estoy seguro de que vaya a olvidar eso.
Apartándose de mí, se gira en mi abrazo y pregunta―: "Debería avergonzarme?.
Me río a carcajadas―. Nena, deberías ser recompensada. Eso fue muy caliente.
―¿Sí?
Asiento con la cabeza―. Sí. Por favor, siéntete libre de hacerlo de nuevo, cuando quieras.


  Sus dedos juegan sobre mi pecho―. Anoche estabas tan duro que me despertaste, y aunque seguías durmiendo, sólo podía pensar en cómo se sentiría deslizarse sobre ti.
―¿Y cómo se sintió?
―Increíble. ―desliza su pierna sobre la mía y su mano cae sobre mi
pectoral, su pulgar pasando por mi pezón.
―Si sigues así, nunca saldré de esta cama. ―Sería eso algo malo?
Le agarro el culo y le doy un apretón―. Tú y yo tenemos trabajo que hacer. Decir que estamos enfermos ya no funcionará. Todo el mundo sabe que en realidad no estaríamos enfermos.
―Ugh, odio las responsabilidades del mundo real.
―Tú y yo, ambos, ―digo, presionando un beso en su nariz.
Suspirando, se aparta de mí y se levanta de la cama, para mi desgracia. Esperaba tener más tiempo para abrazarla.
La ducha se enciende, indicando el comienzo del día.
Gimiendo, me levanto de la cama y camino por el suelo de madera hasta el baño, donde encuentro a Lottie de pie junto a la ducha, sosteniendo uno de sus vibradores y mostrando una sonrisa traviesa.
―¿Quieres divertirte en la ducha? No tiene que preguntar dos veces.

/////

―Hombre, ¿estás escuchando?
―¿Eh? ―pregunto, mirando a JP, que parece más que irritado conmigo.

  
  ―Estoy tratando de hablar de nuestro negocio aquí y no puedes darme dos segundos antes de que estés soñando despierto.
―No estoy soñando despierto, ―digo, aunque eso es exactamente lo que estoy haciendo. Sigo pensando en Lottie y en la sonrisa perversa que me dedicó antes de frotar su vibrador arriba y abajo de mi polla, haciendo que me corriera en treinta segundos, según contaba en su cabeza.
―Mentira, ―dice Breaker―. No has prestado atención a una maldita cosa que hayamos dicho en toda la reunión.
―Eso no es cierto en absoluto.
―¿Oh? ―pregunta Breaker―. Entonces, ¿quién hemos dicho que llega en
cinco minutos?
¿Alguien va a llegar en cinco minutos?
―Uhh... ¿Karla? ―pregunto, sonando más patético de lo que me gustaría. Breaker pone los ojos en blanco y JP levanta los brazos, molesto.
Llaman a la puerta de mi despacho y Karla se presenta con su tableta en la mano.― Sr Cane, el Sr. Dwayne Hernández está aquí para verlo.
―Gracias, ―le digo a Karla―. Hazlo pasar.
Cuando se va, digo rápidamente a mis hermanos―: Dwayne está llegando.
JP me ofrece un lento aplauso―. Vaya, hombre. Impresionante.
No tengo tiempo para una réplica sarcástica, porque Dwayne entra en mi despacho.
He hecho muchos negocios con Dwayne en el pasado. Es un buen hombre, alguien en quien confío, alguien con quien no me importaría hacer más negocios, especialmente desde que lidera la zona en cuanto a construcción limpia, sostenible y puntual. Es nuestro hombre de confianza. Y si prestara atención antes en lugar de soñar despierto con Lottie, sabría exactamente por qué está aquí.

A not so meet cute (01. Meghan Quinn) Where stories live. Discover now