Capitulo 22

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Si él tenía razón, ella estaba en un rincón, queriendo algo de ellos, pero no teniendo idea de cómo pelear contra su orgullo para simplemente pedirlo.
Entonces le había manipulado para conseguirlo. Ella le podría necesitar mucho más de lo que él hubiera esperado. 

- No es tan duro sin esposas y una mordaza de bola, ¿verdad? - Ella lo miraba con desdén. 

Cole probó las aguas, cruzando el cuarto para elevarse sobre ella. Cruzó sus brazos sobre el pecho e invadió su espacio personal, dirigiéndole una mirada oscura y densa. Miles de lascivos pensamientos sobre Jessa desnuda y debajo de él, entre los dos, cruzaron por su mente. Dejó que cada uno de ellos se reflejaran en sus ojos. Alivio y excitación llamearon por el rostro femenino. Ella debería estar reculando, pero no lo estaba haciendo
porque Cole claramente podía ver que ella no quería avivar su ira solamente. Ella había estado buscando excitar su polla, tal vez incluso su corazón. Jessa los deseaba. ¿Los necesitaba? Las próximas horas lo dirían.   Esto podría no resolver nada, pero él no iba a renunciar a su para siempre sin una pelea. Tenía la esperanza de que su tío pudriéndose en el infierno estuviera rechinando los dientes. Él se había preocupado por toda la bazofia que el viejo le había hecho tragar. Jessa
podría  no amarlo, pero  a  ella  le importaba. Eso sería suficiente  por ahora. Era un comienzo. 

- Jessa, cierra la boca o vas a tener un severo castigo.

Aunque él había hablado en voz baja, Jessa y Burke se callaron inmediatamente. El aire se congeló. 

- Tú no tienes el derecho de castigarme.  - su respiración se aceleró y sus mejillas se sonrojaron.

Terca y pequeña sub.

- Voy a tomarlo si tengo que hacerlo. No me superes, nena.

- No me toques. 

- Oh,  pero tú me deseas - Él  se acercó  un  poco  más, satisfecho por su brusca inhalación.

Entonces sus hombros se relajaron y sus ojos se suavizaron, como si supiera que iba a conseguir lo que deseaba.

- Estás equivocado.

Oh, ella estaba cavando su tumba con esas palabras jadeantes. Él sonrió.

- Tú no admitirías la verdad. Sospecho que vas a pelear conmigo, aun cuando ambos sabemos que lo deseas. Tú deseas que te folle, Jessa. Te mostré un mundo nuevo y luego te dejé sola para sufrir. No has estado con nadie desde esa noche, ¿verdad? No te atrevas a
mentirme.

- Te mentiré todo lo que quiera, Cole. Toda nuestra relación ha sido una mentira.

- Eso es puro cuento, pero entiendo porque te sientes así. Ahora, tenemos algunas horas hasta que podamos salir. ¿Quieres sentarte aquí y entender cómo lidiar de manera razonable  con  esto  o  quieres  jugar  este  jueguito  hasta  el  final,  hasta  su  inevitable conclusión? - Él se sentía mucho más tranquilo ahora. La culpa seguía allí, pero ahora
podía ver con toda claridad que ella necesitaba lo que solo él podía darle.

Burke  se quedó  en silencio al lado de su hermano, dejando  que Cole tomara la iniciativa. Él clavó la mirada en Jessa con ojos entornados. Seh, finalmente su gemelo estaba en el ajo y a bordo. 

- ¿Y qué juego es el que crees que estoy jugando?

- Tú estás creyendo que puedes tomar el control de la relación D/s con un poco de manipulación, nena - Y normalmente él no mordería el anzuelo, pero si esta era la única
manera de regresar a ella, entonces esta vez, él cambiaría las reglas. -  Estás haciendo tu mejor esfuerzo para llevarme a un lugar donde simplemente te folle y tú no tengas que consentir. Nos deseas a ambos, pero estás demasiado herida para pedir lo que necesitas. Hay un único problema con ese panorama. Esto tiene que ser consensuado. No voy a
violarte, ni siquiera para fingir. 

Su virgen Secreta Where stories live. Discover now