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Yujin tenía las orejas totalmente rojas, sus mejillas estaban calientes y no quitaba la mirada del suelo.

Wonyoung vio eso demasiado tierno, así que dejó un beso en su sien y volvió a lo suyo. La comida estaba en la mesa y ella tenía hambre.

Yujin apenas habló, sólo asentía a los comentarios al aire que Wonyoung hacía y de vez en cuando comía lentamente. Al terminar y haber pagado cada una lo suyo, Wonyoung le pidió acompañarla al baño.

El lugar estaba bastante limpio y no había gente, solo se oía como pasaban de largo.

Mientras Wonyoung entró al cubículo, Yujin se lavó la cara. Mierda y mierda. Se sentía totalmente penosa, Wonyoung estaba siendo bastante buena en manejar la situación pero Yujin no.

Tenía que admitirlo de una vez. Sí, a ella le gustaba Wonyoung desde hace mucho, incluso antes de la fiesta que lo inició todo. Por eso no podía hacer mucho más que ponerse como tomate.

Además conocía como era Wonyoung, siempre fue coqueta y linda con todos. Era imposible que estuviera haciendo esto seriamente, ella sólo quería divertirse.

— Oí que si te miras tanto tiempo al espejo entonces alucinas. — Saltó en su lugar. Wonyoung estaba a su lado ya secándose las manos, ¿cómo pasó tan rápido? — ¿Ya se te quitó la pena?

Yujin se giró al espejo de nuevo. — No.

— Bien, tómate tu tiempo. — Se apoyó en la pared y no dejó de mirar a Yujin.

Malditos todos los santos. Yujin sabía lucir esos pantalones negros tan anchos y esa camiseta blanca más grande que su talle ideal. Wonyoung estaba usando una falda rosa con un top blanco igual que sus tacones. Sus estilos eran contrarios, sin embargo podían lucir bien juntas.

Juntas y tomadas de las manos, juntas y caminando por la ciudad en la noche. Juntas. Sólo ellas dos.

— ¿Cuándo nos mudamos a nuestro piso? — Bromeó tratando de molestarla más, su mente estaba siendo un lío.

— Cuando quieras. — Murmuró aún en la misma posición de antes. — Encontré unos muy buenos por aquí.

— ¿De verdad? — De su bolso sacó su teléfono y buscó la cámara. Se acercó a Yujin, pasó la mano por su cintura y se apoyó en su hombro.

— ¿Qué-

— Shhh, es la primera salida de muchas, necesito recordarlo. — Y pronto su cámara sacó más fotos de las que debería. Fotos que iba a atesorar siempre. — Dime más, ¿qué tal esos lugares? ¿Crees que estén bien para nosotras?

Wonyoung seguía junto a ella, tocándola y mirándola de una forma linda e inocente. Yujin tragó saliva.

— S-Sí, están genial. Hay uno bastante bonito que tiene vistas preciosas desde la sala, una cocina espaciosa y dos habitaciones que-

— ¿Dos? — Levantó una ceja y su mano comenzó a acariciar la cintura que nunca dejó de sostener. —
Dormiremos juntas, a mí me gusta hacerlo.

— B-Bien, una habitación entonces.

— ¿No vas a poner resistencia?

— No, a mí también me gusta que durmamos juntas.

Wonyoung giró a Yujin para tenerla frente a frente.
Usó sus dos manos para sostener la cintura tan pequeña que Yujin tenía y sintió como ella hacía lo mismo.

Se acercó peligrosamente a su rostro, estando ambas bastante emocionadas de eso. Wonyoung fue la primera en mirar sus labios, Yujin hizo lo mismo.

— ¿No vas a negar esto tampoco? — Wonyoung estaba un poquito nerviosa, solo un poco.

— No.

— ¿Y no te importa que suceda en el baño de un
Centro Comercial?

— No.

Suficiente para Wonyoung, quien de inmediato pegó sus labios a los de Yujin.

Un beso tranquilo y sin prisas, sintiendo las mariposas en el estómago y fuegos artificiales en sus mentes. Parecía que habían cumplido una gran meta, ambas querían eso desde hace mucho y no querían perder el momento.

A Yujin le gusta apretar sus mejillas, descubrió eso rápido cuando la comenzó a acariciar ahí con las
manos.

Pronto el beso se volvía más intenso y rudo, usando la lengua para jugar y pequeñas mordidas de labios. Wonyoung se separó de ella con un suspiro y dejó sus frentes apoyadas.

— Creo que me gustas. — Al diablo sus miles de preguntas y dudas. Wonyoung tenía que decirlo, tenía que aceptar que le gustaba Yujin de aquella manera.

— También me gustas.

Wonyoung sonrió y se separó de ella. Soltó una risa al ver todo el labial que usó antes ahora en los labios de Yujin. Le resultó incluso lindo verla así.

— Ven. — De su bolso sacó unas toallitas desmaquillantes y se acercó a limpiar el desastre que había hecho. — Mejor.

Y al final del día las dos sabían que se gustaban mucho, pero Wonyoung aún quería continuar con su plan inicial.

Esperaba que lo lograra pronto.

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