Ella era una heroína en busca de afecto masculino, él era un villano que necesitaba cumplir una misión personal que necesitaba de una mujer para "crear una familia". No obstante, cada uno tenía un secreto que debía mantenerse oculto para cumplir sus...
Hawks y Lady Nagant se dirigían al edificio de la Comisión Nacional de Seguridad y Héroes. Al llegar por la azotea, la tensión regresaría, especialmente para Kaina.
— Senpai, quiero decirte que te admiro muchísimo. Y espero que salgas bien de esta situación y puedas reunirte con la pequeña. Cuídate mucho. -Hawks se despidió haciendo la reverencia mientras ella estaba en la puerta de entrada al techo-.
— Arigato, Keigo-kun. Tengo miedo, pero esto es por Eri-chan. No tenía idea que ella realmente sufría por algo más difícil, no me perdonaré no haber podido salvarla en verdad. Así que haré lo que esté en mis manos para ayudarla y enmendar mi falta de visión. -ella estaba determinada a hacer lo que ella consideraba correcto-.
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(Cr: @ sankakuhan en Twitter)
Hawks se retiró volando de ahí, tenía que seguir con su investigación en Deika pero la cabeza la tenía en su senpai. Mientras que la bicolor fue hacia la oficina de su jefa, la recepcionista le dijo que la presidenta Nori Kaneko no estaba.
Tsutsumi solo le dijo que abriera la puerta de la oficina de la jefa. La secretaria estaba insistente, pero nerviosa, en que no podía. Pero el rostro que connotaba sed de sangre de Kaina fue más poderoso. Así que la bicolor entraría y se sentaría frente al escritorio, pero del lado de los visitantes.
Luego de 20 minutos, apareció la presidenta. Su semblante serio no solo no se alteró, sino que se incrementó cuando la heroína del rifle se puso de pie.
— Nagant... -la jefa fijó su vista algo molesta en la bicolor-. Te ordené que no vinieras a trabajar, ¿qué haces aquí?
— No me diga mentiras, Kaneko-dono. -Kaina estaba nerviosa y molesta-. Sé que hoy hubo una operación importante y ordenó a los héroes que me detuvieran porque les dijo que yo colaboré con unos villanos.
— ¿Y es mentira? -la presidenta tenía un rostro serio-.
— Totalmente, yo no colaboré con ningún villano. Conocí a un hombre que trabajaba en un laboratorio clínico, me dijo que era viudo y tenía una hija. Yo conviví con ella y nunca demostró señales de haber sido abusada físicamente. Era muy retraída, pero no me detuve a pensar más allá de la explicación que me dio ese tipo. Pero, esa pequeña sufrió más de lo que nadie en esta vida merece. El tiempo que pasé con ella me hizo darme cuenta que yo quiero un futuro, una familia tal vez pero sí quiero a alguien en mi vida que me espere cuando llegue a casa... -Kaina se vería interrumpida por la presidenta-.
— ¿Con un villano, eso quieres? Abre los ojos, Tsutsumi. -cuando la llama por el apellido, significa que la situación es seria-. Los héroes viven bajo un estrés constante porque se creen inmortales por tener la licencia y salvar personas. Es una labor noble, pero ingrata. No podemos garantizar que todos vivan, aunque vivimos en un mundo sobrenatural, hay cosas que nunca podremos lograr. Un héroe no puede entregarse a sus emociones porque duda, tendría tanto que perder si no es capaz de hacer su trabajo porque tendría otras responsabilidades. Tener familia no es algo que puedes elegir si eres un héroe profesional, porque si algo les pasa, el cargo de consciencia será aun mayor porque pensarás que pudiste hacer más. Además, ¿crees que esa niña querría que volvieras a verla luego de todo lo que vaya a pasar después de la operación? Ayudaste a un villano, y aunque digas lo contrario, eso te hace igual de culpable cuando confirmó en batalla que estaban relacionados.
