6

497 36 13
                                    

- Ya que están jugando con la comida, me imagino que no tienen hambre. - agacharon sus cabezas. - Devolverán sus bandejas y se disculparan con las personas de la cocina, luego se van a sus habitaciones y me esperan ahí ¿Entendido? - ellos asienten y hacen lo que les pedí.

Me senté con Sara, Emma, Dylan y Michael.

Estando sentados, me dispuse a conversar y tratar de sacarles un poco de información.

- Asi que... cuentenme de ustedes. - traté de ser sutil, como para ver si me reponden a lo que quiero.

- ¿De nosotros? - pregunta Dylan evidentemente nervioso, casi que suda.

Claramente algo pasa entre Emma y Dylan.

- Claro, diganme de sus vidas, de dónde son, con quiénes viven... eso. - cambié el sentido la pregunta e inmediatamente el rostro de Dylan y Emma se relaja. Pero no se salvan, de a poco aberiguaré solo que no es el momento ni el lugar.

- Soy de Noruega, mis padres viajan mucho, pero los fines de semana se quedan en un departamento de la ciudad.

- Eso tiene mucho sentido, es mejor la estabilidad. - digo asisntiendo y mirando a Emma.

- Yo soy de la ciudad. - dijo Emma de manera seca. Y yo no le pregunto más.

- Sara ¿De dónde eres? - me mira triste, lo que me indica que metí la pata.

- De la ciudad también. - reponde cortante y yo asiento.

Así pasamos el rato entre preguntas, también me hicieron algunas y yo las respondí. Al terminar de comer aún quedaban tres horas para dormir, por lo que decidieron poner una película. Por otro lado, yo tenía un asunto pendiente con dos adolescentes.

Pasé por la habitación de Thomas.

- Thomas, soy Adrian, abre la puerta. - rápidamente abre. - Sigueme.

Lo guío hasta la habitación de Chris.

- Christian, soy Adrian, abre la puerta. - se escuchan pasos apresurados. Abre y se ve que estuvo llorando, ya que tiene los ojos hinchados. - Sígueme.

Los llevo a mi oficina y en todo el camino, van en silencio y con la cabeza gacha, sabiendo lo que viene.

- Entren. - lo hago pasar y cierro la puerta detrás. Me siento en un sofá y ellos quedan parados frente a mi. - ¿Saben por que están aquí? - pregunto y ellos asienten. -¿Por qué?

- Porque estabamos tirando la comida(?) - dijo Thomas casi como pregunta.

Christian decidió quedar en silencio.

- Y no solo eso. ¿Se han puesto a pensar cuanto cuesta hacer comida para tantos estudiantes? - ellos niegan. - Pues es mucho trabajo y ustedes lo desperdician. - lo digo de forma calamada y tratando de no enojarme. - ¿Saben cuanto cuesta limpiar todo el piso del colegio para ponerle mas difícil el trabajo a quienes limpian? - ambos quedan en silencio y niegan. - ¿Saben cuánto gasta el colegio para la comida? ¿En sus casa la comida se desperdicia de esa forma? ¡Por supuesto que no! Son niños es natural que no piensen en cosas como esas, pero hoy me encargaré de que piensen en eso antes de hacer cualquier cosa. - me miraron con los ojos muy abiertos. - Y para que no piensen que los castigo de forma injusta, los castigaré en precencia del otro. ¿Algún voluntario? - ninguno se movió. - Thomas ven aquí.

Le indiqué mis piernas.

- ¿Ahí? - pregunta y yo asiento.

- Si. - le repondo y me dirijo a Christian.- Christian, quédate mirando a la pared y no voltees, si lo haces te daré unas nalgadas más por desobediente. - se gira inmediatamente.

Thomas se acerca arrastrando los pies y viendo como si fuera lo peor del mundo.

Lo tomo del brazo y lo tumbo. Se tensa.

- Tranquilo Thomas, es solo un castigo, no te dejaré marcas. - Le sobo la espalda para relajarlo. - Bien, serán 15 y quiero que las cuentes.

Comenzé a repartir palmadas, mientras él las contaba, en la séptima comenzó a soltar quejidos, lo que significa que le están doliendo.

- ¡Ay! Ocho...

Sigue contando y quejandose hasta la doce. Le doy las últimas tres rápido y un poco más fuerte y sin tiemopo de contarlas. Cuando lo paro, pongo mi cara de "enojo" y se pone triste. Por un segundo me entra pena haberlo castigado, pero debo hacerlo, no puedo permitir que hagan cosas que lo perjudiquen.

- Thomas, ganate mirando a la pared donde está Christian. - él asiente y se pone en el lugar. - Christian ven.- Le digo. Se acerca y palmeo mis piernas indicando como lo castigare. - Túmbate aquí.

- ¿Qué? - se sorprende. - No. No soy un crío para que me castiges así.

- Christian, yo decido la forma en que te castigo, a Thomas lo castigué de la misma forma y es mayor que ti, y si aún eres un crío. Así que te tumbas o agrego más nalgadas que las quince que te esperan. - en su tierna cara aparece un puchero. No me gusta parecer el malo, pero tampoco quiero que ma falten el respeto, por eso debo ser firme en los primeros castigos.

Una vez tumbado, le froto la espalda.

- Tranquilo Christian, no es tan malo como piensas, mira a Thomas, aguantó como todo un hombre y se que tu también puedes.- él niega con su cabeza.- Contarás las nalgadas. Comenzaré.

Comenzé a repartir palmadas y al contrario de Thomas, Christian, se comenzó a quejar en la doceava. Terminé igual que con Thomas, las últimas tres más fuertes.

Lo levanté, me miró y dijo:

- Aguanté. - sonrió y una pequeña lágrima salió de su ojo derecho, lo que hizo sentir terrible, odiaba castigarlos.

- Ven aquí.- lo abracé y lloró. - Thomas, ven también. - se acercó lo abracé y también lloró. Y con ambos en mis brazos, les aconsejé. - No lo vuelvan a hacer ¿Okey?.

- Si. -  asienten.

Este año sera mortal para mí, no ha pasado un día y he tenido que castigar tres estudiantes, contener a una adolescente y sobreviví a un berrinche de un bebé por su hermana.

Me saldrán canas verdes, pero, realmente me preocupo por estos pequeños que solo buscan amor.

---🏫---

¡Hola! Soy la autora de ésta novela, es un capítulo corto, pero hecho con mucho cariño.

Estoy muy contenta de llegar a las mil lecturas y de recibir todos esos comentarios que me animan a seguir escribiendo.

Tengan por seguro que les esperan muchas aventuras en esta novela. También, quiero asegurarme que se note en la estapa de desarrollo que está cada personaje.

Hay sorpresas y cosas que el protagonista irá descubriendo a medida que avanza la historia.

Me gustaría saber como prefieren la lectura de los castigos.

1. Escribiendo la onomatopeya del sonido, es decir el "PLAS", cada vez que hay una palmada.

2. Redactar como lo escribí en este capítulo, como si el prota contara desde su punto de vista.

Y una cosa mas...
¿Qué creen que pasa entre Emma y Dylan?

¿Qué sucede con Sara para que esté tan desconsolada?

¿Por qué Michael es super maduro para tener 3 años?

¿Cuál es el pasado de Adrian?

El GuardiánWhere stories live. Discover now