Harry Potter: inquisidor junior

Capítulo 3: Sanador Abbott

Según la cantidad de revisiones, favoritos y alertas en comparación con la cantidad de capítulos, esta parece ser mi historia más popular, ¡y aún no ha funcionado correctamente!

Perdón por la demora, pensé que tenía planeado este capítulo, pero como señalaron varios críticos, necesitaba incluir a Harry siendo visto por un sanador "para ver todo lo que Pomfrey no hizo o se le hizo ignorar "y que le examinaran más de cerca su cicatriz. No creo que mueva demasiado la trama, pero es más o menos un "must have" para cualquier historia de este tipo.

Así que aquí vamos...

Harry Potter: inquisidor junior

Capítulo 3: Sanador Abbott

Harry sintió que su cabeza apenas había golpeado la almohada cuando se despertó para encontrar la luz del sol brillante que entraba por las cortinas abiertas que colgaban frente a la gran ventana de la habitación que él había sido mostrado a la noche anterior.

"Ah, el joven señor está despierto entonces", dijo una voz.

Harry se dio la vuelta y vio una Casa Elf parada junto a su cama. A juzgar por la voz y la construcción más delgada, Harry adivinó que esta Casa Elf era una mujer, aunque no era exactamente fácil saberlo con los pequeños seres.

"La amante Amelia te pide que la unas abajo en la cocina. Ella desea hablar contigo ", dijo el Elf.

"Está bien si me limpian un poco primero?" preguntó Harry.

"Ciertamente, señor", respondió el elfo "informaré a la señora, pero no la haga esperar demasiado, señor."

Y con eso el Elfo desapareció con un pop.

Harry echó las sábanas de la cama y giró las piernas sobre el suelo de madera. Se sentó en el borde de la cama por un momento, frotándose los ojos con cansancio, antes de ponerse de pie y dirigirse al baño en suite.

Dentro de los accesorios estaban hechos de un exquisito mármol blanco. Lamentablemente no hubo ducha. Harry también había notado esto en la casa de la familia Weasley, The Burrow. Fue lo mismo en Hogwarts. Parecía que la comunidad mágica aún no había avanzado hasta la ducha. Al ver que no tenía tiempo para bañarse, Harry se conformó con llenar el gran lavabo con agua caliente. Después de un rápido exfoliante, se secó, se vistió, hizo un intento condenado al fracaso de hacer algo con el cabello para que se viera ordenado, y luego salió de su habitación.

En la escalera que conducía a la planta baja, notó algo que lo hizo detenerse. La pared al lado de la escalera estaba pintada de un color que algunos podrían decir que se llamaba burdeos, mientras que otros lo llamarían granate. En la pared colgaban docenas, tal vez incluso cientos de marcos de retratos que Harry simplemente no había notado en su camino arriba la noche anterior. Supuso que su cansancio tenía algo que ver con eso. También dado que casi todos los corredores y escaleras en Hogwarts estaban decorados con retratos, acababa de llegar a no prestar demasiada atención a las cosas con el tiempo.

Mientras bajaba la escalera, Harry se detenía de vez en cuando para tomar un retrato u otro. Resultó que todos parecían ser miembros de la familia Bones, ambos nacidos en la línea y casados en ella. Cada pintura tenía una pequeña placa dorada, en la que estaban grabados el nombre, la fecha de nacimiento y la fecha de fallecimiento de cada miembro de la familia. Había uno de un hombre de cara sombría con una barba blanca corta y bigote llamado Henry Bones, que data de haber vivido entre 949 y 1034. Parecía que la familia Bones tenía una larga historia, que data de antes de que Guillermo el Conquistador liderara la conquista normanda contra la Inglaterra anglosajona. De hecho, este tipo nació incluso antes de que se fundara la Escuela Hogwarts *.