Capítulo 2 ¿Amenaza?

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Después de ese día, Hitohito y Hitomi se quedaron solos en el mundo. Sin padres, sin dinero, sin casa. Tuvieron que buscar un lugar donde vivir y una forma de sobrevivir. Pero no fue fácil, nadie los quería ayudar ni acoger. Solo encontraron rechazo e indiferencia.

Así que tuvieron que vagar por las calles, durmiendo en parques o refugios, comiendo lo que podían o lo que les daban. Se enfrentaron al frío, al hambre, al miedo, al peligro. Se sintieron solos y desamparados.

Pero no se rindieron, ni se separaron. Se apoyaron y se cuidaron el uno al otro. Se dieron calor y esperanza. Se dijeron que todo iba a mejorar, que algún día encontrarían un hogar y una familia.

Y así fue como un día, su suerte cambió. Un día, se cruzaron con una persona muy especial: un político en campaña.

El político se llamaba Jun Kitagawa, y era el candidato a gobernador de la prefectura de Honshu. Era un hombre joven y carismático, que prometía mejorar la vida de los ciudadanos y luchar contra la corrupción y la pobreza.

Kitagawa sabía que debía ayudar a algún sector de la población, así que luego de considerar todo, optó por niños en situación de calle o en orfanatos, pues el sabía que eso le daría buena imagen ante los medios y los votantes, que lo verían como un hombre compasivo y solidario. Pero también sabía que eso le traería ventajas con sus rivales políticos, que lo acusarían de populista y demagogo.

Kitagawa en una de sus tantas salidas, vio a Hitohito y a Hitomi en una esquina, sucios y hambrientos, así que, se acercó a ellos y les preguntó por su situación. Hitohito le contó su historia, cómo sus padres los habían abandonado y cómo habían tenido que sobrevivir solos.

Kitagawa se sintió conmovido y compasivo por lo que escuchó. No podía creer que hubiera padres tan crueles e irresponsables, ni que hubiera niños tan inocentes y sufridos. Quiso hacer algo por ellos, quiso ayudarlos como nadie lo había hecho.

Así que les ofreció su apoyo y su protección. Les dijo que podían contar con él y con su partido, que los ayudarían a salir de esa situación. Les dijo que les daría un subsidio, una casa mediana, una mesada sustanciosa para ambos y acceso a la educación gratuita.

Hitohito y Hitomi no sabían cómo agradecerle a Kitagawa su generosidad y bondad. Se sintieron muy aliviados y felices de tener una oportunidad de cambiar su vida. Aceptaron su oferta sin dudarlo.

Si bien ese acto de generosidad había comenzado como un acto de política, la verdad era que el de hecho se había interesado por Hitohito, pues por alguna razón, le caía bien ese chico, le veía algo especial, algo que le recordaba a él mismo cuando era joven. Así que le echaba un ojo desde lejos e indirectamente, le apoyaba en sus estudios y en sus problemas.

Hitohito lo sabía, pero no se lo decía. Sabía que Kitagawa no era un mal hombre, de hecho, tenía buenas intenciones, aun así, mantuvo un poco de distancia y cuidado, al grado de que solo tomaban del dinero que el les daba cuando era absolutamente necesario.

Así pasaron los años, hasta que luego de esforzarse, Hitohito finalmente había logrado hacer que Hitomi llegase a su último año de secundaria y él a su primer año de preparatoria.

Las cosas iban bastante bien para los hermanos, por un lado, gracias a du esfuerzo, Hitohito había logrado obtener una beca completa para poder estudiar en la preparatoria Privada Itan, una de las más prestigiosas de la prefectura.

Por el lado de Hitomi, ella ya estaba pensando en ingresar a la misma preparatoria que Hitohito, así que estaba haciendo lo posible para poder ganar una beca como la de su hermano.

En cuanto a su vínculo de hermanos, bueno, estaban pasando un par de cosas, por un lado, en un principio, cuando recién se habían conocido para él Hitomi era una completa extraña que había llegado para ocupar espacio en su ya de por sí pequeña casa.

Sin embargo, todo había cambiado el día en que los habían abandonado, así que, aunque no tuviesen un vínculo de sangre, Hitohito decidió cuidar de Hitomi es decir, ella también era la víctima en esa situación.

Así que básicamente se hizo cercano a ella no solo por el tiempo que pasabna juntos, si no también, porque Hitohito le había ayudado a superar sus propios demonios, quizá incluso verla como su propia hermana y en cuanto a Hitomi, bueno, las cosas eran bastante diferentes para ella.

Y es que Hitomi si había sido violentada por su padre, de manera física y psicológica, así que en principio ella pensaba que quizá Hitohito sería igual que su padre y no confiaba demasiado en él.

Sin embargo, Hitohito, por el contrario de su padre le mostró cariño y comprensión, pero sobre todo, jamás la lastimó ni le puso una mano encima, incluso le ayudó a sus pequeños traumas haciendo que de hecho se volviese una chica bastante sonriente.

Incluso llegó al punto en que ella no podía ver a Hitohito como su hermano, pues ella había comenzado a desarrollar sentimientos románticos por Hitohito, después de todo, ella estaba consciente que si bien, habían pasado la mayor parte de su vida juntos, no eran hermanos de sangre.

Así que en teoría, ella tenía la cancha libre, además ella era la que mejor lo conocía y desde lo que había sucedido con su amor de secundaria no había nadie que le gustase a Hitohito, al menos eso era lo que Hitomi sabía, después de todo, al estar en su tercer año de secundaria, había estado bastante ocupada tratando de hacer todo lo humanamente posible para obtener su entrada a Itan.

Poco sabía que las cosas se complicarían un poco más de lo que esperaba y no sería tan sencillo quedarse con el corazón de Hitohito como ella pensaba.


Bueno, hasta aquí este primer capítulo que creo deja más preguntas que respuestas, en fin díganme:

¿Les está ven potencial a esta historia?

¿Qué creen que suceda en los próximos capítulos?

¿Qué les gustaría ver?

¿Qué es lo que le deparará el futuro a Hitohito?

En fin, sin nada más que decir, nos vemos en la siguiente oportunidad.

Una oportunidad para amar (Komi can't communicate)Where stories live. Discover now