Capítulo 18

79 14 5
                                    

DOS SEMANAS DESPUÉS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


DOS SEMANAS DESPUÉS

Ese día había muerto. La noche de la luna 6220 mi corazón había dejado de latir. Y lo había hecho durante quince largos minutos. Ni siquiera yo sabía cómo había aguantado tanto. Era algo imposible. Lo más probable era que hubiesen calculado mal el tiempo. Los Cristales eran imposibles de reanimar tras ocho minutos desde el paro cardíaco. Y, supuestamente, —según lo que habían dicho— yo había aguantado casi el doble.
O me seguían mintiendo, o el destino se estaba burlando de mí. Quién sabe, puede que la mismísima Aledis sí existiera y se dedicase a mofarse de mí. Al menos, sus supuestas creaciones sí lo hacían.

Arcadia había protegido a Psychikos. Rommel también lo había hecho, de alguna manera, al atacarme a mí, y, sobre todo, al sacarme del palacio a la fuerza para llevarme a, sabe Aledis, dónde. Aunque realmente no había sido a la fuerza; yo había estado inconsciente cuando me metieron en su barco, así que no había podido oponer resistencia. Y luego Psychikos. Me había hecho daño. Se había encaprichado de una Cristal; me veía como a su nuevo juguetito, con el que se divertía de la más retorcida manera. Desmond llevaba muerto dos años. Era un hecho, que tendría que aceptar por segunda vez.

Tragué saliva con fuerza, culpándome a mí misma por creer en cosas que no eran reales. Por creer que esa ilusión había sido real. Si hubiese sido coherente en vez de dejarme llevar por la desesperanza de haber perdido a mi madre y agarrarme a lo primero que se me cruzaba para ganar algo de estabilidad... Si hubiese utilizado la cabeza, me habría dado cuenta al instante de que tan solo era una ilusión.

"Psychikos (...) que hacía que la gente creyese, viese o hiciese cosas que no eran reales."

¿Se habría colado a hurtadillas a mi habitación y me habría tocado para hacerme ver a Desmond?

Me golpeé la cabeza.

Menuda estupidez. Según esa lógica, habría tenido que tocar a las enfermeras, a Saturno, a todo el maldito mundo que había interactuado con Desmond. O... ¿y si las enfermeras también habían sido fruto de una ilusión?

Me deslicé sobre la puerta, hasta estar sentada sobre el suelo.

Arcadia había hablado con "Desmond". ¿O esa Arcadia que yo había creído ver jamás había sido real?

¿¡Qué coño era real!?

¿Didi? Didi también había hablado con Desmond. ¿Psychikos había tocado a Didi? ¿O la Didi de verdad jamás había visto a Desmond? ¿Y los guardias que le había traído malherido? Isaiah y... Karlais.

Los dos estaban muertos ahora. Aunque también podría haber sido una ilusión. Lo de Karlais; no lo de Isaiah. ¿No? Yo le había disparado; había visto la sangre brotando del orificio en su frente que yo misma le había creado con una bala. ¿Había sido real?

Por un segundo, mis ojos se desviaron hasta mi vestido. Estaba asqueroso, lleno de polvo por haberme restregado por el suelo de la habitación durante catorce eternos días —lo único que había hecho— y apestaba.

El peón del rey (Coronas de Papel I) ©Where stories live. Discover now