Luna de Plata - Omegaverse 국민 [KookMin]

Capítulo 3: Refuerzo

Ambos omegas entraron a la recámara del más bajo. Tae tomó asiento en el centro de la cama, siendo seguido por JiMin, quien se sentó enfrente de él con sus pies en posición de indio.

— ¿Dime? — el de cabellos castaños miró a su amigo quien ahora podía notar  la mirada perdida y triste que portaba — Te sucedió algo, por eso me enviaste un mensaje, ¿no es así? 

El platinado asintió y suspiró — Me encargaré de la preparación del festival — la reacción del castaño fue la misma que la suya. 

— ¡Eso es increíble, es lo que siempre has soñado desde que éramos lobeznos! — Tomó sus manos pero todo rastro de felicidad desapareció al ver que su amigo no mostraba la misma felicidad — ¿Hay algo más, no es así? 

— Lo hizo para que encontrara a mi alfa destinado, así como tanto he estado esperando, pero si no puedo encontrarlo... — Hizo una pausa tragando el nudo que se había puesto en su garganta a causa del miedo de no encontrar a su pareja destinada y la  tristeza que sentía por lo que su padre había dicho — Mi padre hizo un trato con los padres de Taeil, si el día del festival no he encontrado a mi pareja, me tendré que unir con Taeil.

— ¡¿Pero qué demonios?! — el omega más alto saltó de su lugar poniéndose de pie a un lado de la cama y llevando sus manos a su cabeza — ¡El jefe está loco, como se le ocurre hacer semejante barbaridad a su hijo, por Dios!

— Acepte, le dije que lo haría, y que fuera mejor el que deshiciera ese trato, porque yo encontraré a mi pareja, y para eso tú me ayudarás. Necesito tu ayuda, desde pequeños hemos pensado en algo para la festividad, me gustaría que fueras mi pilar para que no me rinda rápido. Tenemos tres meses, el festival es en octubre, exactamente dos días después de mi cumpleaños, exactamente el quince.

— Bueno, tiempo tenemos de sobra, lo mucho que nos podemos tardar en planear todo es un mes. No te preocupes, lo lograremos y podrás encontrar a ese lobo que tanto deseas. 

JiMin asintió y sonrió tímidamente ante lo que su amigo había dicho. Él realmente quería encontrarlo y poder estar a su lado sin que su padre tenga la necesidad de unirlo a alguien más.

Al día siguiente, ambos omegas se encontraban en la habitación del platinado, donde la situación se encontraba un tanto desordenada. Libros, telas, flores, listones, pintura, papel y entre muchas otras decoraciones más se encontraban esparcidas por toda la habitación.

— ¿Qué te parecen estos colores para la decoración? — El castaño levantó dos tonos de papel muy diferentes, pero que eran muy hermosos juntos. El azul océano y el plateado. El de cabellos platinados los miro y quedo pensando un poco, asintió y ahora se hizo a un lado, dejando que su amigo mirara la invitación que había estado diseñando en su computador.

— Veo que pensamos en los mismos colores — ambos se comenzaron a reír ante tal coincidencia.

Unos golpes en la puerta, la cual estaba abierta, llamaron la atención de ambos, en esta se encontraba el omega de la casa, quien venía acompañado de una charola con fruta picada y un postre de coco para ambos.