Jeon Dynasty [ Kooktae ]

"33"

Jungkook no necesito más de dos segundos para entender sus palabras.

Sus ojos se agrandaron en demacia al ver la pequeña risa cínica que tenía Dongwook en el rostro. Miró rápidamente a su costado, encontrando a Naheun de la misma forma que él, no creyendo en verdad lo dicho.

-Debes de estar mintiendo-Fue lo que respondió Jungkook. Su lobo tomando posición defensiva al sentirse amenazado.

Dongwook intercaló su mirada entre ellos, antes de que su rostro se tornase serio y su voz saliera fría.

-Yo no miento

Y después de decir eso, hizo una seña con su cabeza.

De la nada, alfas vestidos de negro entraron a la casa, desde la cocina, la sala el principal, incluso de arriba. Todo aquello había sido una emboscada.

Jungkook se lanzo rápidamente a golpear a Dongwook, creyendo que si llegaba a este podría usarlo como soborno, pero un dardo se clavó de lleno en su espalda.

-¡Jungkook!

Su mente comenzó a apagarse lentamente, censurando cada sonido y distorsionado su visión. Sintió el cuerpo pesado y como perdía el balance, cayendo de bruces al suelo.

Escuchando como su nombre era gritado por una voz fina, antes de desmayarse.

-¡MALDITO!-Le grito Naheun a Dongwook con la cólera exudando de todos sus poros.-¡NO ERA NECESARIO HACER ESTO! Pudiste tener todo de manera pacífica.

-¿Acaso no escuchaste lo que te dije?-Contornando los ojos, Dongwook la miró por última vez, antes de darse la vuelta-
Sédenla.

[...]

Sentando en el sillón, junto a su madre, estaba el peligris. Después de su "reconciliación" no dijeron otra palabra. Todo quedó en silencio.

Su hermano ya había subido a su habitación para volver a dormir, teniendo la certeza de que su madre no volvería a hacer lorar a su hermano.

Fueron eternos minutos que perduró el silencio, hasta que su madre abrió sus labios.

-¿,Q-quien es el alfa con el que-silencio. Todavía estaba procesando todo aquello, pero necesitaba saber que no era una persona tan mala-Estabas haciendo eso?

Si era sincero, si se esperaba esa pregunta, así que tomando aire, contestó.

-Es...el dueño del conglomerado de Samsung-Dijo bajito. Miró a su madre para ver su reacción.

Sus ojos ensanchados y boca semi abierta lo decían todo. No se esperaba esa noticia.

-P-pero, es imposible-Comentó-Nadie en Seúl sabe de él, ni siquiera saben cómo es en persona. ¿Estás seguro que de verdad es el dueño de esas empresas?-Cuestiono preocupada.

Taehyung asintió seguro, viéndola directo a los ojos. Su madre respiro onda mente, confiando en las palabras de su hijo.

Otra vez volvió a reinar el silencio, pero esta vez no era uno incómodo, si no un silencio que se sentía bastante liviano. Es aquel silencio que te da la sensación de que no hay nada que ocultar, un silencio de sensación de alivio por decir algo que tenía mucho tiempo callado.

Pero el silencio cómodo fue interrumpido por el sonar de su celular. Rápidamente, pensando que era Jungkook, agarro el celular, extrañándose al ver un número desconocido para él.

Arrastrando el icono verde, se llevó el celular hacia los oídos, escuchando una voz agitada.

-¿Hola?-Se escuchó de la otra línea.