capítulo veintiuno

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Desperté en medio del floral, me dolía todo el cuerpo, me di cuenta que me había quedado a dormir ahí, me dolía siquiera pestañear, al recordar todo, me inundé de recuerdos, quería volver a llorar, me toqué el rostro, y de hecho lo estaba haciendo. Miré mis manos, las lágrimas eran cafés. Caminé pesadamente hasta el hotel ignorando el saludo de todos, tenía que comer para poder ir a devolverle el sello, para poder ya irme lo más rápido de ese mundo, suspiré cuando me senté, dejé caer mi cabeza, quería volver a llorar, maldita sea.

No quería comer, no quería hacer nada, ¿cómo era posible que mi estado de ánimo se vea afectado por una persona? Estaba tan acostumbrada a escribir esto, pero no a vivirlo, era impresionante vivirlo en carne y hueso, de verdad las emociones humanas eran increíbles. 

—Vi todo lo que pasó. —Alcé la cabeza y estaba Gao, mirándome serio. —¿Te quieres ir entonces?

Relamí mis labios ahora secos, miré hacia otro lado, sin contestarle, estaba deprimida, no podía contestar, necesitaba contestar de una manera fría, no influenciada por un sentimiento momentáneo.

—Supongo que sí, ¿qué tengo aquí?—Dije en un susurro. —Allá tengo trabajo y podré hacer amigos, no lo sé, estoy confundida. 

Gao soltó un suspiro, colocándome su mano en mi cabeza, volteé mirándolo con ojos llenos de lágrimas y traición de por medio. 

—Los humanos siempre me han confundido, ¿sabes? —Me sonrió, pero esta vez, de una manera geniuna. —Has lo que tengas que hacer, sé egoísta, porque al final, solamente te tienes a ti, a nadie más, ese es mi consejo. 

Rodeé los ojos divertida, siempre al final es Gao, eso jamás se me olvida, asentí. Luego su mano bajó a la mía dándome una palmada amistosa, cerré los ojos cuando sentí mis lágrimas rodar, oculté mi rostro entre mis brazos. Abrió los brazos, a lo que yo me paré y lo abracé, apretándome fuerte a él. Él después se separó, mirándome secándome las lágrimas. 

—Lo siento si no puedo decirte lo que quieres escuchar. —Hizo una mueca disculpándose. —No sé nisiquiera que es lo que quieres escuchar. 

Negué encogiéndome de hombros, cuando vio a Lin, sonrió alzando el brazo para que se siente con nosotros, ella hizo caso, y se sentó con nosotros. Cuando estábamos interactuando me di cuenta de sus miradas, sus toques leves y sus sonrisas cómplices, sonreí enternecida, bueno, al menos uno de los dos iba a tener suerte en esto de parejas, y siendo sincera, Gao se lo merecía después de tanto tiempo solo. 

—¿_____?—Lo miré saliendo de mis pensamientos. —¿Qué tienes?

Negué restándole, sonriéndoles. Lo miré a Gao enarcando una ceja y él me miró moviendo sus cejas rápidamente, a lo que yo le guiñé un ojo siguiéndole el juego. Me dolía el corazón pensar en Haku, pero tenía que ayudarlo. 

Al menos, si era lo último que hacía antes de irme. 



Tiempo [Haku y tú]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang