Capitulo 5

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En la actualidad—Virginia

El aire frío golpeó los pulmones de Burke como un cuchillo en el pecho. Se obligó a inspirar más profundamente a medida que ellos se movían fuera de la casa y se dirigían hacia el coche. Ellos. No sólo Jessa, sino también Caleb. Su hijo. Esa verdad le golpeó. Si el pequeño mechón de pelo negro no delatara al niño, estaba el hecho de que Jessa no había estado alrededor de ningún hombre durante el año pasado excepto Angus. Quien resultó que era un gato. Por lo que apostaba que Caleb era de ellos.Después de todo, ella sólo había tenido dos amantes en toda su vida.
¿Cómo podía el detective privado que habían contratado equivocarse tanto? Otra pregunta para otro momento.
Cole permanecía cerca del coche.

- No he podido encontrar a nadie más en la casa, sólo ese maldito gato. Está en el coche. Desagradable bola de pelo. He llamado a la policía. Vamos a sacar a Jessa de la casa en caso que el idiota de Delgado esté diciendo la verdad - Cole frunció el ceño mientras Jessa corría hacia el coche con el bebé envuelto contra su pecho. - ¿Es otro maldito gato? No más. El primero tiene una maldita actitud. Por no mencionar su aliento.

La manta se soltó y Caleb hizo un pequeño gorjeo, su pequeña cabeza se giró para estudiar a los recién llegados. A diferencia del sombrío rostro de su madre, Caleb estaba feliz. Sonrió, mostrando una boca sin ningún diente.

- Esto es un bebé, Burke. ¿Qué demonios? - La boca de Cole estaba abierta.

Si la situación no hubiera sido tan terrible, se habría deleitado con la sorpresa de su hermano. Nada amedrentaba  a Cole. Incluso cuando habían sido atacados por diez soldados talibanes armados en un callejón afgano, simplemente mató a su mitad, se encogió de hombros y dijo “Te lo dije” antes de abrir otra botella de cerveza del mercado negro. Burke aprovechó la ocasión para agarrar las llaves de las manos de su hermano.

- Tus  poderes  de  observación  son  asombrosos.  Metete  en  el  coche.  Necesitamos alcanzar a los policías. Jessa entra.

Ella negó con la cabeza.
- Usaré el mío. Tengo un asiento para Caleb.

Burke sintió que perdía la paciencia. ¿Ella no se había dado cuenta de la gravedad de la situación?

- Te meterás ahora en el coche. Maldita sea, Jessa, alguien acaba de tratar de matarte. Ese capullo dijo que puso cargas por toda la casa. Cargas quiere decir que la mierda estallará - gruñó. - No sabemos cuántos ojos están sobre nosotros ahora mismo. Metete en el coche.

La cabeza de Jessa giró como si estuviera buscando a quién permanecía en las sombras observando. Su mano fue protectoramente sobre la cabeza de Caleb, acurrucando todo su cuerpo contra el de ella. Se deslizó en el asiento delantero del SUV alquilado y cerró la
puerta. Cole simplemente se quedó mirando el lugar donde ella había estado de pie. Burke miró ferozmente a su hermano y abrió la puerta del conductor.

- Espabila.

Cole señaló la casa.
- ¿Vamos a dejar que su marido muera? Ella no nos perdonará.

- No hay marido. Angus es el puto gato. Ella no estaba tratando de salvar a su marido, Cole. Estaba intentando de salvar a Caleb, su bebé.

Cole frunció el ceño y sacudió la cabeza.
- Ese bebé no puede tener más que unos pocos meses. Si no hay marido, eso significa…

- Caleb es hijo nuestro, sí. Bueno, hijo de uno de nosotros, biológicamente hablando - La biología no importaba en su caso. Lo que un simple test de paternidad pudiera decirles no tenía ninguna importancia. Este era su hijo. No importaba quien había proporcionado el ADN. Como todo en su vida, era compartido e idéntico. Caleb era de ellos.

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