Harry Potter: inquisidor junior

Capítulo 20: Un momento para pensar

Ok, les debo una disculpa a todos. Si lees mi otra historia, ya has tenido esto, así que siéntete libre de saltarte. Hace aproximadamente un mes y medio, Nintendo lanzó las versiones Pokémon X e Y en el 3DS. He estado bastante pegado a mi copia de Pokémon Y durante las últimas semanas, pero ahora la novedad está empezando a desaparecer, así que debería volver a las actualizaciones periódicas de mis historias. Perdón por el retraso, ¡pero estas cosas suceden!

Harry Potter: inquisidor junior

Capítulo 20: Un momento para pensar

Harry entró por la puerta de la lechuza y buscó un búho de reparto adecuado. En su mano había un sobre sellado con w que contenía una carta dirigida a Lucius y Narcissa Malfoy, los padres de Draco. La carta era una solicitud para que vinieran a Hogwarts para discutir el comportamiento reciente de su hijo y las acciones que se estaban tomando contra él como resultado.

Harry no esperaba con ansias esa inevitable reunión.

Hedwig voló desde las vigas y aterrizó sobre su hombro.

"Oye, niña", dijo en saludo, levantando una mano para acariciar sus plumas.

Hedwig hizo clic en su pico de una manera cariñosa antes de mirar la carta en su mano expectantemente.

"Lo siento, Hedwig", dijo Harry "pero esta carta es para los Malfoy. No hay forma de que te envíe a ninguna parte cerca de su mansión. Acabo de recuperarte."

Hedwig sacudió la cabeza como si aceptara su razonamiento y Harry se dirigió a uno de los búhos escolares que estaban allí para que todos lo usaran. Llamó a un búho rojizo y le adjuntó la carta a la banda en su pierna antes de meterse en su bolsillo y sacar un regalo de búho para el pájaro.

"No te quedes con uno que llegues a tu destino", le dijo a la lechuza "esta carta contiene malas noticias para el receptor y es probable que hagan un berrinche, por lo que debe entrar y salir lo más rápido posible, ¿de acuerdo?"

La lechuza rojiza se abucheó contenta antes de extender sus espléndidas alas y tomar vuelo.

Harry, con Hedwig todavía sobre su hombro, se dirigió a una de las ventanas altas y vio desaparecer al pájaro hacia el sol que se estaba poniendo en la distancia.

Sacó su varita y usó un hechizo de limpieza para deshacerse de la caída de búho que cubría la repisa de la ventana antes de apoyarse contra ella.

Realmente esta fue la primera vez en mucho tiempo que pudo detenerse y pensar.

Por alguna razón, su mente volvió a ese día en el Ministerio cuando todo su mundo había comenzado a cambiar.

Fue el día que hizo añicos una ilusión, el día en que se dio cuenta de que Albus Dumbledore no era el hombre que el mito lo hizo parecer.

Cuando se enfrentó a la pérdida de poder sobre la simple cuestión de decir la verdad, Dumbledore había retrocedido rápidamente, retirando sus declaraciones y disculpándose por cualquier inconveniente causado. Luego culpó a Harry por toda la debacle, haciendo que pareciera que Dumbledore había sido absorbido por una historia salvaje de que Harry, en un momento de locura, había inventado.

Peor aún, le había ocultado todo esto a Harry al colocarlo en aislamiento y cortarlo de todo contacto con el mundo mágico.

Harry había sido herido por esta traición, pero al mismo tiempo había despertado algo dentro de él, algo que se había negado a soportar la caída, algo que se negó a ser colgado de la soga metafórica ( ) del verdugo para que otros pudieran jugar sus pequeños juegos políticos.