Capítulo 1: El inicio de una gran pesadilla.

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──Mi Amor, no vayas. No es necesario, mejor jueguen dentro de casa es más seguro y divertido, ¿Verdad florcita?─ alzó a la pequeña que estaba abrazándolo y la miró sonriéndole para ayudar a convencer a Valeria de no salir, pero la pequeña está vez parecía no querer colaborar,  así que negó con su cabeza rápidamente como señal de protesta.

──¿Ves gato? Seguro hoy es un gran día y porque desperdiciarlo acá en casa. Rosie también quiere salir casi todo el mes estuvimos encerradas en casa─ lo miro tomando su mano y apretando levemente esta como "señal" de tranquilizarlo. Pero no fue suficiente, al parecer hoy se había levantado más paranoico que nunca.

──Pero, es que ¿Como podes saber que no va a pasar algo malo hoy? Estarán más seguras acá, en casa─ Le sonrió a ambas dejando un beso en sus mejillas, ambas sonrieron levemente pero aún así, no aceptaron la petición de Simón.

──¿Y vos cómo podes saber si algo malo va a pasar? Tranquilo gato. Todo va a estar bien mientras Rosie esté a mi lado, no va a pasar nada─ Sonrió besando sus labios y acomodando su corbata.

──No me preocupa por Rose porque se que vos la cuidas bien, me preocupa quien te va a cuidar a vos en la calle─ Susurro dándose un poco por vencido al ver que Valeria nunca aceptaría su petición.

──No te preocupes, voy a estar bien. ¿Vos también cuídate si? Lleva este paraguas. Seguro llueve hoy─ Le sonrió pasándole el paraguas mientras besaba su mejilla.

Simon se dirigió hacia la puerta y las saludo con una sonrisa — Chau mis amores.

──Rosita, mi florcita. ¿Qué queres desayunar?─ Sonrió yendo a acariciar sus manitas. Hacer que Rose hablara no era fácil, pero aun así. Valeria lograba hacer que pequeñas palabras salieran de su boca.

──Mm, Waffles con Fresas─ Sonrió yendo con Valeria. Ésta la alzó y la sentó en la mesada de la cocina mientras ambas preparaban la comida. Jugando de vez en cuando y llenando todo de harina.

A los minutos, terminaron. Y empezaron a comer para luego limpiar aquel desastre, yendo a ducharse y alistarse ya que tenían previsto ir al parque y hacer las compras de todo lo que faltara en casa.

Valeria puso el abrigo sobre el pequeño cuerpo de Rose y tomó su mano, saliendo ambas de casa y jugando con ella por toda la calle, alzandola, luego bajándola. Dando saltos, tarareando canciones, todo lo que fuera divertido para Rose e incluso para Valeria.

Llegaron al parque y ahí estuvieron siguiendo su juego por toda la zona, ambas mientras sus risas llenaban el lugar.

Ser mamá no era la idea principal que tenía Valeria, de hecho. Nunca cruzó esa idea por su cabeza.

Pero ahora lo adoraba, adoraba a aquella pequeña más que a su propia vida.

Lo único que Anhelaba y deseaba con toda su alma era, ser llamada "Mamá" por parte de Rose, tendria paciencia con eso. Si bien ya habían pasado 2 años desde su nacimiento, la pequeña todavía no hablaba.

Rose había desarrollado cierto miedo a las alturas, a cualquier altura. Incluso los toboganes llegaban a darle miedo.

Por lo que inconscientemente terminó en la parte más alta de los juegos, sin lograr bajar por su cuenta le gritó a Valeria "¡Mamá!" Cosas que hizo que Valeria volteara rápido mirándola y yendo con ella con sus ojos un tanto llorosos. Esa niña tenía por completo el corazón de Valeria.

Valeria soltó una leve risa y la ayudó, bajando junto a ella de el tobogán, y al llegar abajo Valeria la alzó abrazándola y llenándola de besos en su rostro por lo que Rose solo soltaba risitas mirando sus acciones.

¿Puedo Vivir? Where stories live. Discover now