Public Relationship (Jenlisa)

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No había podido dormir en toda la noche. Las imágenes de Jennie casi rogándole que la tocara seguían reproduciéndose sin parar en su cabeza. Eran casi las diez de la mañana y con suerte apenas había dormido dos horas, en las que estuvo soñando con los labios y los muslos de la coreana.

Jennie no durmió en la habitación, cuando regresaron al hotel la castaña únicamente le mencionó que dormiría en la habitación de Jisoo porque tenía un asunto pendiente por arreglar. No protestó, porque honestamente no sabía que hubiese pasado si compartían cama. Era claro que habían cruzado una línea muy delgada, las cosas no serían iguales porque ahora ambas podían confirmar la tensión sexual y las ganas que se tenían. ¿Para qué negarlo?

Sin embargo, la realidad golpeó a Lisa cuando se encontró sola y revisaba su celular. Tenía algunos mensajes de BamBam y otros de Miyeon, y se sentía la peor novia del mundo. Miyeon no merecía eso, no merecía ser engañada y, aún así, todo eso parecía olvidarlo cuando estaba con Jennie.

Los pensamientos de no haber superado del todo a la castaña comenzaban a resurgir. Olvidar el primer amor siempre era algo complejo, sobre todo cuando tenías que verla todos los días, agregándole que tenían que fingir ser novias. ¿En qué mierda se había metido?

Había pasado las últimas horas con esos pensamientos sobre su cabeza pero ahora tenía que hacerlos a un lado y terminar de arreglarse porque en cualquier momento irían por ella. Junto a las chicas, irían al recinto en donde serían los siguientes dos conciertos para conocer el lugar y ver los avances del escenario. Después de eso, irían a comer a un restaurante que quedaba cerca del recinto y el resto del día lo tenían libre.

Aunque le gustaba pasar tiempo como turista, hoy no se sentía con muchos ánimos de salir a recorrer la ciudad. Lo único que quería era regresar a su habitación y tratar de llegar a una solución. Además, le había prometido a Miyeon que hoy harían una videollamada, a pesar de que la culpa la estaba comiendo viva.

Cuando terminó de colocarse su chaqueta de cuero escuchó unos suaves golpes en la puerta, se dirigió hasta ella y la abrió encontrándose con su manager.

— ¡Buen día, Lis! ¿Cómo amaneciste? —preguntó con su característica sonrisa. Lisa intentó sonreír de vuelta pero únicamente logró hacer una mueca.

— No muy bien, la verdad.

— Eso significa que la fiesta estuvo muy buena, ¿tienes resaca?

Resaca moral por ser infiel, sí.

— No, no. Simplemente estoy cansada y no he terminado de adaptarme al cambio de horario —su manager asintió comprendiendo la situación.

Salió de su habitación y una vez que estuvo en el pasillo observó a Jennie salir de la habitación de Jisoo. Traía el cabello húmedo, un pantalón de mezclilla oscuro y una sudadera color gris que le quedaba enorme, no pudo evitar cuestionarse si era de Kai. La castaña debió sentir la mirada sobre ella porque volteó a su dirección y le sonrió.

Se dirigió hasta ellas y las saludó, la única que faltaba era Rosé. Algo totalmente extraño porque Jisoo y ella siempre eran las primeras en estar listas. Tuvieron que esperar algunos minutos hasta que la rubia apareció pidiendo disculpas por la tardanza.

Comenzaron a caminar sin decir nada más, tomó la mano de Jennie porque sabía que podían encontrarse con más personas, la castaña entrelazó sus dedos y le dió un ligero apretón. El ambiente estaba tenso, se podía palpar, incluso sus managers se daban miradas de "¿Qué mierda está pasando?", pero ni siquiera ella estaba del todo segura. Conocía su situación con Jennie y lo incómodo que sería después de la noche anterior, pero no entendía el por qué Jisoo y Rosé estaban tan calladas.