Capítulo 19

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Harry rodó para apoyar la barbilla sobre el pecho desnudo de Severus, que aún jadeaba por su reciente actividad.

-Sev, ¿crees que deberíamos volver pronto a Gran Bretaña?- preguntó Harry.

-Acabamos de ir la semana pasada-, respondió Severus, cerrando los ojos y pasando inconscientemente los dedos por el pelo bien desgreñado de Harry.

-No, me refiero a volver para siempre-.

El hombre aquietó sus manos y trató de incorporarse. -¿Quieres hacerlo?-.

Harry se encogió de hombros y miró hacia otro lado. -Todo el mundo lo sabe ya. No le veo sentido a esconderme-.

-Pero te encanta estar aquí, ¿verdad?-. Severus tuvo que preguntar.

Harry suspiró y se echó hacia atrás para mirar el techo. -Sí, pero no podemos quedarnos aquí para siempre y siempre podría visitarte-.

El mayor apretó un beso en la sien de Harry y sonrió -Si eso es lo que quieres. ¿Cuándo pensamos volver?-.

-La primera semana de diciembre, supongo. Quiero estar de vuelta en Gran Bretaña antes de Navidad-, dijo Harry.

-Bien. Aún nos quedan dos semanas. ¿Se lo has dicho ya a alguien?-.

-Se lo mencioné de pasada a Linda en la cena del domingo pasado. Dijo que lo entendía y, de todos modos, todo el mundo sabe que nunca planeé quedarme aquí permanentemente-, confirió Harry. Severus se limitó a asentir y tiró de Harry para abrazarlo, decidiendo dar por terminada la conversación. En diez minutos, el hombre que lo acurrucaba por detrás ya se había quedado dormido.

Harry estaba bastante seguro de que recibiría un infierno cuando finalmente les dijera a todos que regresaba a Gran Bretaña. Ni siquiera puede llevar a Medusa con ellos porque el verdadero hogar de la serpiente arbórea verde está en el bosque y forma parte del grupo más raro que caza en manadas.

No está seguro de qué hacer con la botica. Tal vez alguien más estaría interesado en comprársela. Por mucho que le gustara su trabajo, siempre puede montar otro. Y su hermosa casa durante tres años... Harry definitivamente no la venderá. Tendrá que instalar un floo internacional para que siempre puedan venir a visitarlo, quizá incluso hacer sus perezosos picnics dominicales en el patio trasero cuando Seb sea mayor, por los viejos tiempos.

Sebastian también cumplirá pronto tres años y, sin nadie de su edad, al niño le costará relacionarse con la gente cuando crezca. En Gran Bretaña, Seb tendrá compañeros de juego. Bill y Fleur ya esperaban un segundo hijo y Victoire acababa de cumplir cuatro años. Oyó que Luna y Rolf Scamander se habían casado recientemente. Seb tendrá a alguien mayor y menor que él con quien jugar.

Harry decidió que ya era hora.

❄️❄️❄️❄️❄️❄️

-¿Por qué tienes que irte?-, gritó Kate. Harry se sintió muy mal por hacerle esto. Sabía que ella lo veía como a un hermano menor y él también la consideraba su hermana.

-No puedo quedarme aquí para siempre, Katie. Soy el cabeza de dos de las familias más antiguas y prominentes de Gran Bretaña. Tengo el deber de volver y honrar el nombre de mi padre y padrino-, explicó Harry, frunciendo el ceño.

-Pero tú eres mi shoti-, argumentó Kate. -¿A quién si no se supone que tengo que comprarle tartas pop?-.

-Puedes comprarme todas las tartas que quieras. Conectaré mi floo a la casa que elijamos para vivir-.

Kate resopló, pero no tuvo más remedio que dejarlo estar, todos los demás ya lo habían hecho. Harry le dio la noticia a Kate la última a propósito, porque sabía que sería la que tendría más cosas que decir.

FALLING INTO PLACE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora