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A la mañana siguiente, Adrian se levanta para preparar el desayuno.

La primera en llegar es Emma.

- Buenos días Emma. - dice Adrian.

- Buenos días Adrian.

- ¿Como has dormido?

- Michael desperto por una pesadilla, costó que se quedara dormido. - dice bostezando. Yo asiento, aun no sé mucho de quienes son mis pupilos. - He dejado su ropa en la cama, para que lo lleves al Kindergarten.

- Claro, no te preocupes. - digo poniendole una taza. - ¿Leche, café o te?

- Cafe porfavor. - le sirvo café y una rebanada de pay. - Gracias. - asiento.

- Iré a despertar al resto.

Pasé por la habitacion de Dylan. Toqué y no recibí respuesta por lo que entré. Estaba tapado hasta la cabeza, me acerqué y lo destape un poco.

- Dylan, despierta. - lo moví y entre quejidos despertó. - Buenos días.

- ¿Adrian? - me miró y fijo su vista en el reloj, las 7.00 am. - ¿Sabes que hora es?

- Por supuesto, la hora perfecta para levantarse. - tiro de sus sábanas para destaparlo.

- ¡Adrian! - se tapó rápidamente. Ya que estaba bastante fresca la mañana. - Cinco minutos más.

- Dylan, Emma ya se despertó y sola. - digo tratando de despertar su instinto de competencia.

- Está bien, ya voy. - dice de mala gana.

Sonrio victorioso.

Salgo y me dirijo a la habitación de Christian. Entro y al igual que su hermano, tapado hasta la cabeza.

- Christian, despierta. - le digo destapando su cabeza. - Es hora de levantarse.

Abre sus ojos y me sonríe.

- Buenos días Chris. - digo.

- Buenos días Adrian. - se levanta y me da un abrazo lo que me sorprende. Le correpondo su abrazo.

- Que esfusivo saludo. - él sonríe y sale corriendo en dirección a los baños en su pijama de ositos.

Salgo de la habitación y voy a la de Thomas.

A diferencia de los hermanos García, Thom, estaba en el suelo. Si, durmiendo en el suelo. Me acerqué preocupado a mirar que estubiera bien.

- ¡Thomas! - digo para ver si está bien.

- ¿De nuevo estoy en el suelo? - dice despertando.

¿Cómo que de nuevo?

- ¿Estás bien? - me agacho para verificar su cabeza y cuerpo. Él asiente y yo suspiro de alivio. - ¿Te pasa muy seguido el caerte de la cama?

- Siempre me pasa. - dice como si nada. - Me muevo mucho.

- Compraré barreras para tu cama. - le digo ayudando a pararse. - Te puedes golpear fuerte al caerte. - Él asiente.

- Ve a lavarte para desayunar.

Sale de la habitación y voy a la última que queda. Sara.

Toco y se escucha "pase", sorprendiendome.

- Adrian, buenos días. - dice en cuanto entro.

- Buenos días Sara. - le sonrío al verla ya vestida y haciendo su cama. - Ya estás lista.

- Si, despierto sola por costumbre. - me acerco a ayudarla. - En casa también lo hago, desde que mi padre mu...- queda en silencio y detecto tristeza en sus ojos.

El GuardiánWhere stories live. Discover now