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SUS PADRES estaban histéricos al enterarse de la existencia de Warren Peace, le habían advertido que no se acercará a ese joven. Oh, si supieran que tanto estaba relacionada con él.

Para su suerte sus padres habían parado con el tema de el hijo de El Barón Battle.
Luego de cenar la rubia subió a su habitación para poder descansar, se baño y puso la pijama después se sentó en su cama practicando un poco sus poderes, estaba feliz ya que hace unas semanas apenas podían llegar a centímetros sus campos magnéticos pero ahora eran más desarrollados.

Minutos después decidió por fin descansar, se acostó y tapo con mantas,cerro sus ojos lista para dormir.

«¿Y si Warren se enojo por lo que dijimos?»

Suspiró sabiendo que sería una larga noche batallando con sus pensamientos.



























































































Bajo del autobús junto con sus amigos por primera vez en las semanas que habían ingresado a la escuela, Lash y Speed los miraron sin acercarse a molestar, ahora temían de Will Stronghold.

Se quedaron hablando afuera hasta que la campana sonara, la rubia se dio vuelta y encontró a Warren sentado en una de las columnas leyendo su libro como de costumbre. Warren levanto su vista al sentir que alguien lo miraba, la rubia le sonrió saludándole con un gesto de manos y por primera vez Warren le sonrió, aunque fuera por un pequeño segundo antes de volver su vista al libro.

Warren Peace le había sonreído, apenas fueron unos segundos pero para Hannah habían sido los segundos más lindos de su vida.

—¿Tu no aprendes, verdad?—le pregunto Will fatigado.

Hannah alzó sus hombros sin decir nada, Magenta y Layla le sonrieron a su amiga cómplices.

—¿Que le paso a tu cabello?—le pregunto Magenta a Stronghold.

—Oh, nada solo es un nuevo estilo, siento que las cosas serán distintas hoy.—le contestó Will.

Al sonar la campana se separaron, Hannah hacia el área de héroes y los otros hacia el de asistentes. Se sentó en el fondo como de costumbre esperando a que los demás llegarán.

—Oye.—le hablo una voz a su lado.

—¿Que quieres?—le pregunto Hannah de forma grosera viendo a ese chico de aquel día que se burló de ella.

—Yo lamento haberme reído de ti ese día, fui un idiota y quiero disculparme.—le dijo el chico rubio, extendió su mano hacia ella con una sonrisa.—¿Podrías perdonarme y empezar devuelta?

Hannah lo miro con desconfianza unos segundos, el chico seguía extendiendo su mano con un rostro arrepentido.
Ella no quería llevarse mal con nadie. Finalmente suspiro y tomo la mano del chico.

—Esta bien.—le disculpo la chica.

Aunque no lo perdonaba del todo, se había reído de ella y Hannah no era alguien que olvidaba fácil. El chico le sonrió, antes de que pudiese hablar devuelta el profesor Médula entro al aula indicando que sacarán sus libros.
El profesor siguió explicando sobre los rayos y la ciencia hasta que unos golpes interrumpieron su clase. Era Will.

—¿Will?—preguntó confundida, no sabía que lo habían cambiado de clase o algo así pero era algo lógico.

—¿Amigo tuyo?—le pregunto el chico rubio a su lado, ella asintió sin darle atención.

—Señor Stronghold, dijeron que iba a venir pero por desgracia se a quedado sin compañero.—dijo el profesor de mala gana antes de continuar.—Tendrá que unirse a mi asistente, la señorita Grayson.

Hannah vio la gran sonrisa de Will, ella hizo una mueca de disgusto de tan solo pensar en que ahora el chico estaría más bobo de lo normal y además estaba Layla, la chica que estaba enamorada de Stronghold hace años. El profesor les dio materiales para crear un arma que congelara, Hannah debía hacer el trabajo con Jake.

—¿Crees que voy bien?—le pregunto el joven inseguro sin saber que debía atornillar.

La chica se asomo y atornilló algunas partes del arma, ahora agradecía ponerle tanta atención a las clases de Médula, una vez que terminaron esperaron a que el hombre les diera su calificación, Hannah vio como el profesor regaño a Gwen por ayudar a Will haciendo trampa.

El profesor se paró frente a ellos con un rostro severo, tomo el arma y disparo a un pequeña planta cercana congelandola por completo.

—No estuvo mal, pero no estuvo genial.—les dijo el hombre.—9.

Hannah y Jake chocaron sus palmas instantáneamente.
A Hannah el profesor Médula le recordaba a un personaje de un libro, un profesor un poco grosero que nunca era fácil de satisfacer, pero sacarse un 9 con él no era cosa fácil.























































































Will se había decidido sentar con Grayson y su grupo en el almuerzo, ñero Hannah por otro lado camino hacia la mesa de Warren Peace, que como siempre estaba solitario.

—¡Hannah!—habló Jake cuando estuvo a centímetros de la mesa de Warren.

El chico le hizo una seña para que se fuera a sentar con él y sus amigos pero Hannah negó amable con una sonrisa y apuntó hacia la mesa de Warren que miro al chico con mala cara.
Jake miro con terror como Hannah se sentaba en la mesa de Warren Peace.

—¿Que haces aquí?—le pregunto Warren a la chica.

—Espero a mis amigos.—le contesto, miro hacia la mesa donde estaba Grayson y Stronghold con la banda de idiotas.

—Stronghold no sabe en lo que se mete...—le dijo Warren,dejo su libro de lado y miro a la chica.

—Ya se.—dijo ella volviendo su vista hacia el chico.—Tengo un mal presentimiento acerca de ella, cómo ves la apariencia no lo es todo.

El chico entendió a lo que se refería y soltó una pequeña risa.

—Primero una sonrisa y ahora te escucho reír.—dijo la chica con una sonrisa.—¿Que sigue?

—No te acostumbres, no es algo de todos los días.—le dijo él volviendo a tomar su postura.

Hannah sonrió, su mirada paso por el brazo de Warren, noto los tatuajes de llamas en sus muñecas.

—Son increíbles.—soltó la rubia mirándolo.

—Gracias...—murmuro el peli-negro escondiendo su rostro en el libro.

—Ve, tus amigos y novio te esperan.—le indico Warren señalando a sus amigos.

—¿Novio?¿Que novio?

—El cabello de anciano.

—No le digas así Warren y Zach no es mi novio, no tengo novio.

—Que equivocación la mía.—dijo él, aparto su mirada del libro y sonrió levemente.—Ve, nos vemos luego.

La chica le devolvió la sonrisa y camino hacia la mesa donde estaban sus amigos.

«Santo Dios, Warren dijo "nos vemos luego".»

Ahora comenzaba a creer que podía tener oportunidad con el chico.

Warren por otro lado comenzaba a creer que la chica era agradable.

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𝗝𝗨𝗗𝗔𝗦, warren peaceWhere stories live. Discover now