Llegué a la cabaña 20, nada mas entrar y se escucha música muy fuerte, dejo a Michael en la sala y voy hacia los cuartos, me detengo frente al de Sara. No sé porque está aquí, debería estar en un taller. Doy un suspiro y toco la puerta.
- Sara, soy Adrian, el nuevo guardián ¿Puedo pasar? - digo hablando alto para que pueda escuchar. - No responde. - Sara, se que me puedes escuchar. - se sienten pasos y la música baja de volumen. Abre la puerta.
- ¿Qué quieres? - pregunta de manera seca, lo que me toma por sorpresa.
- Hola Sara, soy Adrian, el nuevo guardián. - le digo tratando de ser ejemplar. - ¿Podemos hablar?
- No quiero, vete. - dice cerando la puerta.
- Sara, tenemos que hablar.
- No quiero... quiero estar sola... porfavor. - esa última palabra lo dice en un sollozo, la dejo y me dispongo a averiguar qué es lo que la hecho llorar.
Vuelvo y veo Michael viendo televisión. Miro la hora, y aún falta una hora para que lleguen los chicos.
Tengo entendido que los chicos cenan en el comedor, pero de igual manera, me dispuse a hacer un pay (o pie) de limón que serviría para el desayuno.
Desde la cosina era difícil ver a Michael, por lo que sé, no es bueno que los niños estén sin vigilar, por lo que cada cierto rato, me asomo a mirar. Me doy cuenta de que Michael se está quedando dormido, ya que cabecea constantemente. Dejo el pay en el horno y voy donde Michael, saco una manta, a acomodo a Michael en el sofá, para que no se valla a caer, y lo arropo con la manta.
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Al terminar de cocinar, hago la limpieza y cuando termino, llega Christian y Thomas.
- ¡Te gané! - grita Thomas.
- ¡Hiciste trampa! - grita Christian.
En eso me ven y les hago señas para que hablen mas bajo. Aunque no sirve de nada, Michael despierta.
- ¿Emma? - pregunta y empieza a mirar alrededor y al no verla, se pone a llorar.
Me acerco y lo cargo.
- Hola. - voy donde los muchachos cargando a Michael que no para de llorar. - Soy Adrian, su nuevo guardián.
Ellos me miran un rato con desconfianza y luego sonrien.
- Gracias por la merienda. - dice Thomas.
Les sonrio y meso a Michael dándole palmaditas en la espalda, sabía que no pararía hasta que llegara Emma.
- Vayan a cambiarse y a ducharse, nos reuniremos en media hora aquí en la sala. - les digo con una sonrisa.
Ellos asienten y van a su habitación, suspiro y tarareo tratando de calmar al bebé en mis brazos.
- Calma Michael, Emma está por llegar, estaba en sus clases.
Esto me hace recordar que Michael anteriormente, se quedaba con Emma, ya que, ella salía antes de su clase e iba por Michael.
Justo en ese momento entra Emma
- Hola Emma ¿cómo te fue?, este niño se muere por verte. - le sonrio de manera nerviosa y le entrego Michael, quién deja de llorar al instante.
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El Guardián
RandomAdrian Miller, se enfrenta a un nuevo trabajo; un prestigioso colegio donde tendrá que ser profesor y cuidador de 10 estudiantes que pondrán su mundo patas arriba. Adrian, sabe que esta no será un tarea fácil, pero si sabe que los estudiantes necesi...