Capítulo 6

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POV Camila

El sonido del despertador entrando por mis oídos interrumpió mi sueño y, con ello, me despertó. Ya es jueves, mañana tengo el examen. Me llevaré los apuntes de nuevo al hospital y seguiré estudiando.
Después de arreglarme bajo a desayunar, mi madre se encuentra preparando las tortitas para desayunar.

- Buenos días hija -dice con el delantal puesto y la sartén en la mano.
- Buenos días mamá -me acerco para darle un beso en la mejilla -¿queda mucho para que esté preparado?
- 5 minutos, ¿tienes prisa?
- Sí -me acomodo en la mesa.
- ¿Cómo llevas los exámenes? -pregunta interesadamente.
- Mañana tengo uno.
- ¿Y piensas salir? No señorita, te quedas en casa estudiando -se da la vuelta y me dice enfadada.
- Pero mamá tengo que salir, es importante.
- Nada de peros, ¿dónde es tan importante que vayas?
- Yo... - me quedo callada, me ha pillado, no puedo contarle.
- No se diga más, te quedas en casa estudiando.
-¡Joder! - me levanto de la mesa y salgo corriendo hacia mi habitación.
-¡Cuidado con esas palabras! -escucho a mi madre gritar desde la cocina.

Entro en mi cuarto cerrando con un portazo. Camino de lado a lado arransando con lo que veo.

-¡Joder! -grito tirándome a la cama y escondiendo mi cabeza en la almohada.

Se me salen un par de lágrimas de los ojos que acaban perdidas en la almohada.
No podré ir hoy, y mañana tengo el examen así que no podré ir hasta el mediodía, eso si llego a tiempo antes de que no acepten visitas.
Espero que no se sienta abandonada, le prometí que iría cada día y ahora no iré en un día y medio.
Después de que se me pasara un poco el cabreo, me levanté de la cama, recojo lo que tiré por el cabreo y me senté en la silla acercándome al escritorio. Comencé a estudiar y así me quedé hasta la hora de comer. Aunque no me llegaba a concentrar del todo, porque me venía a la cabeza la chica del hospital, Chris y Sandra. Necesito hablar con Dinah.
Antes de ir a comer, llamo a Dinah para hablar con ella.

-¡Hola Mila! -dice Dinah en cuanto coge la llamada.
- Hola DJ -contesto su saludo pesadamente.
-¿Qué te pasa? ¿Estás agobiada con el examen de mañana?
-Ojalá fuera eso... Lo que sucede es, a ver como te cuento porque sucedieron muchas cosas. Ayer iba de camino al hospital cuando me tropecé con alguien y no hubo otra persona en el mundo, que justo fue con Sandra.
- ¿Tu ex? -pregunta incrédula Dinah.
- La misma, total, que quería hablar conmigo y yo no la dejé. Me iba a marchar y me agarró fuerte del brazo, me estaba haciendo daño, pero un chico llegó y me libró de ella.
- ¿Te hizo daño? Mira que llamo a mis primos para que le den su merecido.
- No DJ, no hace falta que llames a la trupe de primos que tienes para eso.
- ¡Que sí, Mila! Verás como así te deja en paz.
- Déjalo Dinah, no merece la pena. Ya me ayudó aquel chico, se acabó.
- Bueno, tendrás que decirme quién es ese chico, para que le pueda agradecer por haber salvado a mi mejor amiga, y a la vez regañarle por no haberle dado su merecido a la idiota esa -dice Dinah aún con un tono enojado - ¿y qué más ha sucedido?
- Pues hoy iba a ir al hospital, pero desayunando mi madre me preguntó si tenía exámenes. Le dije el de mañana y me dijo que no me dejaría salir hasta mañana para el examen. Le prometí a la chica que iría cada día y mira, ya le fallé, otra vez.
- Mila... ¿a tí te gusta esa chica? -pregunta seriamente.
- ¿Qué dices Dinah? ¡No! Yo aún quiero a Sandra.
- Eso no quiere decir que no te pueda gustar la chica del hospital -dice mi mejor amiga con media sonrisa, aunque no la vea sé que la tiene por su tono de voz.
- ¡No! Solo me preocupo por ella porque por mi culpa está así.
- Sí... claro... -dice DJ con burla.
- Ogg Dinah de verdad que a veces eres idiota, déjame, ¡que no me gusta!
- Que sí, que sí.
- Mira voy a colgar porque contigo es que no se puede.

Cuelgo la llamada y bajo a comer.

La tarde pasó igual, intentaba estudiar pero la culpa por no ir al hospital me rondaba la cabeza. Al menos logré aprenderme las lecciones para mañana.

POV Lauren

Creo que ya es de día, aunque aquí siempre es todo igual, pero la voz de la enfermera y el médico en la revisión de la mañana me hace saberlo. Estoy ansiosa esperando a que llegue Camila, quiero volver a escuchar su voz, sentir su tacto...
Permanezco esperando un tiempo, creo que han pasado horas, y aún no he sentido que haya llegado. ¿Dónde está? ¿Me habrá abandonado? No... no por favor, no quiero que me sigan abandonando más, ya estoy cansada de eso.
Se me saltan las lágrimas pensando que, quizás, Camila me haya abandonado. Sigo esperando por bastantes horas, creo que hasta se hizo de noche. Más tarde, escucho de nuevo voces pero son la enfermera y el médico. Sigo esperando por horas teniendo la esperanza de que vuelva. Ha pasado un día y medio y no ha venido. De nuevo entierro mi cabeza entre los brazos y comienzo a llorar.

Tiempo después levanto la cabeza de entre mis brazos, donde la tenía mientras lloraba, y ocurre algo raro.
Veo a lo lejos a una persona, pero no distingo quién es. Se va acercando, por su figura determino que no es Camila en otro de sus sueños. ¿Quién es?

- Lauren... -me dice una voz de anciana.
- No... no puede ser... -me quedo estupefacta y paralizada - abuela, ¿qué haces aquí?
- Vengo para ayudarte -dice mi abuela ya cerca de mí.
- ¿Ayudarme a qué? -me levanto y me acerco para abrazarla, pero cuando voy a ello no consigo llegar a tocarla -¿porqué no puedo tocarte?
- Porque no estás muerta. Vengo a ayudarte a que puedas llegar a tocarme y venirte conmigo.
- ¿Quieres que muera? -le pregunto incrédula.
- Vamos dime, ¿qué perderás en el mundo en el que vives?
- Mis hermanos, Camila...
- Oh Camila, esa chica que te venía a visitar, y hablo en pasado porque parece que también te ha abandonado - habla mi abuela seriamente.
- ¿Porqué me dices esto? ¿Qué te pasa? -por los recuerdos que tenía de mi abuela, ella no era así.
- No me pasa nada, solo te digo la verdad. Ven conmigo, serás feliz -dice tendiéndome la mano.
- ¿De verdad? -dudo si cogerle la mano.
- Sí, allí no hay maldad, nadie te abandonará.
- Bueno, iré entonces. No quiero seguir en esta mierda de mundo.

Me acerco para cogerle la mano pero, de nuevo, no consigo tocarla.

-Tienes que quererlo de verdad para conseguirlo.

Me concentro, en poco tiempo intento de nuevo tocarla y esta vez puedo sentir algo de su tacto. Llega a mis oídos, desde arriba, un pitido que va sonando más rápido. Lo intento otra vez y consigo tocarla del todo. Ahora el pitido se hace constante y escucho voces de los médicos, dicen que estoy en parada cardiorespiratoria.

- Lo conseguiste, ¿vámonos? -me pregunta mi abuela.
- Vámonos.

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Siento la tardanza hay días en los que no estoy inspirada. Espero que les guste, se agradecería comentarios para saber que les parece.

Yo no quería (Camren)Where stories live. Discover now