Sueños Indebidos

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Se arrodilló sobre el césped del campo deportivo. Su respiración era irregular y pastosa.

«Joder... deja de pensar en eso...

Deja de pensar, en él.»

Apretó los ojos y clavo sus uñas sobre el césped verde. Había estado corriendo sin descanso, debía drenar esos pensamientos. Debía  hacerlo o cometaria alguna locura.

El solo pensarlo hacia hervir su sangre, era como fuego recorrer sus venas. Apretó los dientes, enfurecido, de su mandíbula rodó una gota de sudor la cual resbaló hasta su mentón.

Se veía caliente. Muy, caliente.

Había estado tan furioso con Baekhyun desde ese día que, cuando se le paso el enojo, la necesidad por él llegó, ahogándolo. La idea que otro hombre lo tocara o pensara siquiera en poner una mano sobre su piel, lo enloquecía. Temía lastimar a alguien en ese estado.

Miro su reloj de pulso.

«2:15 am»

Era deprimente.

Deseaba tomarlo entre sus brazos y apretarlo. Era demente.

—Te deseo, Byun Baekhyun. Te deseo... tanto.

Gritó con todas sus fuerzas. El mundo era un pedazo de mierda, tan injusto.

¿Por qué debía ser el hermano de su mejor amigo? ¿Por qué este le hizo prometer que cuidaría de Baekhyun? 

Se levantó y secó el sudor con su antebrazo. El cielo era oscuro como el aura que estaba sobre Chanyeol. Caminó hasta su Jeep, y golpeo la puerta con sus puños. Cansado se apoyó sobre su coche, concentrándose en las voces en su cabeza. Todas hablando al mismo tiempo.

¿Por qué?

¿Por qué Baekhyun estaba prohibido para él?

Subió al auto y arrancó ahogando el motor. Condujo como un maldito loco por las carreteras, no iba pendiente del camino. Solo se alejó de la escuela, debía alejarse.

«Mierda, ¿en qué te has convertido?»

Frenó de improviso, golpeándose con el timón. Aguardó un segundo en silencio. Había conducido inconscientemente hasta la casa de los Byun. Mordió con fuerza su labio inferior y miró en dirección a la ventana del castaño.

Calor. Furia. Deseo.

.

.

.

Baekhyun se removió sobre su cama. La escasa luz de afuera se colaba en la habitación dejando ver sombras.

Alguien estaba parado cerca de la cama, admirándolo en silencio. La ventana ahora se haya abierta, y el viento batía las cortinas de ceda.

Lo escuchó hacer ruidos extraños, una sonrisa se ensanchó sobre sus labios. Al parecer "Puppy Baek" era muy especial cuando dormía. Se acercó, siendo muy sigiloso. Acarició por encima de la tela una de sus piernas. Delineando la forma, sintiendo el poder bajo su palma.

El castaño se estremeció cuando esa mano se aproximó a su muslo muy cerca de su zona intima.

—Huh... — Jadeo entre sueño.

Se relamió los labios, inconsciente. Esta vez, yendo un poco más lejos, enterró ambas manos dentro de las sabanas.

Baek abrió la boca, gimiendo. Aun dormido.

L0SER |EXO|Where stories live. Discover now