capítulo diecinueve

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Estábamos entre todos mirándonos, ella parecía divertirle mi horror y confusión. Se volteó hacia donde estaba el bebé quien seguía haciendo sonidos. 

—Eres muy parlanchín.—En un chasquido, lo convirtió en un ratón, un pequeño y adorable ratón, sonreí de ternura. —Y tú...—Al ave que me estaba molestando, lo convirtió en una pequeña ave, también adorable, cayó a lado del bebé ahora ratón. 

A las tres cabezas, lo convirtió en el bebé, quienes aprovecharon para irse por ahí.

Esta sonrió, y puso su dedo en medio de sus labios, mirándome como si fuera un cierre, seria. 

—Si le dices a alguien, te arrancaré la boca. —Me miró. —¿Entendiste?

Me asusté, aferrándome todavía más a Haku, asintiendo, esta parecía oler mi miedo. 

—¿Quién eres tú?—Pregunté un poco asustada. —Responde, por favor.

—Soy la hermana gemela de Yubaba...gracias a ti, pude ver que todo estuviera en orden.

Me lo dijo con sinceridad, yo asentí, no sé porque yo estaba asintiendo, creo que era por el miedo que estaba sintiendo de que me convierta en algo externo como lo había hecho con los seres vivientes que estaban literalmente al frente mío

—Ahora, entrégame al dragón.—Negué aferrándome a él. —Tienes que hacerlo, entrégamelo, por favor.

—No, de verdad, está herido, alguien le hizo algo, se está muriendo. —Supliqué. —Tienen que ayudarlo. 

Me miró enojada, me asusté al punto que lo aferré más a mi, porque Haku comenzó a querer escaparse. 

—Es un ladrón, un sirviente de mi hermana, me robó algo demasiado muy importante de mi casa —Gritó enojada. —¡Así que dámelo!

Insistió, yo negué dándole la espalda, cuando hice eso, comencé a sentir un enorme ardor en mi cuello, sabía que me estaba mirando enojada, quería que volteara. Haku alzó la mirada, y eso fue suficiente para que yo apretara mi puño y luchara lo suficiente para no girar. Comenzaba a sangrar, estaba sintiendo como la sangre corría por mi cuello.

 Sentí como entraba tierra por la ventana, un enorme cúmulo de tierra se colocaba en frente mío, sentí una mano en mi cabello. 

—Tendrás que pasar por mi primero.—Esa voz...—Haku y ____ no están solos.

Solté un grito de alivio, por fin, cuando volteé, respiré. Tomé a Haku acunándolo mejor, pero no esperé la respuesta de Gao

—¿Abuela? —Su voz se notaba extrañado, consternado. —¿Qué haces aquÏ?

Este trató de tocarla pero su mano traspasó, claro, estaba hecha de papel. Gao se acercó a ella lo suficiente como para inspeccionarla curioso.

—Haku robó un hechizo importante mío.

—¿Cómo?—Dije en un hilo de voz.

Todo comenzó a temblar, miramos hacia donde provenía, y era el "bebé", queriendo matar al ratón, este corrió rápidamente y se escondió en mis bolsillos, lo tomé y lo coloqué en mi pecho. Al parecer, Haku se levantó, y de un enorme pisotón rompió la hoja, haciendo que la abuela desapareciera.

—¡No! 

Gritó Gao, nos caímos en un enorme agujero, Haku como pudo, voló hasta donde sus fuerzas daban, y caímos donde Kamaji, este gritó groserías, pero me concentré en Haku tratando de calmarlo, lo tomé del rostro como él lo hacía días antes cuando nos habíamos dado nuestro primer beso, eso pareció calmarlo.

—Cálmate por favor, mira, toma. —Este comenzó a retorcerse, haciendo que las pelusitas se escondiera, lo mastiqué, y se lo di a Haku, este después, escupió algo.—¿Ves? No era difícil

Acaricié su mejilla, sonriendo triste, pero el grito de Kamaji me distrajo, haciendo que mirara hacia su dirección, consternada también.

—¡Listo, escupió esto, mátalo mátalo! —Señaló a la cosa que se movía.—¡Mátala, me da asco!

