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SUBIÓ AL AUTOBÚS sentándose al lado de Zach y comenzaron a hablar hasta que Layla y Will subieron en el autobús, la rubia noto algunas risas cuando vieron a Will, estaba segura de que el entrenador se había encargado de que toda la escuela supiera que Will Stronghold, el hijo de El Comandante y Jetstream aún no tenía poderes.
Lo de el entrenador ya era muy personal, y aunque casi nunca tuviera pensamientos violentos contra otra persona, aquel hombre se había ganado cualquier tipo de pensamiento violento por parte de la rubia.

—¿Cómo se lo tomaron tus padres?—le pregunto Zach a Will, él solo miro al suelo.

—No se lo has dicho.—afirmo Hannah mirando a su amigo, él negó.

—No pude, mis padres se veían tan emocionados que no supe cómo decirles.—explico el chico, Hannah asintió comprendiendo, y no volvieron a hablar del tema a petición de Stronghold.

Volvieron a dividirse al llegar la escuela, Hannah solo pensaba lo estupido que era dividirse en dos grupos. Además que los supuestos "futuros héroes" eran en su mayoria bullys.

Camino hacía el salón de primer año en los pasillos aún habían más estudiantes dado que faltaban unos minutos para que comenzarán las clases.
Hannah sintió una brisa rápida rodearla, estaba segura de que Lash y Speed no la dejarían en paz.

—Hola niña llorona.—saludo el delgado con burla, la rubia suspiro sabiendo que ese apodo quedaría hasta fin de año.

—¿Que quieren?—preguntó cansada.

—Vinimos por nuestra cuota estudiantil.—contesto Speed acercándose amenazante.

—Ya les dije que eso no existe...

Y además no traía dinero.
Miro a su alrededor buscando ayuda pero a nadie parecía importarle, incluso Gwen se quedó mirando la escena con...burla.

Hannah pensó que la golpearían ahí mismo al ver sus rostros enojados, mientras ellos avanzaban hacia ella, ella retrocedía aunque sabía que de aquello no había escapatoria.

—Oigan en serio, no traigo dinero...—dijo atemorizada, apretó sus puños intentando defenderse con sus poderes, pero de estos apenas salió un destello.

Lash y Speed soltaron una risa avanzando contra la ella, y de un momento a otro ambos cambiaron sus rostros y detuvieron su paso, la rubia pensó que quizá habían sentido compasión por ella, pero al ver sus rostros se dio cuenta de que no era así, sus rostros de enojo habían cambiado a unos de pánico.

Se dio vuelta encontrándose con Warren Peace, tenía sentido sus caras de miedo.

—Largo.—habló el chico, Lash y Speed se hicieron a un lado en cuanto el lo ordeno.

Hannah se quitó del camino al igual que ambos chicos para no estorbar a Warren y que esté le dijese algo.

—No deberías dejar que esos idiotas te molesten.—le hablo Warren, la rubia levanto su mirada del suelo.—Si no haces algo ahora, ellos te tomarán como otra de sus víctimas.

—Si, lo sé...—murmuro la rubia.

¿Cómo podía defenderse?
¿Con sus poderes?
Sin sus poderes, ¿que era ella al lado de Lash y Speed? Esos dos patanes podrían tirarla desde el acantilado y ella no podría protegerse sin su campo magnético.

Él abrió su boca, intentando decir algo pero el timbre sonó interrumpiendo el momento, Hannah tomo su mochila del suelo con rapidez, Warren solo la miro en silencio.

—Gracias por eso, adiós.—le sonrió fugazmente, él se quedó ahí, nuevamente observando como la rubia corría hacia su salón.

Hannah llego al salón, se disculpó con el profesor por llegar unos segundos tarde, cosa que el profesor Médula le perdono por esta ocasión.
Volvió a sentarse en el fondo del salón ignorando cualquier mirada que tuviese puesta sobre ella.
La clase continuo, el profesor Médula hablaba sobre las gemas que debían estudiar por si alguna de ellas fuesen nuestra debilidad y lo que podría causarle a sus poderes.












































































































El timbre del almuerzo sonó y todos los jóvenes estudiantes habían comenzado a guardar sus cosas.

Camino con rapidez esperando a no encontrarse con Lash o Speed.

Fue directo hacia la cafetería para servirse del menú una hamburguesa con una gaseosa, inspeccionó el lugar buscando a sus amigos,
los vio a lo lejos y se acercó hasta a ellos con una sonrisa como siempre.

—¿Cómo les fue?—preguntó Hannah a sus amigos.

—Es una tortura.—lloriqueo Zach.—Desearía poder estar en tu clase.

—No le hagas caso, las clases de asistente no son tan malas.—le dijo Layla.

—¿Que es lo que hacen ustedes?

Layla contó brevemente que se preparaban en el caso de que el súper héroe necesitara de algún arma, o de la combinación de sus trajes y cosas así.

—No entiendo, si yo necesito ayuda y Zach tiene un arma ¿por qué no le dispara él? Es más rápido y fácil.—pregunto la rubia leyendo una hoja de la tarea de su amigo.

—Porque es un asistente.—le respondió Ethan.—Los asistentes solo debemos meternos en el caso de que ustedes los héroes necesiten ayuda.

La rubia arrugó su frente disgustada, era verdaderamente estupido la división de héroes y héroes de apoyo.

—Miren a esos idiotas.—habló Will refiriéndose a Lash y Speed.

—Ni me los recuerdes, hoy fueron por "mi cuota estudiantil" y por suerte Warren Peace...

—¿Warren Peace?—le interrumpió Stronghold.

—Si Will, Warren Peace.—afirmo la rubia.—Él los ahuyento para mi suerte.

—Ya dije que debemos mantenernos alejados de él, en especial tu Hannah.

—Ya se, pero no es como si yo me hubiera acercado...

—¿Por qué dejas que él te diga que hacer?—preguntó Magenta interrumpiendo a ambos.

—No no, él no me dice que hacer...

—¿No?—cuestionó, sonrió con malicia hacia el castaño.—Si quieres acercarte a Warren Peace solo hazlo, no dejes que otros te digan que tienes que hacer.

—Magenta no deberías arrimarla al fuego.—le reto, la de cabello morado alzó sus hombros sin darle importancia.—No tiene que acercarse a Warren Peace, es hijo de un villano y además quiere matarme.

Hannah miro a ambos, Magenta le daba una mirada alentadora pues la de pelo morado había notado que Hannah a veces se dejaba mandar por Will y no le gustaba eso.

Pero vamos, Hannah sabía perfectamente que no era una niña y que Will no le mandaba, si ella quería acercarse a Warren Peace lo haría, nadie le decía que hacer (excepto sus padres, pero ellos no estaban en la escuela para mandonearla).

—Hannah...—la llamo Will viendo sus intenciones.

Magenta sonrió al ver qué lo había conseguido y el resto del grupo se quedó en silencio mirando la escena como si de una película se tratase.

—¿Qué?—preguntó fingiendo demencia, aunque la sonrisa en sus labios termino de delatarla.

𝗝𝗨𝗗𝗔𝗦, warren peaceWhere stories live. Discover now