—¡Tú tienes más patas que yo!—Reclamé mirando sus como diez patas—¡Y a mi también me da asco!

Comencé a correr, pisando por todos lados, hasta que finalmente lo pisé, me dio demasiado asco, al punto que me daba ganas de vomitar, Kamaji me entregó un cubo por si acaso vomitaba, lo miré mal pero este simplemente me dijo que era mejor prevenir. Cuando se me pasó y me limpié el pie como tres veces, me acerqué a Kamaji dándole lo que tomó Haku.

—Kamaji, Haku tomó esto...—Se lo entregué. —¿Qué es?

—¿Un zeniba? Es un sello de bruja, ¡un valioso botín!

El dragón se transformó en Haku, corrí hasta donde él, tomándolo en mis brazos, acariciando su rostro con mis dedos, mi cabeza bajó hacia su corazón, estaba vivo, eso es lo que importaba. Le extendió algo que hizo que lo tomara, suspiré, dejándolo en el suelo. Acaricé su mejilla, mirándolo, estaba asustada.

—Haku...llegó un día, igual que tú y que Gao...

Estaba Gao sentado a lado de Haku también, ansioso, se notaba que estaba preocupado, pero él no quería decirlo, típico de Gao.

—Yo le dije que no fuera, pero él quería aprender de magia, así que no me hizo caso, un día, apareció más pálida, con el cabello más largo, y sobre sus ojos más claros...

—¿Y por qué Gao está pálido, pero, no tiene el cabello largo y los ojos claros? 

Kamaji soltó una risa amarga y seca, mirando a Gao quien solamente me miró mal. 

—Los ojos Sen, los ojos nunca mienten.

—Estoy muerto ____. —Enfatizó, solté un perdón, cierto, me sentí culpable. —Está bien, hasta a mi a veces se me olvida.

Tomé la mano de Haku, mirándolo preocupada, me mordí el labio inferior nerviosa, después de pensarlo un tiempo, relamí mi labio y asentí.

—Ledevolveré esto a Zeniba, por favor, dime donde vive.—Kamaji me miró inseguro.—Le regresaré, y pediré que me ayude con Haku, ayúdame

Kajami asintió después de pensarlo, se notaba que no estaba muy convencido.

—Gao, quiero mi ropa de nuevo. —Exclamé con mis manos en mi cintura, sonriendo segura. —Por favor.

Gao enarcó una ceja fulminándome con la mirada.

—¿Me ves cara de niñero o qué?—Me miró mal. —Anda verla tú ___.

Lo miré mal, este después de una pelea de miradas, me tiró la ropa en la cara.Escuchamos como alguien abría la puerta, era Lin, parecía preocupada.

—¡Sen, te he estado buscando por todos lados! Yubaba está muy molesta, el famoso cliente resultó ser un sin cara, y se tragó a 3 empleados, ¡y tú lo trajiste! —Exclamó tomándome de los hombros. 

Le iba a explicar a Lin, pero Kamaji me llamó, me acerqué a él y me dijo que encontró boletos para ir a Ver a Zeniba, asentí dándole las gracias a Kamaji abrazándolo, comenzando a llorar, sabía que estaba llorando negro porque Lin soltó un grito aterrada, bajó la mirada y vio a Haku.

—¿Qué le pasó?—Exclamó mirando a Haku, en un susurro. —¿Va a estar bien, qué está pasando?

Me arrodillé, me tapé la boca al verlo tan mal, quería en serio llorar muy fuerte, pero tenía que ser fuerte, por él. Salió un sollozo, pero lo silencié. 

—Haku, por favor..—Dije en un hilo de voz.—Resiste, vendré lo más rápido posible, lo juro. Fuiste mi primer beso, quiero que lo recuerdes, sé que me estás escuchando, por favor, necesito que resistas, ¿sí?—Tomé su mentón y le di un beso suave. 

Miré a Kamaji, tomándolo de la mano. 

—Cuídalo mucho, ¿sí? Por favor. —Este asintió dándome una palmada en la cabeza.—Gracias Kamaji. 

Tomé a Gao y salimos, apenas puse un pie afuera, me derrumbé a llorar, gritando de tristeza, Gao me abrazó consolándome.

Tiempo [Haku y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora